Entrevista a Yolanda Scheuber
Publicado: 28 Nov 2010 11:39
Entrevista preparada por Ciro con ocasión de la publicación de Isabel de Habsburgo. Reina de Dinamarca.
Primero unas preguntas personales relacionadas con la novela:
1. ¿De dónde le nace el interés por la historia europea y en concreto por la casa de Habsburgo de la que ya ha escrito varias novelas?
Rta: Mi interés por la historia europea y en concreto por la Casa Habsburgo es de larga data. Desde niña mi madre me contaba la historia de Juana I de Castilla y tanto me enamoró el personaje que cuando fui mayor decidí escribir una novela. Deseaba reivindicar a esta reina humillada y prisionera con un relato que nos llevara a peregrinar por su vida entera. Esto se debe a que siempre he pensado que aquello que la historia no puede reivindicar, la literatura sí puede hacerlo. Así fue que durante 13 años estuve abocada a la investigación y a la escritura de un libro sobre esta soberana y descubrí entonces que sobre sus hijas, existía muy poca literatura en español. Ese fue el motivo por el cual al terminar de escribir “Juana la reina, loca de amor”, me aboqué a rescatar del olvido a sus poco o nada recordadas hijas.
Además, no hay que olvidar que la América española, tiene su origen, precisamente, en la acción colonizadora desarrollada por ese reino y que, en consecuencia, en estas tierras hemos tenido una historia común con la Península Ibérica, hasta la finalización de las luchas de emancipación nacional de los países americanos. Es decir que, nosotros, en Argentina, estudiamos la historia española de la época de la Colonia, como parte de nuestra propia historia y eso también es un motivo de interés en mí, en lo que respecta a la temática que mis novelas abordan.
2. En sus novelas las protagonistas siempre son femeninas. ¿Le resulta más fácil este enfoque o simplemente es una casualidad?
Rta: En mis novelas todas las protagonistas de las historias son siempre mujeres, no porque sea más fácil, sino porque me place identificarme, desde el género, con aquellos personajes que considero han sido verdaderas heroínas. Creo que me siento más realizada al poder interpretar desde mi visión femenina a esas mujeres sobre las cuales escribo.
3. En esta novela en concreto hay una abundante documentación sobre la historia danesa, noruega y sueca ¿Qué fuentes ha utilizado para su documentación?
Rta: Fue muy difícil para mí, desde Argentina, reunir la información necesaria para realizar esta novela porque existe muy poca documentación en español sobre esta reina. Para escribir Isabel de Habsburgo, reina de Dinamarca, utilicé como base del libro, información sobre la vida de esta soberana que me envió la Fundación Reina Isabel de Dinamarca de la Embajada de Dinamarca en Madrid; el libro “La caída del rey” de Johannes Jensen y, por supuesto, el estudio que hice de la historia general de Dinamarca, Noruega y Suecia... además de la historia de Flandes y España en el siglo XVI. Todo ello, formulado mediante mucha reflexión sobre los acontecimientos y los personajes que reflejo y me gusta sentir que es lo que yo doy en llamar: inspiración literaria.
4. La descripción geográfica y paisajística también es pormenorizada ¿Ha visitado alguno de estos países nórdicos?
Rta: No he visitado aún los países nórdicos, pero ello no es impedimento para obtener información veraz y útil sobre la geografía y la botánica de esos reinos a través de las enciclopedias generales y libros específicos de esas materias, buscando así los detalles que permitan dar mejor imagen de aquellos escenarios, en la mente de los lectores.
5. ¿Qué hubiera hecho usted si se hubiera visto en la piel de Isabel? ¿Hubiera tenido tanta paciencia y obediencia ?
Rta: Si yo me hubiera visto en la piel de Isabel, en el siglo XVI, tal vez hubiera tenido paciencia y hubiera sido obediente como lo fue ella. No debemos olvidar que la educación recibida moldea el carácter y las cuatro hijas de Juana I de Castilla recibieron una muy estricta educación, dirigida a dotarlas de las cualidades que en la época se consideraban necesarias para ser reinas de algún país extranjero, y cuando se es reina, priman las obligaciones hacia el reino y no los deseos individuales. Creo que no sería acertado juzgar a esa reina con la mirada del Siglo XXI, sino que deberíamos hacer el esfuerzo intuitivo-intelectual de intentar “ponernos en su piel”.
