Desde fuera, la impresión que nos da a algunos es que Hollywood se mueve a golpe de "modas", hipocresía y corrección política.
Opino igual que tú
Rocio .
Este académico votante anónimo se ha quedado bien a gusto dando su opinión. Algunas de las cosas que expresa las hemos comentado por aquí:
Durante la temporada pre-Oscar, los medios estadounidenses tiran de agenda para llamar a sus contactos en la Academia de Hollywood y preguntarles cómo sopla el viento en las votaciones. Los Oscar 2018 no están siendo una excepción a esta norma, e Indiewire ha entrevistado a un productor miembro de la institución para conocer sus impresiones acerca de las nominadas. La fuente, que prefiere permanecer en el anonimato, abre fuego de esta manera: “Las nominaciones siguieron las normas de lo políticamente correcto y todo seguirá así. Todas las sorpresas de este año vendrán dadas por la corrección política”.
Al productor, este estado de cosas no le hace ni maldita la gracia, sobre todo porque ha llevado a que James Franco y The Disaster Artist queden prácticamente excluidos de la competición. “[Los miembros de la Academia] tenemos que juzgar el mérito al 100%, no un 90% de mérito y un 10% quién está en medio de una polémica [como Franco] o quién se merece apoyo porque su raza o su género se han visto marginados en el pasado”.
Aunque está de acuerdo con algunas de las nominaciones de este año (según afirma, Dee Rees debería estar nominada por su Mudbound), el entrevistado señala que el mayor pecado de los académicos no es el racismo o el sexismo, sino “no verse las películas”. Lo cual, de rebote, iría en favor de esas maniobras publicitarias en las que Harvey Weinstein era un experto. “Sus películas [Shakespeare In Love, El discurso del rey, El lector…] no eran tan buenas, pero [Weinstein] hacía sus campañas mejor que nadie”, señala. Y, aunque no responsabiliza directamente a los lobbies o los publicistas de la lista de nominadas, este productor apunta a que eso ha tenido mucho que ver para que películas “buenas, pero no extraordinarias” compitan en los Oscar de este año.
“Por esa razón [la política], La forma del agua va a ganar del tirón Mejor película: no creo que la Academia le dé Mejor película a esa de los polis racistas [Tres anuncios en las afueras]”, afirma la fuente, quien también asegura que Guillermo del Toro se llevará el premio a Mejor director “porque es la opción más inofensiva”, una vez descartado James Franco. Por otra parte, el productor insiste en que los votantes europeos de la Academia tienen más peso del que se cree, lo cual ayudará al mexicano a llevarse el premio. Su única duda es la posibilidad de una victoria de Greta Gerwig, pero no necesariamente por la calidad de Lady Bird, sino porque su equipo de relaciones públicas, encabezado por la “alucinante” Liz Mahoney, podría convencer a la Academia de que premiar a una directora es buena idea.
Por lo demás, el entrevistado está seguro de que Gary Oldman ganará de una vez el Oscar (aunque por una película tan por debajo de su talento como El instante más oscuro), mientras que no acaba de decidirse sobre si apostar por Frances McDormand o Sally Hawkins como Mejor actriz principal. Según declara, Tres anuncios es una película “demasiado complicada” para que los académicos le pillen el tranquillo, pero sus actores (incluyendo a Sam Rockwell como secundario) tienen buenas expectativas la noche del 4 de marzo. En cuanto a Déjame salir (“Una buena película, pero sin la sofisticación que le gusta a la Academia”), podrá darse con un canto en los dientes si cosecha la estatuilla a Mejor guión original.
¿Serán atinadas estas predicciones? ¿Es esta la dirección en la que se mueven los lobbies y los grupos de interés que determinan el voto en los Oscar? Lo sabremos durante la madrugada de este domingo
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