CO LC - Pregúntales a ellos - Snorry (3º Jur) (2º Pop)

Relatos que optan al premio popular del concurso.

Moderadores: kassiopea, noramu

Avatar de Usuario
lucia
Cruela de vil
Mensajes: 84507
Registrado: 26 Dic 2003 18:50

CO LC - Pregúntales a ellos - Snorry (3º Jur) (2º Pop)

Mensaje por lucia »

Pregúntales a ellos

A mi abuelo Miguel, con cariño eterno.

I


Berlín parecía un pastel de cumpleaños pisoteado por un caballo. Mi compañía se desplazaba en la retaguardia, así que, por suerte, habíamos llegado tarde a la fiesta. Cuando comenzamos a avanzar por los dantescos espacios de la ciudad, creí ver aún cierta apostura de orgullo en los fantasmas de los edificios, algunos de los cuales ardían por completo y se iban desmoronando a nuestro paso. Justo antes de entrar en la ciudad, me había fijado en la masa de estorninos en el cielo gris y me dije: <<Sergei, eres un tipo con suerte>>. Acababan de comunicar lo de Hitler y se esperaba una rendición inmediata de los escasos efectivos que aún defendían la ciudad. Los estorninos me habían recordado a laminaduras de hierro imantadas, desplazándose al unísono para crear hermosos dibujos en el aire. En nuestra columna gozábamos de una euforia contenida, especialmente los más jóvenes. Aunque cualquier gesto demasiado optimista era reprobado por el sargento Maksim, quien no hacía ni dos minutos que le había hundido el pecho de un puñetazo a mi compañero Igor por abrazarme, poseído por una sincera alegría. Este hecho contrastaba con el continuo trasiego de las cantimploras, cargadas con algo muy diferente al agua potabilizada. Y yo sabía que casi nadie aguantaría sobrio en el último reducto alemán, no era algo nuevo para mí. Así que, tratando de evadirme, comenzó a sonar Chopin en mi aturdida cabeza, y entre las ruinas me pareció ver a mi abuelo saludándome con un pañuelo blanco. Llevaba un traje de corte occidental, como él solía, y parecía que manejaba una batuta, y con gestos de director daba instrucciones a la orquesta que acompañaba a mi pianista mental en la ejecución de Fantasy on Polish Airs. Y los brazos y piernas de los muertos colgaban de las ventanas grandes y desnudas, como palcos de una ópera demente, o apilados sobre los escombros, y me querían parecer de attrezzo, no por trivialidad sino por mero afán de supervivencia. Y entonces cerraba los ojos y volvía a mi infancia, al salón iluminado, al confort de la chimenea, donde el abuelo Mikhail me daba clases de piano con su bondadosa paciencia. Hasta que la voz atiplada del sargento Maksim me sacó de mi fantasía evasiva.
La misión era encontrar edificios que se sostuvieran en pie y que fueran seguros para establecer un acuartelamiento temporal. Íbamos por parejas, yo con Igor. Recorrimos varias edificaciones. Al menor culatazo se venían las paredes abajo; en uno de ellos se nos desmoronó la escalera y no nos partimos la crisma de milagro. Por un estrecho callejón accedimos a un inmueble que, pertrechado tras los otros, parecía haber aguantado en mejores condiciones. El edificio se veía ideal, sin contar la fachada oeste, que había desaparecido casi por completo. Igor se detenía a fumar a cada instante, yo estaba intranquilo. Me anticipaba, quería terminar pronto. No soportaba escuchar a los otros rapiñando entre los objetos de valor como bestias sin escrúpulos. Así que me avancé y comencé a registrar la planta baja. Uno entraba por las habitaciones como en un extraño museo de antropología: mesas con centros de flores aún conservados, almanaques aciagos, cuadros de paisajes bucólicos, heroicas vajillas, lápices de colores diseminados por el suelo como proyectiles de una guerra infantil. Lo poco que quedaba intacto iba a ser arrasado de forma inmediata. Uno de los pasillos daba a un patio trasero enorme y desolado. Allí fue donde presencié una extraña escena. <<Sergei, la guerra te está volviendo loco>>. Había dos figuras estrambóticas en el centro, las cuales ni se inmutaron al advertir mi presencia, y que parecían dar un baño a un pájaro enorme, qué sé yo si una oca o un ganso. Eran de constitución robusta y eso me puso un tanto en alerta. <<A ver si son nazis con un disfraz, pequeño idiota>>. Una de ellas parecía una bruja tal y como la pintan en los cuentos infantiles, la otra ocultaba su rostro bajo una capucha con forma de cabeza de ave. A lo lejos, una tercera persona liberaba un pajarito, que echaba a volar con cierta torpeza hacia el cielo gris. El conjunto de los elementos me resultó un tanto hipnótico y me relajé. Me colgué el fusil al hombro y me acerqué imprudentemente. La “bruja”, cuyos abalorios destellaban intensamente, me habló con una extraña voz envolvente. Me sorprendió que conociera mi idioma.
─Es la única forma de que vuelvan a volar, lo único que se puede hacer por ellos.
No llegaba comprender aquellas palabras, y mucho menos el conjunto de aquella representación arcana. No obstante, y de forma misteriosa, sentí paz por primera vez en muchos meses, y balbuceé una pregunta absurda:
─ ¿Serviría también para un ser humano?
La maga, o lo que fuese, no me contestó de forma inmediata, estaba completamente dedicada a la ablución de aquella enorme ave. No fue sino un rato más tarde cuando se dirigió a mí, y extendiendo la mano me alargó un pajarito de madera. Me marché de forma un tanto descortés, y fui a buscar a Igor. Preferí omitir el suceso. Y respiré tranquilo cuando al asomarme a una ventana de un piso superior, comprobé que el patio había quedado desierto.
En la tercera planta, Igor se había detenido a fumar una vez más en un tramo de escalera. Creo que más que una necesidad era su forma de evadirse, su Chopin humeante. Me fijé en sus facciones, en el rostro ajado, en los ojos zarcos que se habían oscurecido con el hollín de la guerra. Continué yo solo por la planta superior. Al entrar en aquella habitación vi a lo que supuse eran dos hermanos, el chico parecía menor de edad, pero ella quizá tenía diecinueve, como yo. <<Qué bella muchacha, ¿no la invitarías a bailar un vals, eh, Sergei?>> El muchacho me apuntaba con una escopeta de caza, sus facciones blandas y su labio belfudo me produjeron una impresión de deficiencia mental. El silencio se volvió elocuente y perturbador. <<Sergei, con lo bien que iba todo>>. Hice de forma instintiva el gesto de llevarme un dedo a los labios solicitando estúpidamente un silencio estúpido. Mi fusil apuntaba al muchacho al mismo tiempo. Lo incliné hacia el suelo levemente. Éramos unos críos, seguro que nos comprenderíamos. <<El miedo no comprende nada, Sergei, dispara ya de una vez>>. Sonaba otra vez Chopin en mi cabeza y en los arabescos de luz que creaban mis ojos a punto de desmayar, creí ver ángeles salvadores. El muchacho bajo la escopeta. Igor venía dando carcajadas. Les indiqué un armario donde esconderse. Obedecieron. Todo correcto Igor, sigamos por la siguiente planta, mentí. Sabía que solo me había salvado a mí mismo. <<Solo tienes diecinueve, Sergei>> Y bebí un largo sorbo de la botella de licor que Igor había tomado de una alacena.
