Curiosas también las terapias de Charcot así como el llamado teatro de la histeria. Usaba la hipnosis no como tratamiento, sino para inducción de "ataques" o "episodios" de histeria. Se daban conferencias para el público y neurólogos entre los que se encontraba Sigmund Freud. "La histeria era el espectáculo de moda".
Según cuenta Jane Avril, famosa bailarina de can-can del Moulin Rouge y una de las protagonistas de Toulose-Lautrec, escribe en sus memorias en 1933 que durante las décadas de 1870 y 1880, decenas de mujeres, -la mayoría jóvenes y atractivas-, fueron internadas en un Hospital de París bajo la dirección del neurólogo Jean Martin Charcot.
Aunque uno de los mayores avances de Charcot fue desvincular la histeria de los órganos genitales femeninos y considerarla también propia de hombres, por otro lado, seguía actuando como si la enfermedad fuese exclusiva de mujer y mediante tocamientos en los pechos y genitales conseguía inducir síntomas histéricos.
Otro capítulo durillo es el de las torturas, entre ellas, sumergir en agua a pacientes locos, la cura de la suspensión, las sillas giratorias, la silla tranquilizante, la silla vibratoria. Charcot cuenta que tres pacientes con neurastenia, mareo, debilidad en las piernas e impotencia se recuperaron milagrosamente con la silla vibratoria.
Charcot escribió:No es improbable, a la luz de los resultados, que la práctica de la vibración constituya un poderoso sedativo para el sistema nervioso
O Newton en su obra
Principios matemáticos de filosofía natural (1687) dice:
Newton escribió:Los miembros del cuerpo animal se mueven a la orden de la voluntad, es decir, por las vibraciones del espíritu, propagado a través de los filamentos sólidos que son los nervios, desde los órganos externos de los sentidos hasta el cerebro, y desde el cerebro hasta los músculos
Muy escabroso todo el capítulo dedicado al crimen de Gádor en Almería que causó gran impacto en el imaginario colectivo y que dio lugar a la leyenda del "hombre del saco" o "sacamantecas", que sigue utilizándose para asustar a los niños. Incluso hizo eco las ampollas de
Humanol, preparación estéril de grasa humana para el tratamiento de cicatrices y desinfección de heridas.
Otro desastroso tratamiento y de relavancia internacional fue el de Rosemary Kennedy, hermana del Presidente John F. Kennedy, que padecía retraso mental leve, rebelde e impulsiva, fue lobotomizada a la edad de 23 años a petición de su propio padre. Después del procedimiento, Rosemary perdió su personalidad y quedó con una edad mental de 3 años. Pasó el resto de su vida separada de su familia, aislada en un sanatorio privado hasta su muerte a los 86 años.
Hacia 1955 se habían practicado más de 40.000 lobotomías en Estados Unidos. En la actualidad, varios grupos de familiares de pacientes lobotomizados luchan para que le sea retirado el Premio Nobel a Egas Moniz.
O el tratamiento del Dr. Sakel al bailarín Nijisnky, diagnosticado de esquizofrenia, con shocks de insulina o coma insulínico en 1938. Comenzó a estar "más amigable, más atento, menos irritable".
La medalla de honor de los horrores se la lleva el doctor nazi Josef Mengele, llamado "el ángel de la muerte", cuyo interés principal fue hacia los gemelos, personas con los ojos de diferente color, enanos y discapacitados físicos. Ahorro detalles de sus barbaridades.
En fin, un libro muy interesante por todas las curiosidades que cuenta.