Entrevista a Rosa Ribas (Don de lenguas)

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lucia
Cruela de vil
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Entrevista a Rosa Ribas (Don de lenguas)

Mensaje por lucia »

Entrevista a Rosa Ribas (Don de lenguas)

-¿Cuales fueron los retos a los que tuviste que enfrentarte para escribir esta novela con una alemana?Imagen
Diferencias culturales, de hábitos y en la forma de escribir, todo eso influye. Yo pensaba que después de 22 años viviendo allí ya era alemana, pero luego descubrí que no. A la hora de trabajar, los alemanes siguen siendo más alemanes que tú. Cuando Sabine y yo nos pusimos a escribir, yo no necesitaba tenerlo todo tan detallado, a mí se me va la mano escribiendo. Ella me decía: “No, no, no, esto lo tenemos que pensar hasta el final”, una expresión muy alemana. Entonces pensábamos hasta el final, lo cual nos vino bien porque al ser dos es mejor tenerlo todo planificado.

Después de tener el esquema claro, empezamos a escribir los capítulos. Escogimos un personaje cada una, aunque a veces nos los intercambiábamos porque si conoces bien al otro personaje tienes que entrar en su cabeza mirar a través de sus ojos. Solo entonces veías su mundo y pensabas: “Vale, domino a este personaje, lo tengo”.

Fuimos trabajando así y, cuando ambas tuvimos los textos, yo en español y ella en alemán, los tradujimos a ambos idiomas. Al traducirnos fue cuando hicimos el gran filtro ya que, cuando lees como lectora, es decir, tu compañera te pasa el texto, das alguna propuesta. Sin embargo, cuando tomas ya la versión final como traductora, ya sí que no dejas pasar una. Frases superfluas, fuera; contradicciones en ambos textos, corregirlas; diálogos que dices: “Uy, no me acaba de convencer, aquí sobra esto, fuera.” Ese trabajo final fue muy enriquecedor. Después, claro, hemos tenido dos originales diferentes, en alemán y en español. Pero para que no hubiese ninguna discordancia, yo soy la responsable final del texto en español y Sabine la responsable del texto en alemán.

Gracias a ese trabajo conjunto, no se nota que haya habido cuatro manos, bueno tres, porque ella escribe en ordenador y yo a mano [risas] Se lo pasamos a una filóloga para que lo leyera y diera el visto bueno final.

¿Hay cierto paralelismo entre las personalidades de los personajes, Beatriz y Ana, y las mentalidades alemanas y españolas?
Sí, Beatriz es más racional, mientras Ana es más pasional. Cuando diseñamos los personajes, yo hice la pregunta por cortesía: “¿Tienes alguna preferencia, Sabine?”. Menuda pregunta, porque rápidamente me dijo: “Beatriz, Beatriz”. Pero lo bueno es que hay capítulos de Ana que son de ella y viceversa. Hemos conseguido conocer tan bien al personaje que podíamos escribir sobre el otro. Si una se atascaba, la otra podía acabar el capítulo. Con lo celoso que es el escritor, escribir con otra persona es otra forma de escribir. Por eso, como el proceso de escribir esta novela fue lento y duró mucho, mientras, yo fui escribiendo una novela sola. Las acabé casi a la vez, pero hemos empezado promocionando Don de lenguas primero.

-¿Cómo surgió la colaboración con Sabine?
Nos conocemos desde la universidad, trabajábamos en el mismo departamento. Una vez, para un regalo de una amiga muy querida que se iba de la universidad, decidimos regalarle un relato de 50-60 páginas escrito por las dos. Era una novelita y estaba escrita en alemán y en español, no la tradujimos porque nuestra amiga entendía muy bien ambas lenguas. Nos gustó mucho la colaboración, el pensar la historia juntas, el documentarnos juntas. Además, debíamos de escribir en secreto para que no nos viese la compañera. Nos dejó el gusanillo y decidimos en el futuro escribir algo en común. El caso es que había una idea, que era hacer una novela donde el conocimiento de lenguas y el conocimiento de la literatura tuvieran un peso especial, y que eso diera clave de cómo se iba a resolver el caso. Así empezamos a pensar y a pensar. Sobre todo a reflexionar cómo lo haríamos y ver cómo trabajaban otros escritores que escribían juntos. Así que la idea viene de esa novelita a nuestra amiga, que por cierto, es la única que tiene copia de ella.

