El día de hoy en un libro
Moderador: Ashling
Re: El día de hoy en un libro
El 15 de abril de 1992, Chris McCandless se marchó de Carthage, Dakota del Sur, subido a la cabina de un tractor en cuyo remolque transportaba una carga de semillas de girasol. Su «gran odisea» había comenzado.
Hacia rutas salvajes - Jon Krakauer (traducido por Albert Freixa)
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Re: El día de hoy en un libro
18 de abril. Esta mañana he llegado a Whitefish en un tren de carga. Voy a buen ritmo. Hoy cruzaré la frontera e iré hacia Alaska por el interior. Recuerdos a todos.
Cuídate,
Alex
Hacia rutas salvajes - Jon Krakauer (traducido por Albert Freixa)
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Alex
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Re: El día de hoy en un libro
Viajar haciendo autostop por la autovía de Alaska suele ser difícil. En las afueras de Dawson Creek no es raro ver a más de una docena de hombres y mujeres esperando en el arcén con expresión lastimera y el pulgar extendido. Algunos se ven obligados a esperar una semana o más antes de que algún vehículo se detenga. Sin embargo, McCandless tuvo más suerte. El 21 de abril, seis días después de haber salido de Carthage, se hallaba ya en Liard River, a las puertas del territorio del Yukon.
Hacia rutas salvajes - Jon Krakauer (traducido por Albert Freixa)
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Re: El día de hoy en un libro
Mercedes Fernández Sarmiento, la hija menor de la única hermana de mi abuela, respondió a Rafael Cuesta Sánchez, que se había presentado como auxiliar del administrador de la finca situada en el número 49 de la calle Hermosilla de la capital, en una carta fechada en Valladolid el 24 de abril de 1939. Con una caligrafía esmerada y las palabras justas, le informaba de que doña Aurora Sarmiento Gutiérrez había muerto en Zarauz, Guipúzcoa, en enero de 1937, apenas dos meses antes de que su hermana Mercedes falleciera en Valladolid. A continuación, le pedía información acerca del paradero de su sobrino segundo, Guillermo García Medina, sin ocultar que le resultaría muy valiosa para hacerse cargo de las propiedades de su tía en el caso de que hubiera muerto o, considerando sus ideas políticas, se hallara preso, huido o en circunstancias que le hicieran imposible heredarlas.
Los pacientes del Doctor García – Almudena Grandes
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Re: El día de hoy en un libro
Cuando regresaron al palacio, ya había empezado a atardecer. En todo el día no habían comido nada más que unos pedazos de pan que habían logrado rapiñar imponiéndose a un tumulto de gente que estaba asaltando las ruinas de una panadería, pero incluso en eso fueron afortunados, porque sus compañeros ayunaron todo el día. Las bombas habían enterrado la cocina y nadie se acordó de ellos hasta la mañana siguiente. Entonces los repartieron entre diversos cuarteles emplazados en edificios tan ruinosos como el que acababan de abandonar y todo, la inactividad, el hambre, el aburrimiento, volvió a empezar hasta que, el 24 de abril, escucharon unas palabras que ya les sonaban como el estribillo de una canción vieja, pasada de moda, y que sin embargo no volverían a oír nunca más.
—Ya están aquí.
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Re: El día de hoy en un libro
A primeros de mayo, Westerberg recibió otra postal, esta vez de Alaska. La postal era una fotografía de un oso polar y el matasellos llevaba la fecha del 27 de abril de 1992.
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Última edición por emedoble el 27 Abr 2018 16:32, editado 1 vez en total.
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Re: El día de hoy en un libro
El 27 de abril, al volver a la Wilhelmstrasse, encontraron el cadáver de Schneider con un agujero en el pecho. Nunca llegarían a saber si había intentado desertar o había salido a estirar las piernas, si le había matado un soldado justiciero o un ladrón que pretendía robarle, porque su cartera estaba vacía a su lado, algunas cartas y la foto de una chica esparcidas alrededor. Apenas le conocían y no se decidieron a sepultarle, como a Lazlo, hasta después de hablarlo con sus compañeros.
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Re: El día de hoy en un libro
El 1 de mayo, a unos 30 kilómetros del punto en que se había despedido de Gallien, se tropezó con el viejo autobús abandonado junto al río Sushana. El vehículo estaba equipado con una litera y una estufa cilíndrica de leña, y los visitantes anteriores habían dejado en él cajas de cerillas, repelente para insectos y otros artículos de primera necesidad. «El día del autobús mágico», escribió en el diario. Decidió quedarse un tiempo allí y aprovechar las rudimentarias comodidades que el vehículo ofrecía.
Hacia rutas salvajes - Jon Krakauer (traducido por Albert Freixa)
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Re: El día de hoy en un libro
- No conocía muy bien a Deglen –comento-. Me refiero a la primera.