Mientras Igor buscaba más botellas, me senté sobre un polvoriento sofá de orejas, en una especie de altillo donde en el fragmento de techumbre que no se había derrumbado aún se apreciaba una claraboya. La lámpara de araña hacía honor a su nombre y colgaba por un filamento desde el borde de la porción de techo superviviente. En una pared, un crucifijo mostraba a Jesús ennegrecido, parecía vencido por la metralla. Sobre una mesita, un globo terráqueo giraba animado por el viento. En una estantería, algunos libros se habían mantenido firmes como valientes soldados. Me incorporé y extendí la mano para coger un volumen al azar. El alemán me resultaba ajeno, pero pude leer la palabra Werther. Quise sentir la mano pesada y dulce de mi abuelo sobre mi hombro, su dedo subrayando entre los párrafos, hablándome de libros que un día yo leería por pura necesidad estética y espiritual. Guardé el libro en mi mochila, iba a ser mi pequeño saqueo. Y luego estaba el piano… Pensé en los muchachos de la planta de abajo, quizá su abuelo… El piano se manifestaba como un vestigio incongruente. Y me sentí triste al pensar que todo aquello que había sobrevivido a la infamia estaba a punto de desaparecer. Estuve tentado de levantar la tapa y hacer sonar algún acorde, mis dedos iban resbalando por la madera satinada… Entonces se escucharon gritos abajo y la voz imposible y claramente etílica del sargento Maksim. Luego se escuchó un disparo. Bajé.
Y deseé estar muerto.
El muchacho de la escopeta yacía en el suelo, parecía dormido apaciblemente, pero por debajo de su cabeza se ensanchaba un círculo de oscura sangre. La muchacha lloraba, pálida como una estatua, el miedo la paralizaba y pensé, deseándolo incluso, que se le helara el corazón en aquel mismo instante. <<No llores, Sergei, la vida es así de monstruosa>>. Los demás bebían, reían como cretinos. Igor estaba lívido, pero se recompuso para simular que reía como los demás.
Y entonces el sargento Maksim nos ordenó a Igor y a mí que le quitáramos la ropa a la joven alemana. Calculé que llegaría con facilidad a saltar al vacío, dada la ausencia de fachada y teniendo en cuenta de que no me separaban del abismo más que cuatro o cinco pasos, pero hay algo en uno… un miserable, un cobarde, un idiota, siempre hay algo en uno… Igor me facilitó el trabajo, yo solo sujeté la prenda, desde mi lado, con manos que aleteaban en la niebla que presagia al infierno; él dio el tirón, la prenda se rajó y cayó al suelo como una ave muerta con las alas desplegadas, y la muchacha mostró una belleza tan pura y cándida que hubiera resultado ofensiva para cualquiera cuyo corazón no yaciera en el lodo de la mezquindad. Me mareaba, y las voces quedaban difusas en el aire, espectrales. La luz se había vuelto formidable y hería mis ojos, los cuales me parecía que sangraban. Alguien acercó una botella y bebí. Veía faunos lascivos a mi alrededor, algunos ya sin pantalones mostraban sus pezuñas de alimaña, escarbando la arena como toros; el sargento era una máscara de chivo, oficial de las tinieblas, que me ordenaba seguir con las órdenes dadas. Y yo estaba condenado, y me resigné, y me postré mentalmente ante el Cristo tiznado del ático. Y mientras mi mano lenta comenzaba a deslizar las braguitas, esperé un milagro en la luz violenta de la tarde, como un reo ante la guillotina. Y, de alguna manera, el milagro ocurrió.
La muchacha había tomado una de las granadas de mano que colgaban de mis cinchas y amenazaba con tirar de la anilla. Y así lo hizo. Retrocedí un par de pasos por reflejo, pero luego pensé <<hasta aquí llegamos, Sergei>>. Sonó un disparo, que me pareció lejano mientras me desplomaba al mismo tiempo que la muchacha. Vi manar la sangre de su cabeza. Y vi al sargento, al ralentí, tomar la granada y acercarse impasible y pausado hacia el borde del edificio, escoger la mejor trayectoria y lanzar la granada al vacío. Luego vino hacia mí, y yo creía que soñaba, y por eso los puñetazos no me dolieron, y si veía escapar un diente de mi boca lo tomaba como un efecto de magia, y no me dolieron las patadas, ni las costillas rotas, y antes de perder el conocimiento creí escuchar ángeles riendo y tocando instrumentos de cuerda, y vi, en las altas capas del cielo cruzar una bandada de estorninos.
La última vez que vi a mi abuelo, a través de los visillos, estaba a punto de entrar en un coche negro oficial, custodiado por hombres recios, portadores de recios abrigos de funcionario. Se giró y lo vi sonreír por última vez. Por aquel entonces la palabra bolchevique no significaba para mi más que un peligro incierto, sin sustancia. El coche oficial se alejaba y desaparecía en una curva, y yo tomé conciencia dolorosa de que aquello era un sueño y no un recuerdo, aunque en verdad soñaba un recuerdo. << ¿Existe otra forma de recordar, Sergei? ¿Son acaso los recuerdos sueños en plena vigilia?>>. Y desperté, siendo ya de noche. En una de las habitaciones, yo yacía en el suelo junto a un grupo de hombres. Igor estaba a mi lado, él debía haberse hecho cargo de acomodarme. Quise moverme y el dolor me traspasó de lado a lado. <<Alguna costilla, Sergei, nada importante>>. Los hombres dormían la mona. Se escuchaba algún disparo aislado en la lejanía, pero en general todo estaba tranquilo. Y tuve de repente un impulso… uno lleva dentro algo, un idiota, un loco, un romántico…
Llegué al altillo como en un febril ensueño, sin una verdadera conciencia de mis actos. Siempre algo en uno… Tan solo el dolor cuya magnitud cobraba al mismo tiempo tintes de irrealidad, me aseguraba que era yo quien vagaba por el edificio como una sombra humana y no como un fantasma. Ajusté la altura del taburete y me senté junto al piano. Abrí la tapa. <<No seas imbécil, Sergei>>. Y sin tocar las teclas deslizaba mis dedos rozándolas apenas, y en mi cabeza sonaba algo que en mi aturdimiento no alcanzaba a discernir si era el Preludio en B menor. Y la luna estaba alta y clara, seccionada por la mitad restante del techo. <<Va por ti, abuelito>>.
Y lloré como nunca he llorado, hasta caer dormido sobre el piano.