6. Abundando en sus personajes femeninos. ¿Le hubiera gustado ser una reina del siglo XVI?
Rta: No. Ser reina en el siglo XVI implicaba una desmesurada sumisión a las decisiones de los detentadores del poder, sobre todo porque había que aceptar esos mandatos con la boca cerrada sin cuestionar nunca nada.
Yéndonos más a la actualidad:
7. ¿Qué se podría extrapolar de su novela a la época moderna de crisis económica y de valores?
Rta: Creo que en nuestra época aún existen muchos Christian II, personas crueles e inhumanas, mentirosas y ambiciosas, que tras sus objetivos de lograr mucho poder, placer y poseer, hacen gran daño a la sociedad en la que viven.
8. ¿Qué le parecen los actuales matrimonios por amor de las realezas europeas, en que príncipes y princesas se casan con plebeyos?
Rta: En ese sentido, la costumbre de las actuales casas reales, ha tenido una notoria evolución, que las diferencia de las de aquel siglo. Personalmente creo que todos los matrimonios, sean o no de la realeza, se deben contraer por amor y no por lazos de sangre o de estirpe. El amor es el verdadero motivo que puede unir en cuerpo y alma a los esposos.
Centrándonos en su novela:
9. El elemento romántico de la novela es patente, aparte del gran trabajo histórico de documentación. ¿Cree que ese componente pueda llevar a que sea minusvalorado su libro?
Rta: De ningún modo creo que profundizar en los sentimientos de los personajes deba minusvalorar una historia. Muy por el contrario. El complemento de los sentimientos y vivencias que se reflejan en la novela, demuestra que se trata de un libro completo e integrado a los acontecimientos relatados con total rigurosidad histórica. Todas las personas, más allá del siglo en el que hayan vivido, están compuestas de cuerpo, mente, alma y espíritu y son una unidad integral, donde todos esos aspectos deben ser tenidos en cuenta para conocerlas verdaderamente. Los afectos son un componente esencial de todo ser humano y, por ello, una historia donde los protagonistas no muestren sus sentimientos, a mi entender, está incompleta, no refleja a las personas en su integridad.
10. La novela, como decimos, es histórica y romántica a la vez. ¿Cuánto tanto por ciento le da a cada elemento?
Rta: Creo que la novela de Isabel es una novela histórica. El 100% se lo doy a la parte histórica. Lo expresado en relación a los sentimientos, es sólo un complemento necesario de las personalidades descriptas, que permite dar integridad al relato.
Hablando de los personajes de la novela:
11. Sin duda Isabel debió de escribir numerosas cartas de protesta o de añoranza a su tía Margarita o incluso a su abuelo Maximiliano. ¿Por qué no se planteó incluir esta clave en la novela?
Rta: Para no apartarme de la rigurosidad histórica con que desarrollo la vida del personaje. Isabel aceptó su destino sin quejarse. Jamás cuestionó las decisiones que sobre su persona se trazaron, por lo menos públicamente, dado que nada de eso ha trascendido. Si hubiera encontrado referencias históricas al respecto, las hubiera incluido. Ella sólo escribió para contar lo mucho que extrañaba a sus hermanos y a su tía Margarita, al encontrarse tan lejos de Flandes y esos datos los he incluido en mi novela.
12. Isabel es muy joven cuando va a Dinamarca y desconocía el danés. ¿Cree que sus primeros años en el país de su marido fueron realmente duros?
Rta: Isabel fue enviada a Dinamarca cuando iba a cumplir sus catorce años. A esa edad cualquier niña se hubiera sentido intimidada y asustada al ser enviada a desposarse con un rey extranjero, veinte años mayor, del que desconocía hasta el idioma con el cual comunicarse, que no la amaba, que la dejaba abandonada sin importarle sus sufrimientos y que tenía una amante hermosa desde hacía varios años. Si a todos esos grandes defectos del rey, se le sumaba que, además, tenía un carácter irascible, iracundo y cruel, creo que no hay mucho más para agregar. Isabel sufrió mucho. Sus años en Dinamarca fueron realmente muy duros y hasta me atrevería a decir que fueron causa de su prematuro final.
13. La muerte de Dyveke, la amante del rey, da nuevo aire a la relación con su marido a Isabel. ¿Hasta qué punto pudo ser responsable la propia Isabel a través de la casa de Habsburgo de su fallecimiento? ¿Por qué cree que Isabel siguió colaborando eficazmente y sin resentimientos con la madre de la que, en principio, era su enemiga?
