CN8 - Bajo la ceniza - Adrianhyde

[kassiopea]

Bajo la ceniza


Nevaba sobre la ciudad abandonada, me costaba discernir si en realidad se trataba de ceniza y no de nieve, pues el eterno cielo gris que envolvía aquella ciudad de nombre perdido parecía producto de una gran hoguera primigenia. A menudo me sentía fascinado por el Fin del Mundo, tal vez porque no había conocido otra cosa, siempre he sabido que moriré bajo este cielo gris que me vio nacer.
—Explorador C-215, permiso para iniciar reconocimiento.
La central tardó escasos segundos en responder, me encontraba agazapado entre dos coches antiguos de los que no quedaba más que la carrocería herrumbrosa y mis músculos comenzaban a entumecerse por el frío, fue entonces cuando la pantalla de mi casco se encendió súbitamente.
—Permiso concedido, tenga cuidado.
Me apeteció contestar con un sarcástico agradecimiento, logré contenerme, despedirse así me parecía de muy mal gusto: —«¡Hola explorador! Cada vez que sales a hacer tu trabajo puede ser la última y tu muerte no nos importa, pero tenga cuidado».
El mundo actual no era seguro, daba igual cuanto leyese sobre el pasado, no lograba imaginarme una ciudad como esta llena de vida y de luces de neón, en cambio, siempre me había sentido increíblemente fascinado por el viejo astro que iluminaba el planeta en aquellos tiempos felices, tal vez fuese lo más cercano a un auténtico dios…
Un dios que desapareció treinta y cinco años atrás, cuando ellos llegaron, aquel día en el que el cielo se tiño de gris y vomitó a la horda de Incorpóreos que eliminó todo lo que había conseguido la humanidad en cuestión de horas. Los llamamos Incorpóreos porque no hay mejor manera de describir a las extrañas masas negruzcas que se mueven expandiendo su cuerpo infecto, todo lo que arrastran hacia su interior desaparece sin dejar rastro.
Ahí es donde entramos los Exploradores.
Nadie conoce el motivo por el que estos seres perciben peor a ciertos seres humanos, por norma general, si uno de ellos te detecta jamás cesará su caza hasta atraparte, pero existen personas como yo a las que les cuesta detectar, como si nuestra presencia cegase sus instintos asesinos y los volviese aún más torpes. Aún recuerdo el instante en el que hicieron desaparecer a mi familia y, aunque ya no soy ese niño paralizado por el miedo escondido en un armario, sigo teniendo miedo al sentirlos cerca de mí, un miedo que se torna en ira difícil de contener.
He aprendido a dominarme, a no malgastar munición y darles una muerte silenciosa, sin embargo, no siento odio al matarlos sino lástima, hay algo en ellos que me inspira un recuerdo distante del que no puedo escapar, como si esos seres y yo estuviésemos relacionados de alguna manera.
Pero más vale que olvide mi pasado, tengo trabajo que hacer.
Caminé en silencio, casi arrastrándome, por aquella ciudad de nombre perdido, la nieve o ceniza ya había arropado la mayor parte de los tejados y ventanales de los rascacielos abandonados. La pantalla de mi casco se iluminó entonces y la IA incorporada habló.
—Detectada vida no identificada.
Me mostró un plano antiguo de la ciudad, tuve suerte, la señal se encontraba no muy lejos de mi posición, la idea de una comida caliente sirvió para motivarme, esa era una de las mejores recompensas para los de mi clase.
Tardé más tiempo del esperado en acercarme a dicha posición, decidí resguardarme en un punto cercano para que mi HUD analizase si la vida detectada se trataba un Incorpóreo o de otro ser vivo, recé para que fuese un animal fácil de atrapar, las recompensas entregadas por ellos son realmente suculentas.
Me introduje en una calle oblonga cubierta de ceniza, activé el protocolo de identificación mientras buscaba un lugar en el que esperar y vislumbré unos contenedores casi intactos, los humanos que me precedieron lo empleaban para deshacerse de su basura, irónicamente, ahora eran una fuente de tesoros para los exploradores como yo.
—No puedo creerlo—murmuré.
Unos cuadros increíblemente bien enmarcados y conservados se encontraban ante mí, mostraban la imagen de una boda realizada en aquellos perdidos días felices, tan felices como parecían los novios allí retratados.
Pero estaban en la basura.
En el que aparecía solo el novio yacía escondido por los otros dos, limpié con mis dedos la ceniza que cubría su rostro alegre, ahí estaban, dos personas que se amaron y dejaron de amarse antes de que el cielo se tiñese de gris.