Me despertó un jaleo similar a una trifulca, que provenía de la calle. No se escuchaban disparos, solo discusiones a voz en cuello. Ya clareaba. Me incorporé como pude para reincorporarme con el grupo antes que el sargento… Pero el sargento ya estaba allí, frente a mí, con zafiros de odio brillándole en las cuencas crapulosas. Apestaba a ebriedad. Ni me dio tiempo a ver el machete clavándose en mi vientre. Ni pude hacer nada para evitar que me derribara y comenzara a ejecutar una maniobra de estrangulación. Y recuerdo que me rendí, y cerré los ojos y sentí que caía al vacío, a un vacío interminable de sombra y silencio. Y mientras iba cayendo quise notar el impulso pueril de desplegar unas alas. Y me acordaba de cuando, con el abuelito, hacíamos volar comentas de papel maché en las tardes rosicler. Pero esta vez, en el ensueño febril que precede a la muerte era yo el que figuraba al otro extremo del hilo, <<vuela, Sergei, vuelaaaa…>> Entonces, con un último arresto de fuerza, saqué el pájaro de madera de uno de mis bolsillos y lo clavé en uno de los ojos del sargento Makshim, que rodó por el suelo gritando de dolor. Tomé algunas bocanadas estertóreas. Conseguí incorporarme un poco, apoyando la espalda en la pared. Luego vacié el cargador de mi pistola sobre el sargento. Sentí un gran alivio. Lloré. Saludé estúpidamente a las hermosas ruinas humeantes que apreciaba del otro lado, <<son tus hermanas, Sergei>>. Abajo, en la calle, continuaba la discusión. Me levanté heroicamente y conseguí sentarme al piano, <<una última pieza, Sergei, tócala bien, no falles>>. Pero no me hice caso, como ya es habitual en mí. Comencé a improvisar algunos acordes, que evolucionaban entre la oscura tristeza y la alegría esperanzadora, pero luego, después del introito, las notas se fueron volviendo claramente jubilosas. Y cuando mis compañeros de escuadrón comenzaron a encañonarme estaba tan poseído por la música que no me detuve mientras me disparaban, hasta que los impactos me hicieron caer al suelo, de nuevo. Y cuando esto pasó, en el intento aturdido de volver al piano debí confundir mis pasos y caí al vacío definitivamente. Y de nuevo volví a la oscuridad sorda y necia donde descendía sin solución de continuidad. Y donde, estúpidamente, desplegaba unas alas para tratar de remontar, cosa que llegaba a conseguir, dándome cuenta al momento de que, junto con otra multitud de almas, trazaba dinámicos tirabuzones el en cielo…
Entonces un golpe sacudió cada átomo de mi ser. Había caído sobre la lona de un camión. No podía moverme. ¿Respirar? Sí, sí que podía. El cielo sobre Berlín era de una belleza espectral, filamentos de luz atravesaban las nubes como en uno de esos frescos que se hayan en los techos de las basílicas. Tome conciencia de las voces que me rodeaban. << ¿Qué idioma es ese, Sergei?>> De aquella cháchara babilónica distinguí acaso alguna palabra, o acaso la intuí. <<Son americanos, Sergei>>. El camión sobre el que había caído arrancó. El cielo sobre la ciudad en ruinas me pareció más bello que nunca.