Rta: Estoy convencida que Isabel no fue responsable de la muerte de Dyveke. Ella se encontraba a gran distancia de las decisiones que se tomaban en Viena y, en la hipótesis de que ese evento hubiera ocurrido por un designio del Imperio, la joven reina desconocía lo que se disponía en el centro del poder imperial para el “mejor” manejo de los estados.
En cuanto a la colaboración que Isabel siguió brindando sin resentimientos a la madre de su “enemiga”, habla de la grandeza de esta reina. Generosa, de buen corazón, sin dobleces ni rencores. Durante el tiempo que tuvo que compartir a su rey con Dyveke, lo hizo en silencio, sin jamás enfrentarla, sin herirla ni atacarla, a pesar de ser la soberana de Dinamarca. Isabel fue una reina de una dignidad extraordinaria, amable y misericordiosa como pocas.
14. Hay un personaje que muestra cierta doblez, que es el arzobispo de Tornheim, que primero se presenta como adalid de las relaciones de Dyveke con Cristian II y luego trata de separarlos ¿Cómo se explica su cambio de actitud?
Rta: El Arzobispo de Trondheim alentó las relaciones de Christian II y Dyveke cuando el príncipe era soltero. En esas fechas no conocía a Isabel de Habsburgo y ni siquiera sospechaba que algún día sería la esposa de su futuro rey. Sin embargo cuando la corona danesa comprometió a Christian con la nieta del Emperador y lo desposó, es allí donde le puso freno al libertinaje del monarca. Ello explica la aparente doblez de ese personaje.
15. También está el fascinante personaje de Cristian II, que aparece como cruel y tiránico en muchos momentos de la novela pero que en su trato con Isabel es siempre galante y extremadamente cariñoso incluso. ¿Cómo pensó en esa relación personal tan estrecha aun en los momentos en que el rey poseía una amante? ¿Fue la fidelidad de Isabel a su marido en el exilio la que la convenció de que la relación entre ambos debía ser buena?
Rta: Debemos recordar que hasta Enrique VIII fue galante con sus esposas aún teniendo a sus amantes. Con esto quiero significar que los reyes eran personas que habían recibido una gran educación y si quien era elegida para que fuera su esposa, era además una princesa dulce, afable y sobre todo muy educada -como es el caso de Isabel de Habsburgo que además provenía de una corte muy protocolar como la de Malinas-, no veo por qué el rey no debía ser galante y educado. No olvidemos que el casamiento de Christian II con Isabel, tuvo su razón de ser en una alianza entre el Imperio y Dinamarca. Él viajó con Isabel a través de su reino para mostrarla como su nueva reina, necesitaba una esposa de sangre real para que le diera descendencia y más de una vez –a pesar de su crueldad,- debe haberse conmovido con la ternura de esta niña-mujer que le habían elegido por esposa… Sin embargo mostrarse ocasionalmente galante, cariñoso y educado, no significaba que la respetara. En muchas ocasiones delante de sus súbditos la hundió en la humillación al bailar ante sus ojos con su amante o al mostrarse, delante de la corte en pleno, cortejando a Dyveke… o al compartir con ella una casa cercana al palacio… Sin embargo la fidelidad perpetua de Isabel, los hijos que tuvieron, la tristeza de Christian ante la temprana muerte de su reina y la incidencia que habrá producido en el ánimo del rey la pérdida del trono y la soledad de sus últimos años en prisión, me convencieron que finalmente, Christian valoró el verdadero amor de su esposa perdida.
16. ¿Cómo se explica la conversión al luteranismo de Isabel cuando toda su familia Habsburgo era tan contraria a las doctrinas de Lutero y sabía que su hermano era un enemigo jurado de la herejía luterana y ello provocaría con mucha probabilidad su falta de apoyo en la reclamación del trono danés?
Rta: Aunque pareciera que su conversión al luteranismo fuera una contradicción a su proverbial obediencia, creo que ello se explica porque Isabel puesta como reina de Dinamarca, asumió su condición de tal, evitando contradecir a su esposo en las decisiones que se estimaban de interés para el reino.
Su conversión fue un signo de identidad que se impuso por sobre todos los prejuicios de la época. Ese vértice de libertad, ese espacio de rebeldía frente al Imperio, se lo otorgó a Isabel, su fortaleza de espíritu.