—Supongo que el mundo acabó primero para unos que para otros.
Nadie vivía en los rascacielos, los motores de los vehículos habían cesado su rugir, pero allí estaba esa historia trágica, ese amor quebrado y tirado a la basura. En este mundo herrumbroso tal triste historia se mantenía discreta, eterna y en silencio bajo una capa de ceniza.
O de nieve, quizás no haya diferencia entre ambas.
Escuché el inconfundible sonido que emiten los Incorpóreos al moverse, en un instante logré templar mis nervios y volverme con una temerosa pero decidida calma. Ahí estaba, a escasos metros de mí, casi cara a cara, si es que acaso poseían una. La masa negruzca permanecía quieta emitiendo su característico gorgoteo, desenfundé lentamente mi pistola y apunté bien.
Detoné, la criatura enmudeció y detuvo su horrible canto, se produjo una ebullición que derritió la nieve y la transformó en una insalubre mancha negruzca, me alejé de un salto, tropecé y caí encima de los cuadros, pero no los rompí.
—Diagnóstico terminado—habló la IA inoportunamente—, varias formas de vida humana detectadas, se ruega inicie protocolo de contacto.
—Cállate, lo primero es lo primero.
Y realicé fotos de mi hazaña y de mi hallazgo, con una criatura abatida y un material tan interesante encontrado iba a poder comprar comida para un mes y tabaco. En realidad había dejado de fumar hacía tiempo, pero todo lo que lleva nicotina se vende a altos precios en el mercado negro.
Terminado todo lo que tenía que ver con mi salario, inicié el protocolo de contacto. Infinitud de fórmulas y matrices danzaban por el transmisor emitiendo agradables silbidos, no comprendía nada de la programación que ejecutaban, pero aquellas letras blancas sobre el fondo azul eléctrico me resultaban agradables.
—Permiso concedido, inicie contacto. Se inicia Protocolo de Extracción.
Los miembros de la comunidad permanecían sentados hombro con hombro para así transmitirse calor, la nieve o ceniza los había tomado por sorpresa, por lo que habían decidido refugiarse en aquel santuario hasta que amainase. Tenían provisiones de sobra para tres días, varios pensaron que el haber abandonado la Ciudad Segura para orar se había convertido finalmente en una auténtica prueba de fe.
Pero todos sus corazones se estremecieron cuando algo tocó la puerta repetidamente, ¿habría enviado Dios una prueba final?
—Soy un explorador, ID:5913—y tras anunciarse, abrió la puerta.
Ante ellos apareció una figura delgada embutida en su armadura militar, muy ligera y de hombreras desgastadas que había vivido sin duda días mejores; un casco, o más bien una especie de yelmo de alta tecnología, cubría todo su rostro.
El explorador levantó la visera del casco dejando al descubierto unos cansados ojos oscuros, miró a todos los allí presentes como si los estuviese contando y habló.
—Seis personas encontradas, solicito equipo de extracción. Procedo a enviar coordenadas.
Tras unos angustiosos segundos en silencio, sus superiores debieron responderle, él sonrió y extrajo su casco, era mucho más joven de lo que aparentaba, pero su mirada cansada y barba desatendida le otorgaban un porte veterano, quizás lo fuese.
—Soy el Padre Vermond, el pastor de esta congregación.
—No debéis ser muy inteligentes para venir hasta aquí, acabo de eliminar a uno de ellos no muy lejos de aquí, si el equipo de extracción no llega a tiempo podéis daros por muertos.
El Padre sonrió.
—Pero tú estás aquí—el explorador asintió sin mucho convencimiento.
—Sí, aquí estoy, en esta ratonera.
Un tenso silenció alimentó aquella triste habitación destartalada, su vieja estructura permitía vislumbrar que un pasado lejano se había tratado de un apartamento con varias habitaciones, pero, a excepción de donde se encontraban, todo yacía tapiado, incluso las ventanas por las que se filtraban tenues luces del día y el frío atroz del Fin del Mundo.
—Con vuestro permiso, voy a ponerme cómodo—dijo el explorador, que se sentó en una esquina de la habitación.
La congregación volvió a sentarse de forma que pudiesen transmitirse calor sin embargo, el Padre fue hasta donde el explorador se encontraba.
—¿Puedo sentarme contigo?
—Sí, pero te pido que no me aburras con tus creencias—el Padre sonrió y se sentó a su lado.