II

La manifestación se había dado sin incidentes. <<Sergei, ya no estás para estos trotes>>. Y yo circulaba entre la multitud, apoyado en mi bastón sin demasiado agobio más allá de arrastrar mis viejos huesos doloridos. Albergaba sentimientos encontrados, pues me resultaba emotiva la gran respuesta popular a la muerte de George Floyd, asesinado de la forma más cobarde por unos policías, al tiempo que tenía claro que era imposible erradicar las raíces del racismo que habían llevado a aquel suceso tan cruel como estúpido. La mezcla de crueldad y estupidez bombardeaba mi cabeza con imágenes del pasado que nunca he podido borrar de mi memoria.
De repente, una reportera me asaltó. Después de las presentaciones de rigor, y de recalar para el público en mis éxitos literarios, y en lo autorizado de mi opinión a nivel internacional, y esas vanidades ajenas que a los viejos nos fastidian mucho, me hizo una pregunta:

─ ¿Cree usted, señor Sergei, que algún día la humanidad evolucionará lo suficiente para que estos hechos deplorables sean tan solo recuerdos de un mal sueño?
¿Qué contestar a estas preguntas? La reportera había mencionado las palabras “recuerdos” y “sueño”, y por unos momentos me sumí en una vieja reflexión que nada tenía que ver con la pregunta. También me vino, porque los viejos vamos saltando de un rincón a otro de la me moria, la imagen de Igor fumando un pitillo. <<¿Qué habrá sido de él, Sergei?>>. No volví a contactar, y uno fácilmente se inclinaría por deducir la fatalidad, pero yo no, me gusta imaginar a Igor anciano, fumando en el porche de su vieja de casa de campo; quizá él, al expeler una bocanada, de tanto en tanto, también se acuerde de mí… La reportera carraspeó indiscretamente. Entonces, volviendo en mí, me fije en una bandada de pájaros que cruzaban el cielo de Manhattan, cerca del Edificio Chrysler, que al sol del atardecer parecía arder como una antorcha. Señalé con el dedo y contesté:
─Pregúntales a ellos.

Imagen
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

Imagen Mis diseños
Avatar de Usuario
Tolomew Dewhust
Foroadicto
Mensajes: 4992
Registrado: 16 Ago 2013 11:23

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Tolomew Dewhust »

En todos los concursos me sorprende un relato por el que luego deambulo incesantemente, en el que me encuentro feliz. He aquí el relato que en este concurso voy a visitar una y otra y luego otra vez, como si yo fuera un espíritu y él un pasillo repleto de puertas cerradas y cuadros que penden de viejas alcayatas representando a personas de caras antiguas, desfasadas...

La historia tiene cosillas que me gustan mucho y alguna otra un poco menos, pero eso lo dejo para otro día. Hoy pasaba solo a saludar.
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Avatar de Usuario
Tolomew Dewhust
Foroadicto
Mensajes: 4992
Registrado: 16 Ago 2013 11:23

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Mis niños abren el frigorífico unas 42 veces al día. Lo hacen tan a menudo que incluso les da igual lo que haya dentro, es inercia, costumbre, una rutina. A veces cogen cosas de su interior, a veces -si no llegan- me las piden; otras ni eso; abren y cierran, abren y cierran, abren y cierran...

Yo empecé tu relato como un chiquillo que abre el frigorífico, esperando encontrar dentro lo de todos los días, o no encontrar nada... Y me topo con esa frase -que para ti no tendrá mayor importancia, tal vez para el respetable tampoco- y ya sé que irremediablemente voy en picado al fondo de un pozo de agua del que no podré escapar.