Muchas gracias y enhorabuena por la novela. Esperamos la de María de Hungría que supongo será otro ejercicio de documentación y originalidad.
Primero unas preguntas personales relacionadas con la novela:
1. ¿De dónde le nace el interés por la historia europea y en concreto por la casa de Habsburgo de la que ya ha escrito varias novelas?
Rta: Mi interés por la historia europea y en concreto por la Casa Habsburgo es de larga data. Desde niña mi madre me contaba la historia de Juana I de Castilla y tanto me enamoró el personaje que cuando fui mayor decidí escribir una novela. Deseaba reivindicar a esta reina humillada y prisionera con un relato que nos llevara a peregrinar por su vida entera. Esto se debe a que siempre he pensado que aquello que la historia no puede reivindicar, la literatura sí puede hacerlo. Así fue que durante 13 años estuve abocada a la investigación y a la escritura de un libro sobre esta soberana y descubrí entonces que sobre sus hijas, existía muy poca literatura en español. Ese fue el motivo por el cual al terminar de escribir “Juana la reina, loca de amor”, me aboqué a rescatar del olvido a sus poco o nada recordadas hijas.
Además, no hay que olvidar que la América española, tiene su origen, precisamente, en la acción colonizadora desarrollada por ese reino y que, en consecuencia, en estas tierras hemos tenido una historia común con la Península Ibérica, hasta la finalización de las luchas de emancipación nacional de los países americanos. Es decir que, nosotros, en Argentina, estudiamos la historia española de la época de la Colonia, como parte de nuestra propia historia y eso también es un motivo de interés en mí, en lo que respecta a la temática que mis novelas abordan.
2. En sus novelas las protagonistas siempre son femeninas. ¿Le resulta más fácil este enfoque o simplemente es una casualidad?
Rta: En mis novelas todas las protagonistas de las historias son siempre mujeres, no porque sea más fácil, sino porque me place identificarme, desde el género, con aquellos personajes que considero han sido verdaderas heroínas. Creo que me siento más realizada al poder interpretar desde mi visión femenina a esas mujeres sobre las cuales escribo.
3. En esta novela en concreto hay una abundante documentación sobre la historia danesa, noruega y sueca ¿Qué fuentes ha utilizado para su documentación?
Rta: Fue muy difícil para mí, desde Argentina, reunir la información necesaria para realizar esta novela porque existe muy poca documentación en español sobre esta reina. Para escribir Isabel de Habsburgo, reina de Dinamarca, utilicé como base del libro, información sobre la vida de esta soberana que me envió la Fundación Reina Isabel de Dinamarca de la Embajada de Dinamarca en Madrid; el libro “La caída del rey” de Johannes Jensen y, por supuesto, el estudio que hice de la historia general de Dinamarca, Noruega y Suecia... además de la historia de Flandes y España en el siglo XVI. Todo ello, formulado mediante mucha reflexión sobre los acontecimientos y los personajes que reflejo y me gusta sentir que es lo que yo doy en llamar: inspiración literaria.
4. La descripción geográfica y paisajística también es pormenorizada ¿Ha visitado alguno de estos países nórdicos?
Rta: No he visitado aún los países nórdicos, pero ello no es impedimento para obtener información veraz y útil sobre la geografía y la botánica de esos reinos a través de las enciclopedias generales y libros específicos de esas materias, buscando así los detalles que permitan dar mejor imagen de aquellos escenarios, en la mente de los lectores.
5. ¿Qué hubiera hecho usted si se hubiera visto en la piel de Isabel? ¿Hubiera tenido tanta paciencia y obediencia ?
Rta: Si yo me hubiera visto en la piel de Isabel, en el siglo XVI, tal vez hubiera tenido paciencia y hubiera sido obediente como lo fue ella. No debemos olvidar que la educación recibida moldea el carácter y las cuatro hijas de Juana I de Castilla recibieron una muy estricta educación, dirigida a dotarlas de las cualidades que en la época se consideraban necesarias para ser reinas de algún país extranjero, y cuando se es reina, priman las obligaciones hacia el reino y no los deseos individuales. Creo que no sería acertado juzgar a esa reina con la mirada del Siglo XXI, sino que deberíamos hacer el esfuerzo intuitivo-intelectual de intentar “ponernos en su piel”.
