CV6 - El piano - Mario Cavara
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Re: CV6 - El piano
Hola autor/a.
Tu lenguaje es hermoso, hace suspirar, adoro eso.
Pero, (mala palabra) me parece una reflexión sobre su vida
y no un relato, le falta acción y algún giro que sorprenda.
Además, perdón, pero no me gustan los vocablos groseros,
y menos en medio de una prosa tan bella.
Mucha suerte y gracias por compartirlo
Tu lenguaje es hermoso, hace suspirar, adoro eso.
Pero, (mala palabra) me parece una reflexión sobre su vida
y no un relato, le falta acción y algún giro que sorprenda.
Además, perdón, pero no me gustan los vocablos groseros,
y menos en medio de una prosa tan bella.
Mucha suerte y gracias por compartirlo
Re: CV6 - El piano
Bonito homenaje al piano y a la música.
Un relato intimista, escrito con un lenguaje muy poético. Se nota que el autor escribe muy bien.
Aunque a mí, en general, me gustan más los relatos que tienen un poquito más de acción y un poquito menos de introspección (gustos personales).
Buen trabajo, en todo caso.
Gracias al autor por compartirlo y suerte en el concurso.
Un relato intimista, escrito con un lenguaje muy poético. Se nota que el autor escribe muy bien.
Aunque a mí, en general, me gustan más los relatos que tienen un poquito más de acción y un poquito menos de introspección (gustos personales).
Buen trabajo, en todo caso.
Gracias al autor por compartirlo y suerte en el concurso.
- Onomatopeya
- No puedo vivir sin este foro
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- Registrado: 16 Ene 2015 18:33
Re: CV6 - El piano
Para mí es otro caso de alguien que sabe escribir bien, hasta puede haberse formado, e intenta desmostrarlo. El problema es que sale forzado, recargado y pesado. Cuando te sientas sin necesidad de demostrar lo que sabes, tu escritura sera concisa, sencilla, sin elementos superfluos, pero a la vez será como una dentellada directa, sin rodeos. Ansio que llegue se día.
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Re: CV6 - El piano
Seré breve (aunque preferiría explayarme) porque estoy desde una tablet y prefiero los teclados del siglo XX, sobre todo porque he tenido que reescribir esto TRES veces .
Me ha parecido leer una reinterpretación del dicho "la música amansa las fieras", pero siendo la fiera en este caso un trastorno que sufre la protagonista (¿un problema psiquiátrico? ¿un trauma?). Si esa es la idea tienes mi aplauso, autor o autora pero ahí terminan mis elogios. Hubiera sido interesante que nos lo presentaras como una historia que se desarrolla, con interacciones o con algún atisbo de evolución a lo largo de la historia. Tampoco me ha gustado el estilo, es muy directo y a la vez muy recargado. Hubiera estado bien dejar algo más de margen al lector para que interpretara la historia o al menos, algún aspecto de ésta.
Como te digo, creo que tienes no solo buena materia prima, sino un diamante en bruto. Quizá enfocándolo desde otro punto de vista pueda ganar muchos enteros.
Me ha parecido leer una reinterpretación del dicho "la música amansa las fieras", pero siendo la fiera en este caso un trastorno que sufre la protagonista (¿un problema psiquiátrico? ¿un trauma?). Si esa es la idea tienes mi aplauso, autor o autora pero ahí terminan mis elogios. Hubiera sido interesante que nos lo presentaras como una historia que se desarrolla, con interacciones o con algún atisbo de evolución a lo largo de la historia. Tampoco me ha gustado el estilo, es muy directo y a la vez muy recargado. Hubiera estado bien dejar algo más de margen al lector para que interpretara la historia o al menos, algún aspecto de ésta.
Como te digo, creo que tienes no solo buena materia prima, sino un diamante en bruto. Quizá enfocándolo desde otro punto de vista pueda ganar muchos enteros.
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Re: CV6 - El piano
Como son cortitos, he leído todos los relatos un par de veces y los he releído una o dos veces más antes de comentar. En una primera lectura, este relato me ha tirado un tanto para atrás, por una prosa demasiado ampulosa. Sí que me gusta que un texto me rete y haga que busque en diccionarios pero esto me parecía exagerado, aún con su perfección formal. (Y también a mí me ha molestado la palabra "blandiblú" en este contexto).