Esta novela es un género muy mixto: tiene la parte policíaca, histórica, cultural, parte de thriller... ¿por qué decidió hacer esta mezcla?
En este caso, al ambientar la novela en la Barcelona de 1950 tuvimos que realizar una gran tarea de documentación histórica, pero el hilo conductor es una historia policíaca. Por otro lado, tampoco queríamos que la novela cayese en algunos malos hábitos de las novelas históricas que te cuentan la historia. Nuestro personaje no está paseándose por delante del escenario, está dentro. Hemos procurado que no hubiese nadie que diga en la novela: “Ay, en esta época ¡¡cuánta miseria hay!!”. No, la miseria la ves, te la muestran con pequeños detalles. Otro ejemplo, una chica se volvía loca por tener unas medias en esa época, entonces lo contábamos poniendo el caso de una chica que se pintaba una raya negra fingiendo que era la costura de las medias de seda. Son cosas de la época y las reflejamos en la novela. Estos detalles de mostrar como era la vida, pero sin que nadie te lo cuente. Hemos querido que el lector viaje en el tiempo. Es novela histórica, sí; es policial, también; es una novela filológica, por supuesto. Tiene todos los ingredientes, y eso es lo que nos halaga.

Yo creo que hay veces que se minusvalora al lector, se le explica demasiado. El lector lo que quiere es tener conclusiones. Dándole detalles, el lector es capaz de entender lo que yo le quiero transmitir. A mí me echa de la novela cuando llega el investigador y me da el monólogo. No estoy dentro porque el autor se ha metido dentro del personaje.

Usted ha vivido en Fráncfort, donde conoció a Sabine, ¿cómo ha sido ella capaz de describir tan bien la situación socio-económica de Barcelona y España en esa época? Presupongo que para usted, que es catalana, habrá sido más fácil.Imagen
Hemos hecho un trabajo de documentación e investigación muy hondo. Lo que a ella le ayudó mucho a entender la Barcelona de 1950 es comparar la posguerra española y la posguerra alemana, cómo fueron. A partir de los elementos que le llamaban la atención, empezó a profundizar. Como por ejemplo, justo en esas fechas en España se estaban quitando las cartillas de racionamiento mientras en Alemania estaba empezando el milagro económico, cuando la posguerra alemana empezó en el 1945. Para mí fue muy interesante ver estos elementos desde su óptica y, además, eso nos permitía ver qué queríamos destacar y qué podíamos contar en la novela.

Está claro que el trabajo de ella en esta novela fue más intenso en este sentido, yo tenía más imágenes, más historias de casa. Mi padre me dijo: “¿Recuerdas cuando la perra hacía una curva cuando pasabais por delante de la consulta veterinaria? Pues lo mismo nosotros ante la comisaria de Vía Laietana”. Esas imágenes me decían mucho más que una historia que alguien te la cuenta explícitamente. Del mismo modo, tuvimos muchos informantes, como gente del mundo académico que te contaba cómo era su vida en esa época.

-Ana y Beatriz son mujeres atípicas para la época. ¿es un intento de reivindicar ese tipo de mujeres?
Queríamos evitar un anacronismo. Beatriz representa lo que pudo haber sido, pero que la guerra le impidió ser. Por eso está en ese exilio interior. Hubo un momento en que empezaron a surgir escritoras, profesoras, periodistas, pero ahora por motivos políticos no pueden ejercer su profesión. Su única obsesión es salir del país porque aquí no puede enseñar. Ana tiene un motor muy fuerte y es la necesidad de continuar con la tradición familiar. Padre y abuelo son periodistas, y ella tiene esa necesidad de suplir a su padre e incluso a su hermano.

Nos inspiramos en la periodista Margarita Landi, que trabajó en El Caso y fue de las primeras mujeres en ocuparse de la sección de “sucesos” en los periódicos, que era el otro gran tema de interés. Puesto que en España no se podían tratar temas considerados deshonestos como el sexo, se pasó a la otra gran afición española, el morbo [risas]. En nuestra novela también reflejamos una inquietud de la época, es decir, informar solo de crímenes que sucedían fuera. Si se trataban los de aquí, era para mostrar qué bien trabajaba la policía. Ana pretende recrear la trayectoria hecha por Margarita Landi. Es cierto que era chocante ver a una mujer encargada de esa sección, había muchos recelos por parte de sus compañeros. Eso se sumaba a las ya tradicionales limitaciones de los periodistas.

