Creo que está bastante bien. Es una virguería la suavidad con que el autor te envuelve y te conduce. Creo que a pocos autores hacen con tanta campechanía esas llamadas de atención y esos vaticionios adivinatorios de los pensamientos del lector. Además de su sensualidad, musicalidad, cínica ironía, delicadeza... su sordidez, su sagacidad.
¿Lo insufrible de esta novela? Que no se deja aparcar. Te mira, no sé si me explico: te llama. ¡Está viva!
Y que William es un ablandabrevas |
Y desde luego, la supervivencia. En Sugar es tremenda. Y en Agnes.
Ah, y los diálogos entre William, Bodley y Ashwell...
La verdad es que Faber se gasta un sentido del humor extraordinario.
Cínico, cochambroso, asquerosamente realista.
Creo que es digna de ser leída. Dudo mucho que alguien se arrepienta si lo hace, aunque de gustos y colores está todo escrito... y nada decidido.