Ha ganado mucho en mi estima con las relecturas. Una mujer maltratada que sólo consigue exonerar sus demonios a través de la música que ella misma le extrae al piano. Entiendo que las obras que interpreta deben ser complicadas y tortuosas para poder expulsar sus miedos, frustraciones,rabia... El piano como único elemento que la aleja del suicidio. Pues creo que el autor/a (qué asco me da tener que ser políticamente correcta continuamente con esto y no va por tí sino porque lo llevo haciendo varios relatos y no dejo de pensar que es absurdo) ha pretendido volcar precisamente esa música en el lenguaje de la narración. ¿Qué música interpretaría la protagonista? ¿Sencillas y transparentes obras de Debussy? ¿O oscuras y tortuosas "divagaciones" de Chopin o de Liszt? Esa comunión que la protagonista encuentra con el teclado y con la música que le extrae, añado yo, con una ejecución impecable, es el lenguaje con el que el autor ha querido recrearlo en el relato. Un lenguaje complicado, recargado y en una composición narrativa perfecta.
Y como me haya equivocado el autor, he decidido dejar de ser políticamente correcta y referirme en lo sucesivo al término inclusivo masculino, como mínimo me debe un par de copas.
Ah, y edito para comentar que lógicamente este título había despertado mi curiosidad por el amor/odio que le tengo a ese instrumento y por ser el mismo que el de mi último relato de los concursos.
Ha ganado mucho en mi estima con las relecturas. Una mujer maltratada que sólo consigue exonerar sus demonios a través de la música que ella misma le extrae al piano. Entiendo que las obras que interpreta deben ser complicadas y tortuosas para poder expulsar sus miedos, frustraciones,rabia... El piano como único elemento que la aleja del suicidio. Pues creo que el autor/a (qué asco me da tener que ser políticamente correcta continuamente con esto y no va por tí sino porque lo llevo haciendo varios relatos y no dejo de pensar que es absurdo) ha pretendido volcar precisamente esa música en el lenguaje de la narración. ¿Qué música interpretaría la protagonista? ¿Sencillas y transparentes obras de Debussy? ¿O oscuras y tortuosas "divagaciones" de Chopin o de Liszt? Esa comunión que la protagonista encuentra con el teclado y con la música que le extrae, añado yo, con una ejecución impecable, es el lenguaje con el que el autor ha querido recrearlo en el relato. Un lenguaje complicado, recargado y en una composición narrativa perfecta.
Y como me haya equivocado el autor, he decidido dejar de ser políticamente correcta y referirme en lo sucesivo al término inclusivo masculino, como mínimo me debe un par de copas.
Ah, y edito para comentar que lógicamente este título había despertado mi curiosidad por el amor/odio que le tengo a ese instrumento y por ser el mismo que el de mi último relato de los concursos.
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- Iliria
- Foroadicto
- Mensajes: 4835
- Registrado: 23 Jul 2014 23:13
- Ubicación: En la Torada Mágica, para siempre
Re: CV6 - El piano
Usas un lenguaje demasiado recargado que sin embargo en un relato tan breve y dedicado a algo tan complejo como la música funciona bastante bien. En conjunto me ha gustado. De hecho, me ha parecido en algún momento leer a Aquiles Delle Vigne en su libro "Viaje a la intimidad de un pianista", con el que a la hora de abordar la música se expresa en términos muy similares.
Sólo me ha chocado la palabra "blandiblú" ¿No había otra?
Puntitos pa ti. Suerte
Sólo me ha chocado la palabra "blandiblú" ¿No había otra?
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Si tienes un jardín y una biblioteca, tienes todo lo que necesitas - Cicerón
-¿Y con wi-fi?
-Mejor.
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Re: CV6 - El piano
Lo siento, no ha terminado de encandilarme.
En principio tiene todos los ingredientes para gustarme, el tono poético y la música. Tiene además frases, o partes de las mismas, que me han gustado mucho por lo que evocan. No así el uso de otras palabras que ya te han dicho como blandiblú y jodidamente que no me cuadran con el tono del relato.