Berlín parecía un pastel de cumpleaños pisoteado por un caballo.

C´est fini.

Lo leo y se me abre el corazón.

Se me viene ahora otro verso de Lorca que tengo tatuado en un ventrículo: su barca es de madera por la orilla. Y un día me preguntó Jilguero que qué interpretación le daba yo a esa frase, y le dije que ni idea, no quiero ni pensarlo, ni traducirla, quiero sumergirme en esa frase, vivir dentro.

Una ciudad -además Berlín, con lo que yo quiero a Berlín, que le escribo poemas los días pares para leérselos los impares-, un pastel pisoteado por un caballo. Entrego mi cuchara.

Luego el relato tiene mil más como esa, todas peores, porque la primera -para mí- es insuperable, pero todas magníficas. Y enlazas las palabras como a mí me place (leer, que no escribir), una detrás de otra (que parece una gilipollez pero no lo es, yo me entiendo)... Ahora sigo, que voy a por un phoskito para la niña, que el primero venía vacío.
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Avatar de Usuario
Tolomew Dewhust
Foroadicto
Mensajes: 4992
Registrado: 16 Ago 2013 11:23

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Si elimino la escena en la que describes el cuadro -el de las dos brujas bañando al pájaro-, el relato ni se inmuta, la historia no cambia; para mí mejora, porque esas líneas que parecen metidas un poco con calzador no guardan relación con los hechos que se narran, son anecdóticos.

Esta impresión mía, que dado que el respetable aún no se ha pronunciado habrá de corroborarse o no con los posteriores mensajes de los compañeros, resta puntos irremediablemente al relato, que debería estar basado en ese cuadro, y no suceder justo al revés, meter el cuadro en medio de la historia y ver si cuaja.

Es muy posible -casi seguro- que esté errado, y que la imagen forme parte, o sea un nudo fundamental del conjunto que yo no he sabido ver; en tal caso me lo he perdido, y aguardo ansioso a @kassiopea para que me lo desenrede.

Entiendo estos concursos temáticos como excusas para escribir algo y que los demás nos lean; y yo, relatos como el tuyo, se ciñan más o menos a la temática, quiero leerlos siempre, porque tienes frases que me sacuden, y esas frases compensan todo lo demás. Entonces veré qué pasa contigo cuando llegue el momento de coger el boli rojo y puntuar las historias.

El episodio de los chicos tampoco me gusta. Acudo a la literatura para evadirme del telediario, del drama -incluso del que veo a diario en mi trabajo, soy policía- y, aunque la escena es real, porque en aquella guerra como en las actuales y en todas las que se han producido y habrán de suceder se violarán los derechos humanos, se sucederán las vejaciones, los abusos, las agresiones... en un relato y con tu manera de juntar metáforas me hubiera fascinado que hubieses encontrado un elemento de choque diferente que no el episodio de la cuasi violación/o vejación. Los soldados podían disputar por un simple vaso de agua, porque llevan meses bebiendo mierda y añoran un vaso de cristal, o por una sábana para cubrirse por la noche, o por... No sé si me explico. El detonante podía haber sido el que quisieras. Yo hubiera buscado otro.

Sobra decir que si un relato no me llega no me complico la vida señalando lo que me gusta y lo que no, eso ya lo sabes. Pero es justo que te halague, porque este relato es "otra cosa", pero también que señale lo que a mí me gusta menos, por si un día, mientras escribes, te acuerdas de mí y quieres satisfacerme, o recuerdas lo que aquí apunté porque piensas que mejora la historia (que seguramente no).

Este phoskito sí tenía phoskito dentro, así que voy a por agua y luego vuelvo.
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Avatar de Usuario
Jarg
No tengo vida social
Mensajes: 2114
Registrado: 10 Jul 2018 13:27
Ubicación: En un Gran Ducado...

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Jarg »

Tolomew Dewhust escribió: 29 Oct 2023 11:27 Si elimino la escena en la que describes el cuadro -el de las dos brujas bañando al pájaro-, el relato ni se inmuta, la historia no cambia; para mí mejora, porque esas líneas que parecen metidas un poco con calzador no guardan relación con los hechos que se narran, son anecdóticos.

Esta impresión mía, que dado que el respetable aún no se ha pronunciado habrá de corroborarse o no con los posteriores mensajes de los compañeros, resta puntos irremediablemente al relato, que debería estar basado en ese cuadro, y no suceder justo al revés, meter el cuadro en medio de la historia y ver si cuaja.
Yo no quería ser el primero en comentar esto porque en otro concurso alguien se quejó de que cuando el primer comentario menciona algo, la tónica de los demás comentarios es la misma (no estoy de acuerdo pero tampoco quería empezar una serie de comentarios sobre el tema).

Pero sí, pensé lo mismo cuando lo leí. Si en lugar de las brujas y al pájaro el autor/a hubiera metido a una infanta con sus damas de corte, un mastín y un pintor, habría podido presentar el mismo relato a un concurso de relatos inspirados en Velázquez. Sospecho que el autor/a ya tenía el relato pensado (quizás hasta escrito) antes del concurso.