- ¿No? –pregunta. El hecho de que haya respondido, aunque con cautela, me estimula
- Sólo la conozco desde mayo –continúo. Siento que me arde la piel y se me acelera el corazón. Esto es delicado. Por una parte, se trata de una mentira. ¿Y cómo hago ahora para llegar a la palabra vital?-. Creo que fue alrededor del primero de mayo. Lo que antes solían llamar May Day.
El cuento de la criada – Margaret Atwood (traducido por Elsa Mateo Blanco)
- ¿No? –pregunta. El hecho de que haya respondido, aunque con cautela, me estimula
- Sólo la conozco desde mayo –continúo. Siento que me arde la piel y se me acelera el corazón. Esto es delicado. Por una parte, se trata de una mentira. ¿Y cómo hago ahora para llegar a la palabra vital?-. Creo que fue alrededor del primero de mayo. Lo que antes solían llamar May Day.
El cuento de la criada – Margaret Atwood (traducido por Elsa Mateo Blanco)
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Re: El día de hoy en un libro
—Muy lejos todavía —y sonrió—. Han tomado la mayor parte de Pankow y avanzan en Spandau, y en Köpenick, pero los nuestros resisten como leones.
—Pankow —repitió Jan, saboreando aquel nombre como si fuera un caramelo—. Pero entonces tardarán cuatro o cinco días en llegar.
—Como mínimo. Quieren tomar Berlín el 1 de mayo, por su fiesta, la de los comunistas, ya sabes. Así que la consigna es aguantar hasta el día 2.
—Naturalmente. Vamos a joderlos hasta el final.
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—Pankow —repitió Jan, saboreando aquel nombre como si fuera un caramelo—. Pero entonces tardarán cuatro o cinco días en llegar.
—Como mínimo. Quieren tomar Berlín el 1 de mayo, por su fiesta, la de los comunistas, ya sabes. Así que la consigna es aguantar hasta el día 2.
—Naturalmente. Vamos a joderlos hasta el final.
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Re: El día de hoy en un libro
El 1 de mayo de 1945, los soviéticos no pudieron celebrar su fiesta con la conquista de Berlín. Los defensores de la ciudad cumplieron la consigna y prolongaron una resistencia agónica durante veinticuatro horas.
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Re: El día de hoy en un libro
Lo primero que había visto fue un sobre, sin remite y con el sello grabado de un hospital enmarcado en los colores de la bandera inglesa. En el interior, una escueta nota escrita a máquina en un mal español, sin firma pero con el membrete de un hospital general de Leeds. Al leerlo, Marta confirmó con amargura sus malos presagios. Iba dirigido a doña Fermina como Mrs. Bonilla: le remitían las pertenencias de don Adolfo Bonilla Carrascosa, halladas en los sótanos del hospital referido, anunciándole, con gran pesar, que su hijo, según constaba en los archivos de la institución, había fallecido el día 2 de mayo de 1942, y que debido a los avatares derivados de la guerra mundial, no había sido posible darle cuenta antes del deceso.
La sonata del silencio - Paloma Sánchez-Garnica
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Re: El día de hoy en un libro
Ésta fue tal vez la única ocasión de su vida en que Charlotte se desvió de su propia brújula y aprendió bien la lección. Estuvo dos años enteros evitando a su pretendiente, pero la química física que había entre ellos resultó ser demasiado eléctrica para hacerle caso omiso. Se casaron el 2 de mayo de 1884, se metieron en la cama y allí permanecieron muy felices bastante tiempo. Diez meses después, dio a luz a una niña, Katharine.
Solterona: La construcción de una vida propia - Kate Bolick (traducido por Silvia Moreno Parrado)
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Re: El día de hoy en un libro
BERLÍN, 2 DE MAYO DE 1945
Un solitario tanque soviético, el primero que veían, avanzaba con parsimonia por el bulevar Unter den Linden hacia la Puerta de Brandemburgo. Desde su posición, en una esquina de la Wilhelmstrasse, los dos únicos ocupantes del puesto siguieron su trayectoria sin dificultad.
—Por fin —dijo uno de ellos en español—. Preparado.
Y Adrián Gallardo Ortega se preparó.
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Un solitario tanque soviético, el primero que veían, avanzaba con parsimonia por el bulevar Unter den Linden hacia la Puerta de Brandemburgo. Desde su posición, en una esquina de la Wilhelmstrasse, los dos únicos ocupantes del puesto siguieron su trayectoria sin dificultad.
—Por fin —dijo uno de ellos en español—. Preparado.
Y Adrián Gallardo Ortega se preparó.
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Re: El día de hoy en un libro
Sólo el 2 de mayo, cuando el cañón de un tanque lo enfiló de frente, Adrián Gallardo Ortega salió del socavón de la Wilhelmstrasse con los brazos en alto. Pero no se rindió solo. Llevaba consigo los documentos de Alfonso Navarro López, cuyo cadáver ni siquiera mostró a los ocupantes.
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