También a ratos me suena algo recargado, no por el léxico que a mí sí me encaja (salvo las palabras arriba citadas), sino por el ritmo, la musicalidad del texto al ser leído. Algunas frases serían más fuertes siendo más cortas (para mi gusto personal, claro), otras les sienta bien el largo. Creo que lo complicado es encontrar el equilibrio perfecto. Pero si es tu estilo y te gusta pues bien está, hay lectores para todos los gustos. No me chirría la voz narradora porque sí encaja con el tipo de relato que presentas. Por otra parte, me gusta la mezcla con la música como te decía y casi he sentido una triste melodía arpegiada flotando por tu texto.
Bueno, dirás entonces que por qué no me ha gustado. Bueno, me hubiera gustado algo más de desarrollo, una resolución, no sólo la reflexión. Pero sobre todo lo que no me ha gustado es el pesimismo. Esto es algo muy subjetivo, lo sé, pero no me gusta esa sensación tan deprimente y asfixiante, sin un pequeña luz de esperanza, sin valorar lo más mínimo de la vida, y con esa protagonista echando la culpa de todos sus males al resto del mundo y sin culparse a sí misma de nada.
Tal vez llevada de otro modo sí, que viéramos cómo su vida se derrumba mientras piensa erróneamente que la culpa es del mundo. Pero como sólo escucho su voz y no sé nada de lo que le pasa o le ha pasado me agobia un poco.
Como te digo es muy subjetivo, así que no me tengas en cuenta, sólo gusto personal. Pero pienso en una protagonista atormentada por sus propios errores, llorando su pena en las teclas y a la vez vibrando con los arpegios pensando en algo que le apasione, alguien a quien quiera, algo que le importe en el mundo, y sé que ahí me habrías encandilado.
Gracias por compartirlo
En principio tiene todos los ingredientes para gustarme, el tono poético y la música. Tiene además frases, o partes de las mismas, que me han gustado mucho por lo que evocan. No así el uso de otras palabras que ya te han dicho como blandiblú y jodidamente que no me cuadran con el tono del relato.
También a ratos me suena algo recargado, no por el léxico que a mí sí me encaja (salvo las palabras arriba citadas), sino por el ritmo, la musicalidad del texto al ser leído. Algunas frases serían más fuertes siendo más cortas (para mi gusto personal, claro), otras les sienta bien el largo. Creo que lo complicado es encontrar el equilibrio perfecto. Pero si es tu estilo y te gusta pues bien está, hay lectores para todos los gustos. No me chirría la voz narradora porque sí encaja con el tipo de relato que presentas. Por otra parte, me gusta la mezcla con la música como te decía y casi he sentido una triste melodía arpegiada flotando por tu texto.
Bueno, dirás entonces que por qué no me ha gustado. Bueno, me hubiera gustado algo más de desarrollo, una resolución, no sólo la reflexión. Pero sobre todo lo que no me ha gustado es el pesimismo. Esto es algo muy subjetivo, lo sé, pero no me gusta esa sensación tan deprimente y asfixiante, sin un pequeña luz de esperanza, sin valorar lo más mínimo de la vida, y con esa protagonista echando la culpa de todos sus males al resto del mundo y sin culparse a sí misma de nada.
Tal vez llevada de otro modo sí, que viéramos cómo su vida se derrumba mientras piensa erróneamente que la culpa es del mundo. Pero como sólo escucho su voz y no sé nada de lo que le pasa o le ha pasado me agobia un poco.
Como te digo es muy subjetivo, así que no me tengas en cuenta, sólo gusto personal. Pero pienso en una protagonista atormentada por sus propios errores, llorando su pena en las teclas y a la vez vibrando con los arpegios pensando en algo que le apasione, alguien a quien quiera, algo que le importe en el mundo, y sé que ahí me habrías encandilado.
Gracias por compartirlo
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Re: CV6 - El piano
Muy bien escrito. Prosa de alto nivel que en ocasiones me ha ofrecido un nuevo vocabulario. La idea del piano, un objeto inerte, que sea aquel quien la salve del suicidio y la depresión me parece excelente. Aún así tengo que decir que no es mi tipo de lectura, aunque reconozco el trabajo elegante del autor.
