Judy Bolton escribió:Yo lo siento, seguramente hay otros premios tan amañados como este, pero cuando veo esas votaciones del jurado durante la cena tras las que van diciendo quién está eliminado cuando todo el mundo sabe perfectamente que ya han decidido antes quién gana, me da mucha rabia.
Esa pantomima no la trago
y no entiendo qué necesidad tienen de hacerla.
Eso en cuanto al sistema de dar a conocer al ganador, en cuanto a los libros premiados últimamente no me suelen interesar. Si algún día premian a algún autor o alguna obra que esté dentro de lo que me interesa no tengo problema en leerlo como he leído otros Premios Planeta de hace años.
Yo creo que toda esa parafernalia podía tener sentido en tiempos más inocentes, ahora resulta bastante ridículo.
España tiene un problema bastante gordo con sus premios literarios. Si uno se fija en los premios literarios importantes de otros países todos son a obras previamente publicadas.
El público ya ha tenido oportunidad de leer y valorar si el jurado tiene razón o se le ha ido la pinza.
Basta echarle un vistazo a youtube este último mes para encontrarte bastantes booktubers comentando las novelas nominadas al Booker. De hecho es bastante común en los premios que publican primero longlist, luego shortlist y finalmente el ganador, en que haya gente que siga todo el proceso.
Y quien dice el Booker, dice el National Book Award o el Goncourt
Aquí no pasa eso. Aquí los premios son por concurso a obras no publicadas. En principio esto no tiene porque ser malo, pero en la práctica sí lo es. Para empezar es un proceso mucho más oscuro. Mientras hace un par de semanas había gente que calificaba la lista de finalistas del Booker de este año como sorprendente (en la mayoría de los casos el calificativo no era en sentido positivo) en la lista de nominados del Planeta un lector como mucho se puede cachondear de las sinopsis (que algunas son de traca) o de los seudónimos, pero realmente no tiene un juicio de valor real sobre la calidad de las novelas.
Usar el concurso de novelas no publicadas tiene sentido siempre y cuando el premio permita descubrir nuevos valores. Esto pasaba en el Nadal de hace bastantes años. Ahora no pasa en ninguno de los premios conocidos.
Hace ya unos añitos podía pasar que se llevara el premio alguien no muy conocido (Juan Manuel de Prada, Espido Freire) pero que previamente ya publicaba en alguna editorial del grupo (por no hablar de que en los noventa ser joven era un valor en sí mismo para un escritor).
Hoy el Planeta no se lo lleva nadie que no haya demostrado cierto potencial de ventas, ya sea aquí o en latinoamérica.
Lo cierto es que ni siquiera con los premios que siguen el formato del Booker se hacen bien las cosas. El nacional de narrativa sí que tiene una lista de finalistas, pero lo mínimo a hacer en esos casos es publicitarlo.
No creo que cueste tanto montar una conferencia de prensa anunciando finalistas y procurando que salgan en los periódicos (que la sección de cultura a veces les cuesta lo suyo rellenarla).
Cuando se publican listas de finalistas el objetivo es que la gente se acerque a esas obras.
Lo cierto es que aquí casi no se publicita ni al ganador. Si tenemos en cuenta años recientes, hay novelas que sí recibieron atención tras el premio, pero si nos fijamos eran novelas (En la orilla, Patria) de autores ya reconocidos y que ya habían tenido un éxito enorme antes de ser premiadas