—Tranquilo, ya me imaginaba que no creerías.
—Ni creo ni dejo de creer, estas cosas no me interesan.
—En cambio, nosotros nos hemos jugado la vida para orar en esta vieja ciudad.
—¿Por qué aquí? Ni tan siquiera hay registros de ella, nadie recuerda su nombre. Tan solo queda un viejo plano incompleto.
El Padre sonrió melancólico.
—Pero una vez fue humana, rebosante de vida, orar aquí es nuestra forma de rendirle tributo.
El explorador escrutó al Padre, un hombre fornido y viejo, pero no parecía lo suficiente como para haber vivido en los tiempos en los que el ser humano gobernaba la superficie.
—¿Viviste antes del Fin?—el Padre sonrió.
—Tenía ocho años cuando todo ocurrió.
Nunca olvidaría el día en el que el cielo se tiñó de la siniestra capa grisácea que hoy los atormenta, de ella descendieron los Incorpóreos y comenzaron el asesinato masivo, nadie sabía de dónde venían, simplemente, venían sin más. El Padre nunca pensó que fuesen seres de otro planeta, en lo más profundo de su corazón temía que aquellos seres procuradores de tormento poseían una naturaleza divina.
Y si venían del firmamento…
—Recuerdo perfectamente el Fracaso de la Estrella, yo la vi.
El explorador había oído hablar de dicho acontecimiento, un triste acto que había dado a la humanidad.
—¿Cómo era?—le preguntó.
Los ojos del padre se humedecieron, él trataba de no dejar escapar las lágrimas.
—Noble y esbelta, se batía contra el cielo tratando de liberarlo, tendrías que haberla visto moverse, con sus danzantes haces carmesíes atormentaba la pesada ceniza que ocupa hoy nuestro cielo.
Entonces, el Padre bajó la cabeza derrotado.
—Pero desapareció, absorbida por la ceniza.
El explorador, que había permanecido en un reverencial silencio, habló.
—Tú no rezas a Dios, tu ansías el retorno de la Estrella, ¿verdad?—el Padre confirmó su duda con un tímido susurro.
—Te seré sincero, aunque temo ofenderte.
—Exprésate, por favor, no puedo echarle nada en cara a la persona que nos ha salvado.
El Explorador tomó aire, ahora convencido a hablar.
—El Fin del Mundo es un lugar idóneo para los tipos como yo, estoy seguro de que a muchos la catástrofe que dio lugar al mundo en el que vivimos dio por fin sentido a muchas vidas como las mías.
»La mayor parte de mis amigos o trabajan sin expectativas en las fábricas o han muerto sirviendo en el ejército, nunca me he sentido apegado a nada ni a nadie, supongo que el amor no es para mí, una sensación en mi interior parece indicármelo.
—¿Crees en el demonio, muchacho?
El Explorador, mirando a la nada, respondió.
—Lo veo cada vez que me miro al espejo, he hecho cosas, Padre, de las que nadie puede sentirse orgulloso y no me arrepiento, todo sea por sobrevivir.
—Tal vez estés destinado a algo, todos vivimos por algo.
El Explorador no respondió, ambos se callaron y no hablaron en mucho tiempo, se escucharon pasos humanos, voces y órdenes en el exterior.
—Ha llegado el equipo de extracción—informó el Explorador.
La puerta se abrió y aparecieron varias figuras vistiendo el mismo casco y armadura que el explorador, pero más gruesa, gritaban órdenes, el Padre miró al Explorador.
Había desaparecido.
Aquellos hombres armados le interrogaron y explicó extrañado todo lo acontecido, el jefe del equipo de extracción se encontraba bastante más desconcertado que él.
—Recibimos una solicitud de extracción de una ID desconocida, cuando intentamos comunicarnos con dicha persona la ID había desaparecido, como si no existiese.
Nadie de los allí presentes logró llegar a una conclusión, lo que era cierto es que al fin los iban a evacuar a una Ciudad Segura. Mientras el jefe del equipo de extracción hablaba con todos los miembros de la congregación, el Padre miró hacia la puerta por la que había entrado su misterioso salvador, ¿y si todo había sido un producto de su mente cansada? Era extraño, había sentido la sinceridad del Explorador en su voz.
Entonces, por un instante, lo vio apoyado en el marco de la puerta, sus ojos brillaban con la misma luz carmesí de aquella estrella al que Padre había visto batirse denodadamente contra la ceniza castigadora, le dedicó una temible sonrisa y desapareció tan rápido como hubo llegado.
El Padre jamás ha vuelto a retirar su mirada del cielo, aún espera su retorno, el retorno de la estrella que les porte la luz de la esperanza.