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Re: CV6 - El piano
Revisando relatos y comentarios, veo que el mío no llegó a enviarse cuando leí este texto. Me gusta la prosa sencilla, y esta no lo es. Admiro la habilidad con la que ciertas personas manejan las palabras, pero difícilmente disfruto con ellas. Me faltó una historia más elaborada y un vocabulario más sencillo.
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- Seltima
- Me estoy empezando a viciar
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Re: CV6 - El piano
¿Todavía no se sabe la autoría?
Con las ganas que tenía... este era uno de mis favoritos.
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- kassiopea
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Re: CV6 - El piano
El autor ya puede pasarse por aquí y desvelar su autoría
- Seltima
- Me estoy empezando a viciar
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Re: CV6 - El piano
Pues no (y no tengo piano), pero ojalá escribiera un texto así... y tuviera piano
Gavalia, buen panadero pero mal adivino
Gavalia, buen panadero pero mal adivino
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Re: CV6 - El piano
En paz descanses, amigo.
- Mario Cavara
- Foroadicto
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Re: CV6 - El piano
Hola a todos. Lamento haber tardado en identificarme, pero he estado fuera más de un mes. De hecho, tengo que admitir que se me había olvidado completamente (a los que ya de por sí somos olvidadizos, las vacaciones acostumbran a actuar a modo de palimpsesto), así que agradezco que una gentil forera me lo haya recordado mediante un mensaje privado
Decir asimismo que, aunque sea ya fuera de concurso, intentaré sacar tiempo para comentar al menos algunos de los otros relatos participantes. Si los puedo comentar todos, mejor.
Antes que nada, quisiera decir que este texto está inspirado en el personaje de Virginia Woolf, una de mis escritoras favoritas, y sus últimos días antes de suicidarse al meterse en un lago con los bolsillos de su abrigo atestados de piedras. Eso sí, entiéndaseme, digo y recalco “inspirado en”, no “basado en”. Lo cierto es que, aunque a menudo se han tratado de ocultar determinados aspectos relacionados con su enfermedad mental, hay quien dice que esos últimos días de la escritora fueron de una paranoia extrema. La profunda depresión que padecía la llevó a encerrarse no solo en su casa, sino sobre todo en sí misma, temiendo acechanzas por todas partes. Solo mantuvo contacto hasta el final con su esposo, al que llegó a escribir una última carta muy emotiva explicando las razones últimas de su suicidio. Cuentan que era una gran aficionada a la música y que durante sus últimos días solo encontraba satisfacción en el piano. Con estos ingredientes, procuré meterme bajo la piel de la malograda escritora y pergeñar esta trágica reflexión, con la que espero que la infeliz Virginia, donde quiera que esté, sea condescendiente.
Respecto a esas dos palabras que tanto han chocado en el texto, lo cierto es que el adverbio “jodidamente” lo utilicé a propósito precisamente para crear contraste, aun a sabiendas de que desentonaba con el tono refinado y culto del resto del relato. Quise dar con ese adverbio un toque de rabia a la protagonista, como un puñetazo encima de la mesa, un último intento por rebelarse a los designios de un destino cruel que ya anticipaba en el horizonte. Pudo perfectamente haber dicho “tristemente” o “terriblemente”, pero ese “jodidamente” lo entendí más impactante, con mayor fuerza de contraste.
En cuanto a la palabra blandiblú, la usé tan solo porque me hizo gracia el tropo, ese asociar un corazón con esa materia glutinosa con la que todos hemos jugado de niños alguna vez. Digamos que fue una frivolidad que me quise permitir, un guiño fuera de contexto. Pero no pensé que causara tanto impacto. A fin de cuentas, ¿hay algo más maleable y fácil de oprimir que el blandiblú? La plastilina, tal vez. Sí, podría haber usado plastilina, o quizá gelatina, en vez de blandiblú, pero esta última palabra me resulta más graciosa y, aunque solo sea por un mínimo instante, quita algo de dramatismo a la reflexión de la protagonista. Creo que a Virginia le hubiese gustado, quizá hasta habría sonreído ante la metáfora.