6. Abundando en sus personajes femeninos. ¿Le hubiera gustado ser una reina del siglo XVI?
Rta: No. Ser reina en el siglo XVI implicaba una desmesurada sumisión a las decisiones de los detentadores del poder, sobre todo porque había que aceptar esos mandatos con la boca cerrada sin cuestionar nunca nada.
Yéndonos más a la actualidad:
7. ¿Qué se podría extrapolar de su novela a la época moderna de crisis económica y de valores?
Rta: Creo que en nuestra época aún existen muchos Christian II, personas crueles e inhumanas, mentirosas y ambiciosas, que tras sus objetivos de lograr mucho poder, placer y poseer, hacen gran daño a la sociedad en la que viven.
8. ¿Qué le parecen los actuales matrimonios por amor de las realezas europeas, en que príncipes y princesas se casan con plebeyos?
Rta: En ese sentido, la costumbre de las actuales casas reales, ha tenido una notoria evolución, que las diferencia de las de aquel siglo. Personalmente creo que todos los matrimonios, sean o no de la realeza, se deben contraer por amor y no por lazos de sangre o de estirpe. El amor es el verdadero motivo que puede unir en cuerpo y alma a los esposos.
Centrándonos en su novela:
9. El elemento romántico de la novela es patente, aparte del gran trabajo histórico de documentación. ¿Cree que ese componente pueda llevar a que sea minusvalorado su libro?
Rta: De ningún modo creo que profundizar en los sentimientos de los personajes deba minusvalorar una historia. Muy por el contrario. El complemento de los sentimientos y vivencias que se reflejan en la novela, demuestra que se trata de un libro completo e integrado a los acontecimientos relatados con total rigurosidad histórica. Todas las personas, más allá del siglo en el que hayan vivido, están compuestas de cuerpo, mente, alma y espíritu y son una unidad integral, donde todos esos aspectos deben ser tenidos en cuenta para conocerlas verdaderamente. Los afectos son un componente esencial de todo ser humano y, por ello, una historia donde los protagonistas no muestren sus sentimientos, a mi entender, está incompleta, no refleja a las personas en su integridad.
10. La novela, como decimos, es histórica y romántica a la vez. ¿Cuánto tanto por ciento le da a cada elemento?
Rta: Creo que la novela de Isabel es una novela histórica. El 100% se lo doy a la parte histórica. Lo expresado en relación a los sentimientos, es sólo un complemento necesario de las personalidades descriptas, que permite dar integridad al relato.
Hablando de los personajes de la novela:
11. Sin duda Isabel debió de escribir numerosas cartas de protesta o de añoranza a su tía Margarita o incluso a su abuelo Maximiliano. ¿Por qué no se planteó incluir esta clave en la novela?
Rta: Para no apartarme de la rigurosidad histórica con que desarrollo la vida del personaje. Isabel aceptó su destino sin quejarse. Jamás cuestionó las decisiones que sobre su persona se trazaron, por lo menos públicamente, dado que nada de eso ha trascendido. Si hubiera encontrado referencias históricas al respecto, las hubiera incluido. Ella sólo escribió para contar lo mucho que extrañaba a sus hermanos y a su tía Margarita, al encontrarse tan lejos de Flandes y esos datos los he incluido en mi novela.
12. Isabel es muy joven cuando va a Dinamarca y desconocía el danés. ¿Cree que sus primeros años en el país de su marido fueron realmente duros?
Rta: Isabel fue enviada a Dinamarca cuando iba a cumplir sus catorce años. A esa edad cualquier niña se hubiera sentido intimidada y asustada al ser enviada a desposarse con un rey extranjero, veinte años mayor, del que desconocía hasta el idioma con el cual comunicarse, que no la amaba, que la dejaba abandonada sin importarle sus sufrimientos y que tenía una amante hermosa desde hacía varios años. Si a todos esos grandes defectos del rey, se le sumaba que, además, tenía un carácter irascible, iracundo y cruel, creo que no hay mucho más para agregar. Isabel sufrió mucho. Sus años en Dinamarca fueron realmente muy duros y hasta me atrevería a decir que fueron causa de su prematuro final.
13. La muerte de Dyveke, la amante del rey, da nuevo aire a la relación con su marido a Isabel. ¿Hasta qué punto pudo ser responsable la propia Isabel a través de la casa de Habsburgo de su fallecimiento? ¿Por qué cree que Isabel siguió colaborando eficazmente y sin resentimientos con la madre de la que, en principio, era su enemiga?