-¿Cree que hay limitaciones que se siguen repitiendo hoy en día?
En el fondo muchas de esas cosas, de esas limitaciones, siguen igual. Uno de los temas que están muy presentes es el de la censura interior del propio periodista. Hasta qué punto a uno le va moldeando para que seas tú mismo el que decidas no escribir algo porque sabes que no te van a publicar. A Ana también le sucede. Ha escrito muchas informaciones y ya se sabe las reglas.

-Ana es un personaje muy humano, cuando Castro está en el interrogatorio y da el bofetón a la otra mujer, pues ella siente miedo porque le puede tocar a ella y porque puede perder su trabajo. Es un sentimiento contradictorio.Imagen
Sí, sí, claro. La idea era que todos los personajes tuvieran sus luces y sus sombras. Ana es la protagonista y todos solemos pensar que el protagonista está por encima moralmente de todos. Ana siente la necesidad moral de decir algo ante esa situación, pero se calla. Ahí es donde se empiezan a ver las limitaciones de la época. En esa época, si Ana quiere mantener su trabajo, tiene que aceptar las reglas del juego. Ella lo acepta. La idea es que al final todos salgan algo manchados de este libro. Todos se ensucian, incluso su jefe aunque Ana piense que no.

-Viendo el contexto familiar de Ana, observamos a alguien con problemas, con un padre que no le reconoce su trabajo y una madre que sigue viviendo en una época que ya pasó. ¿Pretendió crear personajes apegados a la realidad?
Sí, y con problemas, como les suele pasar a todos. Queríamos dos mujeres reales, de carne y hueso, que tomen decisiones buenas y decisiones no tan buenas. Son mujeres con sus miedos y sus contradicciones. A veces te presentan estos personajes que en su trabajo las cosas pueden ir mal, pero que cuando llegan a casa todo es maravilloso, lindo. El marido es comprensivo, los niños son modélicos... cuando sucede todo lo contrario [risas]. Y aún así debes de seguir adelante.

-¿Por qué escogieron esta época tan poco conocida literariamente?
En esta novela hemos escogido el año 52 porque es un año que políticamente es importante. Se pensaba que el régimen de Franco caería y que esto en algún momento se acabaría. Pero es el año en que se produce el reconocimiento internacional del régimen y entonces muchos pensaron: “Esto va a ir para largo”. Económicamente se ve un poco de luz al final del túnel, pero políticamente se cierra la puerta. Es una época gris, pero había gente que vivía en esos tiempos, que no se desconectaron de la realidad esperando que la cosa pasase. No, esa gente estaba ahí con sus vidas y eso era lo que queríamos mostrar. Nuestra idea era contar esa Historia que se ha contado poco porque la generación que ha vivido en ella tampoco se ha querido recrear en esos años.

-¿Por qué escogieron como título Don de lenguas?
Lo teníamos bastante claro desde el principio. La idea era llamar la atención sobre el tema de la lengua que es tan importante en nuestra novela. Es, por otro lado, todo el conocimiento lingüístico de Beatriz la clave para descifrar quién es el asesino, pero también es la sagacidad lingüística de Ana a la hora de hablar con la gente.


Entrevista por Noel Corregidor
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jumareva
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Re: Entrevista a Rosa Ribas (Don de lenguas)

Mensaje por jumareva »

Muy buena entrevista. Da gusto escuchar y leer a Rosa Ribas. Me han entusiasmado las tres de Cornelia Weber-Tejedor y "Don de lenguas" promete.

Recuerdo a Margarita Landi, cuando alguna vez salía en televisión. Creo que es la única mujer que he visto fumar en pipa.
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Carmen Neke
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Re: Entrevista a Rosa Ribas (Don de lenguas)

Mensaje por Carmen Neke »

Me encanta Rosa Ribas, como escritora y como persona. El libro tiene una pinta magnífica y es una gran noticia que se haya publicado en una editorial de tanto prestigio como Siruela. En cuanto pueda me hago con él porque estoy segura de que va a merecer mucho la pena.
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natura
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Re: Entrevista a Rosa Ribas (Don de lenguas)

Mensaje por natura »

Muy buena la entrevista, gracias Noel. También soy fan de Weber-Tejedor, y este Don de lenguas lo tengo fichado desde que salió. Además, esta mujer es una maravilla como entrevistada, y en la promoción de sus novelas siempre cuenta un montón de cosas interesantes. No pude ir cuando estuvo esta última vez en Madrid, por lo que me ha encantando leer este hilo :402: .
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