Ojo, eso no desmerece el relato. A mí me ha encantado, tanto por el fondo con ese Berlín en ruinas lleno de vencedores y vencidos como por las frases que tiene. Algunas de esas frases son poemas encerrados en microrrelatos, y vale la pena detenerse en ellas. Como cosillas que corregir diría que hay que pulirle un poco las esquinas para quitar todos esos -mente y algún que otro gerundio de posterioridad, pero eso tiene fácil solución.

Si este fuera el concurso de primavera, lo pondría entre mis dos favoritos (de los que llevo leídos hasta ahora). En este caso, quizás la relevancia con el tema del concurso le quite algún puntillo, pero creo que estará en mi podio. Gracias por compartirlo, autor/a :60:
Yo amo a la humanidad. Es la gente lo que no soporto.
Linus Van Pelt
Avatar de Usuario
Isma
Vivo aquí
Mensajes: 7126
Registrado: 01 Abr 2010 21:28
Contactar:

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Isma »

Me ha gustado mucho. Luego comento más.
Avatar de Usuario
Oliverso
Lector voraz
Mensajes: 179
Registrado: 28 Dic 2022 17:53

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Oliverso »

¡Attero dominatus!

Perdona que sea tiquismiquis, pero el principio no me convence. Será que cuando se me habla de “Berlín en flamas” siempre me viene a la mente escenas del gran cine patriótico como la quinta de Osvobozhdenie/Liberación, o documentales donde predomina lo sucio. Y aunque siempre exista cierto romanticismo alrededor, tu narración me parece demasiado “bonita”, es decir tan prolija que no reconozco el empuje del mariscal Zhukov detrás de una de las maquinarias bélicas mejor engrasadas de nuestra historia. Será que el protagonista de este relato es demasiado letrado o yo qué sé, pero en mis tiempos no aceptaban a un intelectual introspectivos de esos en mi colectivo… Con el camarada Stalin estas cosas no pasaban.

Bromas aparte, y superando ese bache subjetivo, ¿los estorninos no deberían estar lejos de Berlín? Digo, con todo el humo y plomo volando, y además se dice que muchos soldados pa’ celebrar descargaban sus fusiles al cielo. Okay, okay, perdón. No suelo distraerme tanto con trivialidades, pero este relato trata un tema que, sin ser experto, me flipa. Además, ¿sobrio? ¿Acaso los rusos conocen otro estado etílico que no sea una profunda ebriedad a base de “agua”? Bueno, ya, me callo, perdón de nuevo, continuemos. Llegó el abuelo. Hubiera querido más detalles en “traje de corte occidental”, ¿a qué se refiere con eso? Haciendo cuentas el viejo debió estar vivo en la época del zar, seguramente uno de esos burgueses contrarios a la dictadura del proletariado, ¡y aquí calza! Ahora capto de donde vienen las actitudes del prota. Bien hecho, autor/autora. Si me hubieras intentado vender a este sujeto como un héroe al uso del ejército rojo, te daría un rapapolvo, sea lo que sea que signifique esa palabra.

Encuentra a las brujas. De paso descubiertas con las manos en la masa. Ahora sabemos por qué hay aves sobrevolando un Berlín tan turbulento, pilluelas. El encuentro es anecdótico, pero después el relato va cobrando fuerza, y como que huelo un poquito al mariscal Zhukov y todo. La presión que intenta convertir al hombre en diamante, pero en vez exprime una bestia. Como que se te da mucho mejor los escenarios íntimos que las batallas campales. Por unos momentos, no te voy a mentir, creí que en un cambio de escena descubriríamos a nuestro prota violando a la joven. Vemos, lo hace (O se intenta), pero es un pecado compartido… Detalle muy soviético ahí. Considero que el relato habría conseguido más fuerza desarrollándose de otra manera, pero esas son quimeras de uno, así que me las guardo.

Para concluir, me da la sensación de que esta historia habría funcionado mejor en otro escenario. Lo leo, y siento que recorrí un camino, que el autor/a me quiere decir algo, pero los detallitos que comenté me mantienen distraído, y mi experiencia queda diluida. El texto está bien hecho, pero es la experiencia que me ofrece lo que no me termina de convencer. Pero ojeando veo los comentarios veo que al resto les está gustando, así que quédate con eso, lo más probable es que yo sea el raro.
Avatar de Usuario
Berlín
Vivo aquí
Mensajes: 12963
Registrado: 04 Ago 2009 10:07
Ubicación: Barcelona

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Berlín »

Berlín parecía un pastel de cumpleaños pisoteado por un caballo.


:cunao:

Lo sientoooooo
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
Avatar de Usuario
kassiopea
Vivo aquí
Mensajes: 12480
Registrado: 07 Dic 2008 19:18
Ubicación: Aovillada en la Luna...

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por kassiopea »

Tolomew Dewhust escribió: 29 Oct 2023 11:27 Si elimino la escena en la que describes el cuadro -el de las dos brujas bañando al pájaro-, el relato ni se inmuta, la historia no cambia; para mí mejora, porque esas líneas que parecen metidas un poco con calzador no guardan relación con los hechos que se narran, son anecdóticos.

