Bueno, bueno, bueno... ¡¡Y pensar que he tenido olvidada esta entrevista tanto tiempo!!
Como es larga es complicado sacar tiempo, pero ya que me he puesto he visto también las otras dos partes en youtube.
La verdad es que me gusta cómo habla Malube, la seguridad con que dice las cosas, la forma en que habla de su novela. Muchísimos autores cuando hablan de sus libros en realidad sólo hablan de sí mismos, como si sus obras fueran un pretexto para decir
“fijaos, soy la leche en verso”. Malube no: habla de “El Final del Ave Fénix” con un cariño tal que, de no haberme leído ya el libro, me lo leería de inmediato. Lo quiere más a él que a sí misma como escritora. Da gusto escuchar entrevistas así.
Reconozco, eso sí, que como ya me he leído el libro y he visto y leído otras entrevistas, muchas cosas me sonaban, así que quizá por eso se me ha quedado en la cabeza una idea muy bonita pero que es aplicable a cualquier libro: refiriéndose a la tarea de pulir la novela Malube compara la actividad del escritor con la del alfarero: ¿cuándo hay que parar de dar vueltas a las cosas? Imposible saberlo. Siempre puede continuarse. El paralelismo es bien bonito; los dos, alfarero y escritor, son capaces de hacer cosas admirables a partir de materiales tan sencillos como el barro o las palabras que escuchamos desde que nacemos. Y eso es el arte: dotar de espíritu a las cosas.
(toma sentencia ) |