También suscitó cierta controversia el uso del término “kibutz”. Aquí no hay mucho misterio. De hecho, me sorprende que ninguno detectase el guiño a Cortázar, quien emplea también ese mismo término como metáfora de refugio en Rayuela: lo que él denomina “el kibutz del deseo”. Por cierto, hay otro guiño en el relato a esta obra maestra, cual es la locución “temblar como una luna en el agua”, comparación que también recoge el famosísimo capítulo 7 de Rayuela. Creí que lo detectaríais a la primera, pero veo que me equivoqué en tal suposición.
Pues nada, agradecer a los que habéis leído y comentado el relato, tanto si os gusto como si no lo hizo, y, tal y como dije al principio, me pasaré también por vuestros textos para leerlos y, a ser posible, dejar algún comentario.
Decir asimismo que, aunque sea ya fuera de concurso, intentaré sacar tiempo para comentar al menos algunos de los otros relatos participantes. Si los puedo comentar todos, mejor.
Antes que nada, quisiera decir que este texto está inspirado en el personaje de Virginia Woolf, una de mis escritoras favoritas, y sus últimos días antes de suicidarse al meterse en un lago con los bolsillos de su abrigo atestados de piedras. Eso sí, entiéndaseme, digo y recalco “inspirado en”, no “basado en”. Lo cierto es que, aunque a menudo se han tratado de ocultar determinados aspectos relacionados con su enfermedad mental, hay quien dice que esos últimos días de la escritora fueron de una paranoia extrema. La profunda depresión que padecía la llevó a encerrarse no solo en su casa, sino sobre todo en sí misma, temiendo acechanzas por todas partes. Solo mantuvo contacto hasta el final con su esposo, al que llegó a escribir una última carta muy emotiva explicando las razones últimas de su suicidio. Cuentan que era una gran aficionada a la música y que durante sus últimos días solo encontraba satisfacción en el piano. Con estos ingredientes, procuré meterme bajo la piel de la malograda escritora y pergeñar esta trágica reflexión, con la que espero que la infeliz Virginia, donde quiera que esté, sea condescendiente.
Respecto a esas dos palabras que tanto han chocado en el texto, lo cierto es que el adverbio “jodidamente” lo utilicé a propósito precisamente para crear contraste, aun a sabiendas de que desentonaba con el tono refinado y culto del resto del relato. Quise dar con ese adverbio un toque de rabia a la protagonista, como un puñetazo encima de la mesa, un último intento por rebelarse a los designios de un destino cruel que ya anticipaba en el horizonte. Pudo perfectamente haber dicho “tristemente” o “terriblemente”, pero ese “jodidamente” lo entendí más impactante, con mayor fuerza de contraste.
En cuanto a la palabra blandiblú, la usé tan solo porque me hizo gracia el tropo, ese asociar un corazón con esa materia glutinosa con la que todos hemos jugado de niños alguna vez. Digamos que fue una frivolidad que me quise permitir, un guiño fuera de contexto. Pero no pensé que causara tanto impacto. A fin de cuentas, ¿hay algo más maleable y fácil de oprimir que el blandiblú? La plastilina, tal vez. Sí, podría haber usado plastilina, o quizá gelatina, en vez de blandiblú, pero esta última palabra me resulta más graciosa y, aunque solo sea por un mínimo instante, quita algo de dramatismo a la reflexión de la protagonista. Creo que a Virginia le hubiese gustado, quizá hasta habría sonreído ante la metáfora.
También suscitó cierta controversia el uso del término “kibutz”. Aquí no hay mucho misterio. De hecho, me sorprende que ninguno detectase el guiño a Cortázar, quien emplea también ese mismo término como metáfora de refugio en Rayuela: lo que él denomina “el kibutz del deseo”. Por cierto, hay otro guiño en el relato a esta obra maestra, cual es la locución “temblar como una luna en el agua”, comparación que también recoge el famosísimo capítulo 7 de Rayuela. Creí que lo detectaríais a la primera, pero veo que me equivoqué en tal suposición.
Pues nada, agradecer a los que habéis leído y comentado el relato, tanto si os gusto como si no lo hizo, y, tal y como dije al principio, me pasaré también por vuestros textos para leerlos y, a ser posible, dejar algún comentario.
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