Esta impresión mía, que dado que el respetable aún no se ha pronunciado habrá de corroborarse o no con los posteriores mensajes de los compañeros, resta puntos irremediablemente al relato, que debería estar basado en ese cuadro, y no suceder justo al revés, meter el cuadro en medio de la historia y ver si cuaja.

Es muy posible -casi seguro- que esté errado, y que la imagen forme parte, o sea un nudo fundamental del conjunto que yo no he sabido ver; en tal caso me lo he perdido, y aguardo ansioso a @kassiopea para que me lo desenrede.
He visto que se ha invocado mi nombre y aquí estoy. Para mí, la escena de las "brujas" bañando al ganso es un nudo fundamental y da sentido a todo el relato. Te dejo mi interpretación:

En el cuadro vemos un ganso blanco con el cuerpo rojo, eso me hace intuir que el animal está herido, sin importar que sea física o psicológicamente. Según la simbología espiritual, el ganso indica que hay que consultar bien nuestro propio corazón para asegurarnos de que tomamos el camino que realmente queremos, que no hay que dejarse influir por los demás. Sobre el baño del pájaro, una de las "brujas" comenta: "Es la única forma de que vuelvan a volar, lo único que se puede hacer por ellos."

El ritual del "baño" es para sanar el cuerpo y también el alma, una toma de conciencia y un renacimiento que permitirá al pájaro y también al hombre (y a la humanidad en general) volver a volar. Todo es una metáfora. Sergei renace pese a todo el horror que ha vivido durante la guerra (y que también vivió su abuelo, a quien el autor dedica el relato), renace mientras se está precipitando al vacío después de que lo acuchillen y disparen, por eso dice que, mientras cae, se despliegan sus alas y logra remontar e incluso traza tirabuzones en el cielo, como los estorninos, esos estorninos que vuelan sobre la ciudad devastada. También hay un estornino en el cuadro, es el pájaro pequeño que sujeta la tercera mujer, la que permanece más alejada. En el relato, creo que los estorninos que sobrevuelan la ciudad en ruinas representan las almas de todas las víctimas que se ha cobrado la guerra, ya sean de un bando o de otro.

Por otra parte, encontré un dato curioso sobre este cuadro de Leonora: resulta que Leonora representó en esta obra su lugar de nacimiento en Inglaterra: Crookhey Hall es el edificio que aparece en el cuadro y fue donde la pintora pasó su infancia. Es un edificio que está decorado con piezas ornamentales de aves y en la actualidad es una escuela para niños con necesidades especiales.
De tus decisiones dependerá tu destino.


Instagram creativo: Los colores de Yolanda
Avatar de Usuario
Berlín
Vivo aquí
Mensajes: 12963
Registrado: 04 Ago 2009 10:07
Ubicación: Barcelona

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Berlín »

Disculpa la broma, autor, autora, pero como entenderás no he podido evitarlo -¿quien dijo eso?, me viene a la cabeza como un salmo y casi tengo que pedirle a mi lengua que pare- , en fin, que no he podido evitarlo. Creo que lo dijo algún pendolista, escribiente o escribidor, lo de escribidor siendo este un concurso tan mágico me gusta casi más. Pero dejemos que las brujas prosigan con la ablución del ganso que a mí, que soy la reina de las gordas que vuelan y las tipas que flotan, encontrarme una escena similar en medio de un edificio medio derrumbado en una Berlín plateada me parece de lo más normal, pero -te lo maullo bajito para que no se entere nadie- pero no sé si a los demás les colará, que aquí -acerca más el oído que me parece que el poeta está mirando- son la mar de tiquismiquis, pero oye el relato es muy bueno, muy bueno, lo repito alto para que no te quepa la menor duda. Mira, solo por esta frase ya merece la pena:

Me fijé en sus facciones, en el rostro ajado, en los ojos zarcos que se habían oscurecido con el hollín de la guerra.

Me encanta, en serio, y te tendré en cuenta.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
Avatar de Usuario
Tolomew Dewhust
Foroadicto
Mensajes: 4992
Registrado: 16 Ago 2013 11:23

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Gracias, Kass, diosa de todo lo bello, por pasarte a despejar las incertidumbres que al populacho nos asaltan. Sabía que invocaba a la diosa adecuada para desenredar la madeja...

Berlín, tú eres bonita hasta chafada cual pastel derruido.
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Avatar de Usuario
Tolomew Dewhust
Foroadicto
Mensajes: 4992
Registrado: 16 Ago 2013 11:23

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Oliverso escribió: ¡Attero dominatus!

Perdona que sea tiquismiquis, pero el principio no me convence. Será que cuando se me habla de “Berlín en flamas” siempre me viene a la mente escenas del gran cine patriótico como la quinta de Osvobozhdenie/Liberación, o documentales donde predomina lo sucio. Y aunque siempre exista cierto romanticismo alrededor, tu narración me parece demasiado “bonita”, es decir tan prolija que no reconozco el empuje del mariscal Zhukov detrás de una de las maquinarias bélicas mejor engrasadas de nuestra historia. Será que el protagonista de este relato es demasiado letrado o yo qué sé, pero en mis tiempos no aceptaban a un intelectual introspectivos de esos en mi colectivo… Con el camarada Stalin estas cosas no pasaban.

