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Moderador: Ashling
¿Y por qué iba a ser una mujer extraña?
La artritis desde luego no le impide estar todo el día asomada al deslunado y escuchar todas las conversaciones, pero al menos me ha dicho su nombre. Laura. Esas letras llenan el aire sólo con pronunciarlas.
No podía permitirme media hora de charla inconexa y en voz tan baja que he tenido que dejar de respirar para poder oír lo que me decía. Ahora en mi casa no sé si lo he imaginado o me lo ha contado ella.
“Es una mujer extraña, no debería decirte su nombre”. Debe haber sido muy triste en otro tiempo, pero ahora sólo le queda esa sonrisa melancólica del que ha vuelto, no sin esfuerzo, de donde nunca quiso haber estado.
“Nunca sabes si está dormida o despierta, o algo peor…”. A mí también me gusta pasar ratos muertos mirando por la ventana, ves el mundo pasar delante de ti, como ralentizado. Y a la vez ralentizas tu corazón y tu sangre recorre lentamente todas las venas de tu cuerpo y así te sientes vivo.
Ella lo hace acariciando una taza entre las manos, entrecerrando los ojos cuando se la lleva a la boca. Yo bebo el aire a sorbos profundos. La entiendo.
No puedo verla en su sillón leyendo tarde en la noche, enroscada en su suave manta, perdiendo la vista con cada página. “Nunca duerme esa chica, al menos no cuando todo el mundo.” Está esperando, está buscando.
Se desliza por el salón, siempre va descalza y sus pies siempre blancos y cálidos. “Nunca hace ruido, nadie la llama por teléfono, no tiene televisión. Entiende lo que le dices pero habla muy poco”.
¿Por qué ha de ser una mujer extraña? Conforme sé más de ella, menos extraña me parece. Pero en cambio más lejana la siento, como si, etérea, se deslizara entre la vigilia y el sueño.
Hoy quise gritar su nombre cuando la vi en la ventana, pero abría la boca y no salía sonido alguno. Debía de ser un sueño, no oía ningún ruido alrededor en plena calle. Yo también sueño despierto. Laura.
La artritis desde luego no le impide estar todo el día asomada al deslunado y escuchar todas las conversaciones, pero al menos me ha dicho su nombre. Laura. Esas letras llenan el aire sólo con pronunciarlas.
No podía permitirme media hora de charla inconexa y en voz tan baja que he tenido que dejar de respirar para poder oír lo que me decía. Ahora en mi casa no sé si lo he imaginado o me lo ha contado ella.
“Es una mujer extraña, no debería decirte su nombre”. Debe haber sido muy triste en otro tiempo, pero ahora sólo le queda esa sonrisa melancólica del que ha vuelto, no sin esfuerzo, de donde nunca quiso haber estado.
“Nunca sabes si está dormida o despierta, o algo peor…”. A mí también me gusta pasar ratos muertos mirando por la ventana, ves el mundo pasar delante de ti, como ralentizado. Y a la vez ralentizas tu corazón y tu sangre recorre lentamente todas las venas de tu cuerpo y así te sientes vivo.
Ella lo hace acariciando una taza entre las manos, entrecerrando los ojos cuando se la lleva a la boca. Yo bebo el aire a sorbos profundos. La entiendo.
No puedo verla en su sillón leyendo tarde en la noche, enroscada en su suave manta, perdiendo la vista con cada página. “Nunca duerme esa chica, al menos no cuando todo el mundo.” Está esperando, está buscando.
Se desliza por el salón, siempre va descalza y sus pies siempre blancos y cálidos. “Nunca hace ruido, nadie la llama por teléfono, no tiene televisión. Entiende lo que le dices pero habla muy poco”.
¿Por qué ha de ser una mujer extraña? Conforme sé más de ella, menos extraña me parece. Pero en cambio más lejana la siento, como si, etérea, se deslizara entre la vigilia y el sueño.