[Jarg]

Hola, autor/a. Debo decir que al principio la temática del relato me ha recordado un poco a "Campo de batalla: la Tierra" y a "Soy leyenda" (hasta me he imaginado a Will Smith de protagonista ).
Está bien escrito en general, con quizá un par de cosas que revisar. Me ha gustado la descripción que hace de las fotos que encuentra junto al contenedor, e incluso me hubiera gustado leer alguna reflexión más del protagonista sobre ese tema.
Gracias por compartirlo y buena suerte.

[Casper]

Se me vino a la mente The Guardian ó Guardianes de alta mar, al final el salvavidas (Kevin Costner) ya muerto acompaña a los náufragos que permanecen en el mar hasta que llegan los rescatistas.
Te deje al final porque es muy poco lo que tu relato me genera, es un género que desconozco y prefiero pasar por ignorante a ser injusto. Estaré atento a los comentarios de mis compañeros, quizás aprenda algo nuevo.
Gracias por participar y suerte

[Berlín]

Leyendo este relato me he acordado de la novelita de Wells donde con su máquina del tiempo viajaba a un futuro muy lejano, tan lejano que ya ni había sol. Y se me quedaron en la cabeza las imágenes de un mundo negro y helado, todo cubierto de nieve, me acuerdo porque me sobrecogió muchísimo, será porque me da terror pensarlo. Así que lo de ese mundo tuyo donde parece que el astro rey se extinguió y se ha quedado todo de un gris sucio no me cuadra mucho, pero oye, si es porque los incorpóreos han invadido la Tierra, pues no hay más que hablar. De todos modos me ha dejado un regustillo interesante, no te aflijas.

[konchyp]

Hola
Me siento un poco frustrada con tu relato autor.
Gracias por presentarnos con un relato ci-fi futurista, postapocalistico. Creo que era bastante complicado teniendo en cuenta las bases del concurso.
Creo que el relato intenta abarcar más de lo que puede. Hay un montón de cosas nuevas que el lector tiene que digerir en unas pocas páginas: tecnología, escenas de acción, profecías, etc... Quizás esté relato quedaría genial con unas páginas más.
Me ha gustado mucho la idea de llevarte la fotografía del concurso al futuro y creo que la has sabido introducir en la historia bastante bien. Esa parte me ha gustado.
Lo que menos me ha gustado de tu relato ha sido un poco la forma. El texto me ha parecido denso, sobretodo al principio y los diálogos poco creíbles según mi criterio, pero nada que no se pueda arreglar con un repaso.
Ante todo, has sido original y eso se aprecia.
Gracias por compartirlo y suerte.