Bromas aparte, y superando ese bache subjetivo, ¿los estorninos no deberían estar lejos de Berlín? Digo, con todo el humo y plomo volando, y además se dice que muchos soldados pa’ celebrar descargaban sus fusiles al cielo. Okay, okay, perdón. No suelo distraerme tanto con trivialidades, pero este relato trata un tema que, sin ser experto, me flipa. Además, ¿sobrio? ¿Acaso los rusos conocen otro estado etílico que no sea una profunda ebriedad a base de “agua”? Bueno, ya, me callo, perdón de nuevo, continuemos. Llegó el abuelo. Hubiera querido más detalles en “traje de corte occidental”, ¿a qué se refiere con eso? Haciendo cuentas el viejo debió estar vivo en la época del zar, seguramente uno de esos burgueses contrarios a la dictadura del proletariado, ¡y aquí calza! Ahora capto de donde vienen las actitudes del prota. Bien hecho, autor/autora. Si me hubieras intentado vender a este sujeto como un héroe al uso del ejército rojo, te daría un rapapolvo, sea lo que sea que signifique esa palabra.

Encuentra a las brujas. De paso descubiertas con las manos en la masa. Ahora sabemos por qué hay aves sobrevolando un Berlín tan turbulento, pilluelas. El encuentro es anecdótico, pero después el relato va cobrando fuerza, y como que huelo un poquito al mariscal Zhukov y todo. La presión que intenta convertir al hombre en diamante, pero en vez exprime una bestia. Como que se te da mucho mejor los escenarios íntimos que las batallas campales. Por unos momentos, no te voy a mentir, creí que en un cambio de escena descubriríamos a nuestro prota violando a la joven. Vemos, lo hace (O se intenta), pero es un pecado compartido… Detalle muy soviético ahí. Considero que el relato habría conseguido más fuerza desarrollándose de otra manera, pero esas son quimeras de uno, así que me las guardo.

Para concluir, me da la sensación de que esta historia habría funcionado mejor en otro escenario. Lo leo, y siento que recorrí un camino, que el autor/a me quiere decir algo, pero los detallitos que comenté me mantienen distraído, y mi experiencia queda diluida. El texto está bien hecho, pero es la experiencia que me ofrece lo que no me termina de convencer. Pero ojeando veo los comentarios veo que al resto les está gustando, así que quédate con eso, lo más probable es que yo sea el raro.
Tú eres raro, Oliverso (tus textos también), pero, el que no lo sea y esté por aquí escribiendo o leyendo que levante la mano. A lo que venía, es un gustazo leerte comentarios como este.
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Avatar de Usuario
Ginebra
Foroadicto
Mensajes: 3862
Registrado: 29 Mar 2005 19:48
Ubicación: por aquí y por allá...

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Ginebra »

A mi también me gusta, críptico, sí, pero muy bello, Como el cuadro, el propio relato da para volver más veces.
A mí sí que me parece apropiada la escena, la idea del agua que purifica, la idea de libertad y renacimiento está en la historia y se enlaza con la imagen que, curiosamente, Sergei integra con naturalidad. En su vejez todavía no conoce la respuesta de la bruja, los pájaros sí, de ahí el cierre de la historia. Es más o menos como lo veo yo, grosso modo :roll:
De peros, ya lo he comentado, críptico y algún error ortográfico de los tontos, de que no funcionara el corrector o algo así
Mucha suerte!! :60:
Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias. Eduardo Galeano


Recuento 2024
Avatar de Usuario
Isma
Vivo aquí
Mensajes: 7126
Registrado: 01 Abr 2010 21:28
Contactar:

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Isma »

Pues sí, me ha gustado mucho. Sobre todo por esas reflexiones que intercala, esas digresiones que otorgan, a la vez, una atmósfera onírica y realista. Pues es comprensible que la mente de un hombre gire y se evada en situaciones como esa. La escena de los pájaros en el agua me ha parecido bien traída, aportando al tema. También el deambular por esa casa rota que es, en cierto modo, la mente de Sergei.

Como sugerencias de mejora señalo estas:
- En el contenido, hubiera esperado algo más de sovieticidad por parte del protagonista. Tal cual está, lo mismo habría podido ser un soldado americano. Por ejemplo, siempre me ha parecido que el humor de los pueblos eslavos es muy particular. Eso le habría dado un color más específico al personaje.
- En algunos casos, el texto se recarga con expresiones compuestas (por ejemplo, en la escena de la joven alemana) o sobreabundancia de adjetivos (aparición del coche oficial, muerte del sargento)

Pero en fin, muy agradable de leer. Enhorabuena.
Snorry
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 316
Registrado: 23 Nov 2018 14:01
Contactar:

Re: CO LC - Pregúntales a ellos

Mensaje por Snorry »

Éste, no sé... La prosa no es mala, un poco recargada a veces. Hay que darle la razón en parte a Oliver So, una mezcla rara de Juan Salvador Gaviota y de relato bélico. No obstante, la aclaración de Kassiopea me parece muy interesante, y me hace verlo de otra manera. Quizá un final menos feliz hubiera sido más contundente.
Responder