Hoy quise gritar su nombre cuando la vi en la ventana, pero abría la boca y no salía sonido alguno. Debía de ser un sueño, no oía ningún ruido alrededor en plena calle. Yo también sueño despierto. Laura.
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Vivet
- La Viti
- Mensajes: 10021
- Registrado: 15 Feb 2007 17:21
- Ubicación: Entre libros y al lado del ordenador.
Que raro! Ayer, David estuvo haciendome miles de preguntas de la vecina de abajo!.....Qué pasará por aqui?
Yo, ya le he avisado!! Que chica tan rara... siempre seria, siempre ensimismada....
Lo peor de todo.... yo creo que ni me escuchó!! Venga hablar una, venga hablar, y el pensando en sus cosas.... Esta juventud!!
Se me está ocurriendo una idea... Qué tal si los invito a los dos a cenar!! Qué le gustará a los jóvenes hoy en día?? Ahora mismito hablo con Pura, la vecina de enfrente a ver si me echa una mano.....
A ti que te parece, Boby??
Yo, ya le he avisado!! Que chica tan rara... siempre seria, siempre ensimismada....
Lo peor de todo.... yo creo que ni me escuchó!! Venga hablar una, venga hablar, y el pensando en sus cosas.... Esta juventud!!
Se me está ocurriendo una idea... Qué tal si los invito a los dos a cenar!! Qué le gustará a los jóvenes hoy en día?? Ahora mismito hablo con Pura, la vecina de enfrente a ver si me echa una mano.....
A ti que te parece, Boby??
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Me he levantado muy trempano, miro al cielo, está completamente despejado...abro la ventana y aspiro el aire fresco.Cómo noto el aroma del jazmín.
A mi lado está mi perro moviendo la cola de forma enérgica, me mira de forma insistente, bien, de acuerdo ya salimos.Le digo.
Así que me pongo y una camiseta y pantalón de chandal, cojo la correa, cuando la ve salta como un mono, que ágil que está el condenado perro a pesar de su enorme tamaño.
Me dirigo hacia el parque de siempre en hay eucaliptos y otras variedes.
Es la hora en el que los chicos se dirigen al instituto, hace un dia con olor a primavera, ese olor y los chicos hacia el cole me traen recuerdos de mi adolescencia.
Pero qué veo...ahí están, los típicos que hacen novillos.
Están en un rincón, bajo un arbol hablando, riendo y pasandolo bien.
Saben que hace un dia demasiado magnífico como para estar dentro de un aula escuchando cosas que no les lleva a ninguna parte, hoy es un gran dia, hoy es el priemr dia que huele a primavera.....
venga chucho vamos, yo no dispongo de tanto tiempo para disfrutar de este momento, mi adolescencia hace tiempo la dejé atrás.....
A mi lado está mi perro moviendo la cola de forma enérgica, me mira de forma insistente, bien, de acuerdo ya salimos.Le digo.
Así que me pongo y una camiseta y pantalón de chandal, cojo la correa, cuando la ve salta como un mono, que ágil que está el condenado perro a pesar de su enorme tamaño.
Me dirigo hacia el parque de siempre en hay eucaliptos y otras variedes.
Es la hora en el que los chicos se dirigen al instituto, hace un dia con olor a primavera, ese olor y los chicos hacia el cole me traen recuerdos de mi adolescencia.
Pero qué veo...ahí están, los típicos que hacen novillos.
Están en un rincón, bajo un arbol hablando, riendo y pasandolo bien.
Saben que hace un dia demasiado magnífico como para estar dentro de un aula escuchando cosas que no les lleva a ninguna parte, hoy es un gran dia, hoy es el priemr dia que huele a primavera.....
venga chucho vamos, yo no dispongo de tanto tiempo para disfrutar de este momento, mi adolescencia hace tiempo la dejé atrás.....
Hoy tengo el día libre, me debato entre celebrar que ha llegado al Primavera saliendo a pasear por mi redescubierto vecindario, o meditarlo un rato más con mi tibia almohada.