Rta: Estoy convencida que Isabel no fue responsable de la muerte de Dyveke. Ella se encontraba a gran distancia de las decisiones que se tomaban en Viena y, en la hipótesis de que ese evento hubiera ocurrido por un designio del Imperio, la joven reina desconocía lo que se disponía en el centro del poder imperial para el “mejor” manejo de los estados.
En cuanto a la colaboración que Isabel siguió brindando sin resentimientos a la madre de su “enemiga”, habla de la grandeza de esta reina. Generosa, de buen corazón, sin dobleces ni rencores. Durante el tiempo que tuvo que compartir a su rey con Dyveke, lo hizo en silencio, sin jamás enfrentarla, sin herirla ni atacarla, a pesar de ser la soberana de Dinamarca. Isabel fue una reina de una dignidad extraordinaria, amable y misericordiosa como pocas.
14. Hay un personaje que muestra cierta doblez, que es el arzobispo de Tornheim, que primero se presenta como adalid de las relaciones de Dyveke con Cristian II y luego trata de separarlos ¿Cómo se explica su cambio de actitud?
Rta: El Arzobispo de Trondheim alentó las relaciones de Christian II y Dyveke cuando el príncipe era soltero. En esas fechas no conocía a Isabel de Habsburgo y ni siquiera sospechaba que algún día sería la esposa de su futuro rey. Sin embargo cuando la corona danesa comprometió a Christian con la nieta del Emperador y lo desposó, es allí donde le puso freno al libertinaje del monarca. Ello explica la aparente doblez de ese personaje.
15. También está el fascinante personaje de Cristian II, que aparece como cruel y tiránico en muchos momentos de la novela pero que en su trato con Isabel es siempre galante y extremadamente cariñoso incluso. ¿Cómo pensó en esa relación personal tan estrecha aun en los momentos en que el rey poseía una amante? ¿Fue la fidelidad de Isabel a su marido en el exilio la que la convenció de que la relación entre ambos debía ser buena?
Rta: Debemos recordar que hasta Enrique VIII fue galante con sus esposas aún teniendo a sus amantes. Con esto quiero significar que los reyes eran personas que habían recibido una gran educación y si quien era elegida para que fuera su esposa, era además una princesa dulce, afable y sobre todo muy educada -como es el caso de Isabel de Habsburgo que además provenía de una corte muy protocolar como la de Malinas-, no veo por qué el rey no debía ser galante y educado. No olvidemos que el casamiento de Christian II con Isabel, tuvo su razón de ser en una alianza entre el Imperio y Dinamarca. Él viajó con Isabel a través de su reino para mostrarla como su nueva reina, necesitaba una esposa de sangre real para que le diera descendencia y más de una vez –a pesar de su crueldad,- debe haberse conmovido con la ternura de esta niña-mujer que le habían elegido por esposa… Sin embargo mostrarse ocasionalmente galante, cariñoso y educado, no significaba que la respetara. En muchas ocasiones delante de sus súbditos la hundió en la humillación al bailar ante sus ojos con su amante o al mostrarse, delante de la corte en pleno, cortejando a Dyveke… o al compartir con ella una casa cercana al palacio… Sin embargo la fidelidad perpetua de Isabel, los hijos que tuvieron, la tristeza de Christian ante la temprana muerte de su reina y la incidencia que habrá producido en el ánimo del rey la pérdida del trono y la soledad de sus últimos años en prisión, me convencieron que finalmente, Christian valoró el verdadero amor de su esposa perdida.
16. ¿Cómo se explica la conversión al luteranismo de Isabel cuando toda su familia Habsburgo era tan contraria a las doctrinas de Lutero y sabía que su hermano era un enemigo jurado de la herejía luterana y ello provocaría con mucha probabilidad su falta de apoyo en la reclamación del trono danés?
Rta: Aunque pareciera que su conversión al luteranismo fuera una contradicción a su proverbial obediencia, creo que ello se explica porque Isabel puesta como reina de Dinamarca, asumió su condición de tal, evitando contradecir a su esposo en las decisiones que se estimaban de interés para el reino.
Su conversión fue un signo de identidad que se impuso por sobre todos los prejuicios de la época. Ese vértice de libertad, ese espacio de rebeldía frente al Imperio, se lo otorgó a Isabel, su fortaleza de espíritu.
Muchas gracias y enhorabuena por la novela. Esperamos la de María de Hungría que supongo será otro ejercicio de documentación y originalidad.