[ACLIAMANTA]

Es un género que no es muy atractivo para mí, pero encuentro el relato bien escrito, con buena redacción, buena puntuación, bastante más fácil de leer y de entender que muchos de su género.
Entre lo que me parece digno de aplauso, la presencia de pocos personajes (contrario a lo usual en este tipo de historias) y una estructura lineal bastante clara.
El final no me disgusta pero quedé con la sensación de que la idea y el desarrollo merecían un remate más impactante.

[Megan]

Autor/a, tengo un problema con tu relato.
El género no es lo mío, siempre le huyo a la ciencia ficción.
Pero no puedo negar que escribís muy bien, y que tu relato tiene mucha coherencia, hasta que llega el párrafo final que me dejó un poco sorprendida, ¿sería que esperaba la presencia de Dios?
Finalmente, creo que la referencia a la foto fue muy efímera.
De todas formas, el tema es una cuestión de gustos y te repito, está muy bien escrito.

Suerte y gracias por compartirlo

[Gavalia]

Queda claro que este trabajo nos evoca a todos recuerdos de otras historias de cifi, quizá por eso sea fácil empatizar con el cuento.
Los dialogos desde mi punto de vista no están muy logrados, sobre todo los finales, preñados de reflexiones que no me aportan mucho por manidos. La historia desciende en interés a medida que avanza. No obstante el relato entretiene dejando querer saber más sobre el misterioso explorador. En global lo encuentro bien redactado.
Saludos y suerte.

[noramu]

Ayer me quedé encallada tras la lectura de este relato. No me gustó pero como me gusta hacer críticas constructivas lo he vuelto a leer.
Me gusta la idea de llevarte los cuadros al futuro. Pero ya puesto me hubiera gustado más si hubieran tenido algo más de protagonismo en la historia. Pero eso me pasa con varias ideas que esbozas y luego las dejas ahí, sin más. Como el tema de una comida caliente que sería una recompensa, o el hecho de que el hallazgo de las fotos y el abatimiento de un incorpóreo podrían suponer dinero para tabaco y comida o que los animales podían ser una fuente de alimentación. Creo que abres muchos temas que no cierras. No sabemos realmente cómo vive tu protagonista ni qué siente.
En cuanto a lo formal... he tenido varios problemas. Primero que no entiendo por qué los incorpóreos deben ir en mayúscula. Pero esto es un detalle. Más me ha costado el hecho de que el narrador durante la primera parte del relato haya sido en primera persona y en el templo de pronto haya pasado a tercera persona. Me ha dejado un poco confundida. Y en los diálogos (para mí lo más complicado de cualquier texto) también he visto errores en la acotaciones tras los guiones. A parte de que repites _el padre sonrió dos veces muy seguidas que da la impresión que sea su principal característica.
En cuanto al final, con esos ojos que llamean como el astro perdido, la alusión al diablo de poco antes, me quedan dudas de qué pensar. Pero eso es problema mío.
En fin. Que creo que has querido abarcar mucho y para mí en particular (cierto es que poco dada al cifi) me has dehado demasiadas cosas en el aire.
Gracias por llevar al "Bodegón urbano" al futuro y compartir tu visión de él.

[Sinkim]

Me ha encantado tu historia, autor, me ha gustado muchísimo el giro de CiFi que has puesto a la foto y más aún la historia en sí. Me ha parecido muy original, a pesar de que ya se han escrito miles de historias sobre invasiones extraterrestres. Creo que la historia da para algo mucho más largo que un cuento y que podrías desarrollar sin ningún problema

[rubisco]

La ciencia-ficción (en realidad deberíamos llamarla ficción científica por traducción del inglés, pero el marketing manda) es un género que me cuesta leer si lo que me cuenta no me despierta interés. Y este tipo de historias postapocalípticas que giran en torno a seres vivientes fantásticos (motivo por el cual, más que CiFi, lo consideraría fantasía) me interesan aún menos. No sé por qué, pero jamás he conseguido disfrutar de una película o una lectura bajo estas temáticas.