Día libre significa día para pensar, día para perder, día para esperar… Antes los sabía aprovechar, y “antes” no está lejos, era la semana pasada. Ahora mido mis días en una nueva era, “antes” ya no importa.
Me descubro en la ventana del salón, en pijama, con una taza vacía entre las manos. Siento que ella hace lo mismo dos pisos más abajo, sonríe. Pero esto no sucede ahora, ella habrá subido temprano al autobús que la llevará lejos cada mañana a cambio de devolverla puntual cada tarde.
Sin embargo algo me mantiene pegado a la ventana, una sombra fugaz, lejana. Si la veo ya en todas partes es que debo ocupar mis pensamientos en otra cosa. Y tengo el día libre. Marcho enseguida, hasta las siete.
Desecho el traje, siempre lo llevo cuando la veo, pero no puedo estar todo el día así vestido, ese no soy yo. Pero si no lo llevo esta tarde cuando baje del autobús quizá no me reconozca… Espero que lleve ese vestido negro con escote de pico y el pelo con un recogido que ya casi no se aguanta…
Salgo a la búsqueda de algún libro que me tenga todo el día absorto en él, cruzo el parque al que volveré más tarde para leer en un soleado banco. Me detengo, aquí estaba su sombra, la vi desde mi ventana hace un rato. Busco sus huellas en la hierba mojada para cerciorarme de que sólo era su sombra.
La veo en todas partes, y veo perros en todas partes. Nunca me han gustado los perros, no tanto como para ver al chucho de la vecina también con ella. Laura no tiene perro, sólo se tiene a ella misma.
Día libre significa día para pensar, día para perder, día para esperar… Antes los sabía aprovechar, y “antes” no está lejos, era la semana pasada. Ahora mido mis días en una nueva era, “antes” ya no importa.
Me descubro en la ventana del salón, en pijama, con una taza vacía entre las manos. Siento que ella hace lo mismo dos pisos más abajo, sonríe. Pero esto no sucede ahora, ella habrá subido temprano al autobús que la llevará lejos cada mañana a cambio de devolverla puntual cada tarde.
Sin embargo algo me mantiene pegado a la ventana, una sombra fugaz, lejana. Si la veo ya en todas partes es que debo ocupar mis pensamientos en otra cosa. Y tengo el día libre. Marcho enseguida, hasta las siete.
Desecho el traje, siempre lo llevo cuando la veo, pero no puedo estar todo el día así vestido, ese no soy yo. Pero si no lo llevo esta tarde cuando baje del autobús quizá no me reconozca… Espero que lleve ese vestido negro con escote de pico y el pelo con un recogido que ya casi no se aguanta…
Salgo a la búsqueda de algún libro que me tenga todo el día absorto en él, cruzo el parque al que volveré más tarde para leer en un soleado banco. Me detengo, aquí estaba su sombra, la vi desde mi ventana hace un rato. Busco sus huellas en la hierba mojada para cerciorarme de que sólo era su sombra.
La veo en todas partes, y veo perros en todas partes. Nunca me han gustado los perros, no tanto como para ver al chucho de la vecina también con ella. Laura no tiene perro, sólo se tiene a ella misma.
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Fiorella
- Vivo aquí
- Mensajes: 13928
- Registrado: 08 Nov 2005 12:10
- Ubicación: En el mundo ancho y ajeno
Nunca sabe lo que digo, pero le encanta, de no ser así cómo explicarse el hecho de que insistiera tanto a su amigo Paco para obtenerme. Paco era mi dueño original, pero al día siguiente de haberme mudado a su casa, vino David, me vió y dijo: Paco, lo siento, pero éste bicho se va conmigo. No le resultó fácil, pero al final lo consiguió. No conozco otra vida, desde que nací, he vivido ésta. Y he estado rodeado de humanos y la verdad es que me gustan. A menudo me pregunta si estoy contento en mi jaula, su expresión delata tristeza. Es entonces cuando doy el mejor de mis recitales para que no le quede duda, soy feliz.
