Sí, eso es cierto. Confieso que me ha costado un poco remontar la larguísima conversación con lord Baltimore y el detallado relato de todos y cada uno de los entresijos de la historia de Maryland... llega un momento en que tanta intriga, tal cantidad de subidas y bajadas de unos y otros, marea un poco, y al lector le cuesta situarse, pero bueno, ya estáciro escribió:Es una novela muy buena y muy divertida, aunque hay que tener un poco de paciencia, claro.
Y ya tenemos a nuestro quijotesco protagonista
tan feliz con su nombramiento de poeta laureado de la provincia de Maryland, dispuesto a embarcarse para allá... sin haber pensado ni por un momento que el cachondo de lord Baltimore no le ha hablado de dinero... ¡que el puesto es puramente honorífico, vaya! Ay, Señor, Señor |