Sin embargo, aprecio el trabajo que hay detrás. Te has procurado montar una historia lo suficientemente estable como para que se note que hay un mundo más allá de las escenas que narras. Usas, además, elementos del género convenientemente adaptados al escenario, lo cual es de agradecer (si hay algo que odio de la CiFi es la tendencia a arquetipar los personajes y los recursos hasta rozar la caricatura).

Hablaría de saltos de punto de vista y de transiciones confusas entre escenas, pero tras leer tres veces el relato sigo sin tener claro si se trata realmente de eso o si es, simplemente, que no me he enterao .

En cualquier caso te agradezco la propuesta y te deseo que te lluevan muchos puntos.

Mucha suerte .

[Marcia]

La ciencia ficción no es un género que me guste pero esta historia me pareció menos aburrida que otras del mismo tipo.

[Ororo]

La verdad es que este relato necesita un buen repaso.
La puntuación es muy mejorable. Hay exceso de comas y faltan puntos. La lectura, de esta manera, se dificulta. También hay baile de tiempos verbales.

En cuanto a la historia, no está mal. Me gusta que hayas pensado en la cifi para esta foto. Lo que pasa es que no está bien compuesta. Faltan datos para armar bien la historia y en conjunto no funciona. Pero podría.

[pmarsan]

Con una foto que pedía a gritos melancolía, abatimiento y tristeza, has optado por un tema rompedor. Creo que ese es un gran acierto porque aporta variedad a los que leemos. A cambio, te has autoimpuesto un reto muy complicado: la ciencia-ficción, como la fantasía, exige un desarrollo pausado en el que el lector pueda interiorizar las reglas del mundo en el que se mueve. Eso no es nada fácil. Creo, no obstante, que tu relato funciona. Yo, por lo menos, lo he disfrutado. Muchas gracias por compartirlo.

[kassiopea]

Me ha sorprendido para bien encontrarme con un relato de ciencia ficción en este concurso. Bravo por la originalidad. Me ha gustado el principio, cuando presentas este mundo apocalíptico cubierto de ceniza gris de la mano del explorador protagonista. En ese punto me ha parecido buena la ambientación y me ha encantado la aparición de los cuadros de marras, testigos de un mundo que ya desapareció. Sin embargo, el desarrollo posterior de la historia no me ha terminado de convencer...

Cuando aparece el comando de extracción explican que recibieron una comunicación desde una ID que no existe y el explorador ha desaparecido misteriosamente. Eso no me cuadra con el principio de la historia, donde el explorador nos cuenta en primera persona a qué se dedica y se pone en contacto sin problemas con la central, quienes le dan permiso para explorar. En cambio, ¿al final se sugiere que el explorador tiene algún poder sobrenatural, que podría ser esa Estrella que los liberara de los incorpóreos? No sé, puede que no me haya enterado

Respecto a lo formal, hay un exceso de frases largas en el texto. Muchas comas deberían ser puntos. Mejorando la puntuación se conseguiría que la lectura fuera más fluida. Un ejemplo de ello es esta frase:

La central tardó escasos segundos en responder, me encontraba agazapado entre dos coches antiguos de los que no quedaba más que la carrocería herrumbrosa y mis músculos comenzaban a entumecerse por el frío, fue entonces cuando la pantalla de mi casco se encendió súbitamente.

Yo cambiaría las dos comas por puntos.

Por otra parte, empiezas el relato en primera persona (desde el punto de vista del explorador) y en la escena en la que llega al templo cambias de repente a tercera persona, lo que aporta más confusión al texto.

En resumen, veo luces y sombras en este relato, pero con algunos retoques estoy segura de que podría ser una gran historia, incluso podrías desarrollarla y convertirla en una novela corta