Volviendo a los humanos, los hay cotillas, crueles, criminales, pero yo no he tenido la mala suerte de toparme con ninguno de éstos. Se preguntarán cómo sé todo ésto, por David, por lo que le he oído comentar en los días en los que se le da por ser elocuente, no conmigo, sino con algún invitado que de vez en vez trae a casa.
En algunas ocasiones puede llegar a ser muy hablador, otras, ni con cucharilla puedo arrancarle palabra y miren que me esfuerzo cantando a voz en grito.
Todas las mañanas se levanta y mientras se prepara el café le canto una canción de buenos días, intento variar el repertorio a diario para que no se me aburra, me gusta arrancarle una sonrisa y esa mirada sincera, enigmática y hasta cierto punto, tierna de hombre afable. Luego le cuento lo que he soñado durante la noche, le deseo buena suerte y le doy ánimos para el día que comienza.
Ultimamente lo vengo percibiendo distinto, algo en su expresión me dice que ya no es el mismo. Tengo que averiguar qué es lo que le sucede, de un tiempo a esta parte se asoma más a la ventana, como si buscara algo o a alguien. Por cierto o a propósito, me llamo Rigoberto y soy un canario, su canario.
Volviendo a los humanos, los hay cotillas, crueles, criminales, pero yo no he tenido la mala suerte de toparme con ninguno de éstos. Se preguntarán cómo sé todo ésto, por David, por lo que le he oído comentar en los días en los que se le da por ser elocuente, no conmigo, sino con algún invitado que de vez en vez trae a casa.
En algunas ocasiones puede llegar a ser muy hablador, otras, ni con cucharilla puedo arrancarle palabra y miren que me esfuerzo cantando a voz en grito.
Todas las mañanas se levanta y mientras se prepara el café le canto una canción de buenos días, intento variar el repertorio a diario para que no se me aburra, me gusta arrancarle una sonrisa y esa mirada sincera, enigmática y hasta cierto punto, tierna de hombre afable. Luego le cuento lo que he soñado durante la noche, le deseo buena suerte y le doy ánimos para el día que comienza.
Ultimamente lo vengo percibiendo distinto, algo en su expresión me dice que ya no es el mismo. Tengo que averiguar qué es lo que le sucede, de un tiempo a esta parte se asoma más a la ventana, como si buscara algo o a alguien. Por cierto o a propósito, me llamo Rigoberto y soy un canario, su canario.
Finite to fail, but infinite to venture E. Dickinson
-Disculpe señora, ¿busca a alguien?
-Sí… No, no, ¿cómo dice?
-No puede estar parada en medio de la calle, eso no es sano, y además puedo multarla…
-Ah…! Perdone agente, no he había fijado… ¿puedo llamarle agente?
-Puede llamarme como quiera, pero suba a la acera, por favor. Su perro lleva un buen rato mirándola desde el otro lado, aprenda de él.
-No, no es mi perro, no le busco a él…
-¿no me dijo que no buscaba a nadie? Y la he visto paseándolo por el parque, ¿lo ha encontrado allí?
-Me ha encontrado Él a mí, o eso creo. Y yo le he quitado el perro.
-¿Quiere decirme algo? ¿de quién es ese perro? Y por favor míreme a mí…
-¿Sabía que los canarios proceden de las Islas Canarias, y que el primer rey que tuvo un canario fue Enrique III de Castilla a principios del siglo XV?
-Señora…
-… fue un regalo muy apreciado por hombres importantes, y enseguida se extendió por toda Europa y América… A finales del siglo XV se les llamaba “pajaritos de azúcar…”
-Señora, le preguntaba por el perro ¿de dónde lo ha sacado?
-No es suyo, es de mi vecina, Él tiene un canario
-… de azúcar…
-Los llamaban así porque Canarias era una región exportadora de azúcar. En algunos mapas se citaba a las Canarias como País del Azúcar…
-Yo creía que era el País del Plátano… ¿Quiere que la acompañe a algún sitio?
-No, estaba haciendo tiempo… salí a pasear al perro esta mañana…
-Son casi las ocho de la tarde, ¿lleva todo el día aquí?
-…
-Dígame dónde vive
-Allí, dos ventanas por encima de la mía
-Señora, hable con Él… Pero primero descanse un poco. Acompáñeme…
-Sí… No, no, ¿cómo dice?
-No puede estar parada en medio de la calle, eso no es sano, y además puedo multarla…
-Ah…! Perdone agente, no he había fijado… ¿puedo llamarle agente?
-Puede llamarme como quiera, pero suba a la acera, por favor. Su perro lleva un buen rato mirándola desde el otro lado, aprenda de él.
-No, no es mi perro, no le busco a él…
-¿no me dijo que no buscaba a nadie? Y la he visto paseándolo por el parque, ¿lo ha encontrado allí?
-Me ha encontrado Él a mí, o eso creo. Y yo le he quitado el perro.
-¿Quiere decirme algo? ¿de quién es ese perro? Y por favor míreme a mí…
-¿Sabía que los canarios proceden de las Islas Canarias, y que el primer rey que tuvo un canario fue Enrique III de Castilla a principios del siglo XV?
-Señora…
-… fue un regalo muy apreciado por hombres importantes, y enseguida se extendió por toda Europa y América… A finales del siglo XV se les llamaba “pajaritos de azúcar…”
-Señora, le preguntaba por el perro ¿de dónde lo ha sacado?
-No es suyo, es de mi vecina, Él tiene un canario
-… de azúcar…
-Los llamaban así porque Canarias era una región exportadora de azúcar. En algunos mapas se citaba a las Canarias como País del Azúcar…
-Yo creía que era el País del Plátano… ¿Quiere que la acompañe a algún sitio?
-No, estaba haciendo tiempo… salí a pasear al perro esta mañana…
-Son casi las ocho de la tarde, ¿lleva todo el día aquí?
-…
-Dígame dónde vive
-Allí, dos ventanas por encima de la mía
-Señora, hable con Él… Pero primero descanse un poco. Acompáñeme…
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Fiorella
- Vivo aquí
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- Registrado: 08 Nov 2005 12:10
- Ubicación: En el mundo ancho y ajeno
Page!!!Page escribió:¡¡Pero qué suerte tengo!!. Esto de que David se haya enamoriscado de la chica del 6º C tiene sus ventajas. Viene todos los días a recogerme, y me da paseos más largos que la Sra del Valle. Su artrosis nos obligaba a estar de vuelta al piso en apenas 10 minutos. Solo me daba tiempo a echar la meadita en la primera farola y en un pis pas... De esa forma no había manera de poder corretear, ampliar la amistad con otros colegas, o alegrarme la vista con las perritas del barrio...
Tengo que pasar a la acción. La próxima vez que veamos a esa mocetona, me enroscaré a sus piernas, obligándoles a iniciar una conversación mientras intentan desengancharme sin romperle las medias.
Esa conversación favorecerá futuros encuentros, y mientras ellos inician su romance o lo que se tercie, yo podré divertirme con Lula, la perrita de la esquina...
Finite to fail, but infinite to venture E. Dickinson
Gracias Fio!!
Me estaba imaginando a Laura (recuerden que así la hemos bautizado) en medio de la calle, con el chandal, la correa del perro en la mano, y la vista perdida... y al pobre policía local intentando ser amable pero viendo que aqyella guapa mujer no estaba muy allá de la cabeza...
Lo que no me esperaba es que saliera el canario como personaje
. Debe ser el primer canario protagonista en la Historia
Me estaba imaginando a Laura (recuerden que así la hemos bautizado) en medio de la calle, con el chandal, la correa del perro en la mano, y la vista perdida... y al pobre policía local intentando ser amable pero viendo que aqyella guapa mujer no estaba muy allá de la cabeza...
Lo que no me esperaba es que saliera el canario como personaje
. Debe ser el primer canario protagonista en la Historia 1