Albert Camús.-Herbert R. Lottman

[Aben Razín]

Digo yo, ya que he leído el Prólogo, tendría que centrarme, más o algo, en la lectura de esta biografía, ¿no?

[Aben Razín]

El autor -Herbert R. Lottman- cita un texto de El revés y el derecho de Albert Camus, ¡me parece de una poética y crudeza extraordinaria!,

Si el niño entra en este momento, distingue la delgada silueta de hombros huesudos y se para: tiene miedo... Siente piedad para su madre, ¿es eso amarla? Nunca lo ha acariciado, pues no habría sabido. Permanecería entonces largos minutos mirándola. Sintiéndose ajeno toma conciencia de su pena (p. 45)

[hierbamora]

Empecé a leerlo la noche que te dije, Aben, pero me quedé durmiendo.

Pobre Camus, tengo que resarcir eso. El fin de semana espero empezarlo, pero esta vez con dignidad.

[Aben Razín]

Empecé a leerlo la noche que te dije, Aben, pero me quedé durmiendo.

Pobre Camus, tengo que resarcir eso. El fin de semana espero empezarlo, pero esta vez con dignidad.

¿¡Qué!?

Bueno, hay que entender que llevamos una vida muy ajetreada. Espero que el fin de semana lo apañes. Por mi parte, ando por el capítulo VI de la Primera Parte y ¡es muy interesante!,

¡Ya iremos comentando!,

No obstante, en mi descargo, tengo que decir que no volveré a embarcarme en un libro de estas dimensiones, porque ahora dispongo de poco tiempo para leer y esta biografía requiere toda la atención del lector,

[hierbamora]

Hola, Aben.

Esta mañana, por fin, lo he comenzado a leer. Ahora justamente estoy por donde ibas tú el otro día (el capítulo VI titulado “El compromiso”, ¿verdad?). Supongo que tú habrás adelantado mucho más....

¡Qué gustazo de libro! Cuanto me está gustando saber más de Camus, a pesar de la discreción legendaria de la que hizo gala toda su vida y lo poco pródigo que fue siempre a hablar de sí mismo.

Se observa cierta polémica en torno a la creación y autorización de esta biografía literaria (¿no es toda biografía así?). Los actos de valentía de Camus, que jamás reveló en vida, son múltiples; esto honra todavía más el perfil de persona ética que ya tenía en mi imaginario.


El puerto de Argel

Curioso que de pequeño no tuviera un apodo. “Pero Albert siempre fue Albert”. Ya desde la escuela primaria será la atención, primero de su maestro Germain (al que dedicó el opúsculo del discurso del premio Nobel), y después de su profesor Grenier, esencial para amar la filosofía, y fundamental en su carrera como escritor. Todo ello ocurre en Belcourt (Argel) donde la tasa de mortalidad era elevada y donde convivían sin segreción los musulmanes y europeos compartiendo escuela. "Según sus amigos, nunca perdió esta aptitud para hablar con gentes de todos los niveles con idéntica simplicidad familiar" (p. 52).



Aquí una foto de Camus futbolista.

Aprendí pronto que una pelota no llega nunca del lado que uno espera. Me sirvió en la existencia y sobre todo en la metrópoli, donde la gente no es sincera (p. 59).

Me ha dado mucha pena saber que hasta que le diagnosticaron la tuberculosis, la auténtica pasión de Camus fue el fútbol, que tuvo que abandonar pero del que no dejó de ser nunca espectador.

A pesar de las reticencias de la abuela materna, y la escasa economía doméstica, con el favor de la madre y el aliciente de su profesor, consigue seguir estudiando. Su amigo Lous Pagès no recuerda a ningún alumno, aparte de Camus, que hiciera carrera.

[hierbamora]

Albert Camus, a los 7 años, en Argelia (es el niño que está en el centro con una camisa negra). Fotografía tomada en 1920 en el taller de su tío Etienne, tonelero.

Qué importante fue para Camus la figura de su tío Acault en sus años adolescentes, y principalmente a raíz de la enfermedad.

Estuvo viviendo durante mucho tiempo bajo los cuidados de sus tíos que tenían mejor hogar y más recursos para alimentarlo como necesitaba.

Importante también su deseo precoz como escritor alrededor de los 7 años de edad. Su primer acercamiento a los libros será de la mano del mismo tío Acault, que entre otros le entrega Los alimentos terrestres de André Gide, que se convertirá en su autor favorito. Le seguirán otras lecturas de autores como Schopenhauer, Nietzsche, Dostoievski, la Biblia, Joyce, y Anatole France, entre otros.

[durito]

qué bonito lo de camus futbolista.

sigo sus comentarios.

[Aben Razín]

Primera Parte. Capítulo X: El partido.

Ya he leído que vas muy rápida, hierbamora -mi ritmo de lectura es muy lento y mi tiempo de dedicación es escaso- y compruebo las fotografías que nos has puesto -no soy tan apañado como tú-

Dos anotaciones que me han parecido curiosas en estos primeros capítulos:

- Aunque siempre se le conoció con el nombre y apellido, en un momento de esta biografía, sí que se apunta a un apodo para conocerlo, pero que, parece, no prospero porque se le tenía en estima y respeto en la pandilla de sus primeros amigos.

- Es cierto que tenía una forma de vestir superior y más elegante que el resto de sus amigos -parece ser que estrenaba y tenía fondo de armario-, más aún, Herbert R. Lottman deja entrever que tuvo en algunos momentos ciertos delirios de grandeza respecto a sus compañeros,

Otros hechos a destacar, en estos primeros años, fueron su primer matrimonio ( ) y, en los capítulos que estoy leyendo, su paso por el Partido Comunista en Argelia y los follones que había -las luchas y las facciones que habían dentro de él-,

No sé si es muy importante para entender la figura de Albert Camus, pero estos capítulos son muy aburridos y, tanto detalle, no me está aportando nada para entender más la figura de pensador, literato y activista,

Sigo atento a tus comentarios y sigo leyendo,

[Aben Razín]

Segunda Parte. Capítulo XXI: El malentendido.

En principio, ha cambiado mucho la vida de Albert Camus, porque se ha ido a instalar a Paris, salvo algunas estancias en Orán y en Le Panelier - población de montaña- para curar mejor su enfermedad. Mientras tanto, se ha lanzado a publicar su trilogía del absurdo -El extranjero, Calígula y El mito de Sísifo- e intenta acabar con la novela La peste -de la cual, se encontrará varias interpretaciones sin coincidir con la intención que lleva-

Es de reseñar, igualmente, sus amistades o sus enemistades tan fructíferas en su paso por París -al cual, tampoco le querrá tanto- como Michel Gallimard, Maurice Merleau-Ponty, Paul Ricoeur, Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre, entre otros. Figuras de primer orden en una Francia ocupada que intentaban hacer Resistencia y Cultura -por supuesto, las dos con mayúsculas-

Conviene, además, reseñar su paso inquebrantable -desde el punto de vista de honradez personal e intelectual- por el diario Combat en varios momentos de su vida editorial y que supuso para Albert Camus la necesidad y la obligación de posicionarse ante lo que estaba sucediendo,

Me encuentro a mediados de 1944 con la Francia liberada y una vuelta a comenzar, pero con un bagaje personal y literario que le hacía figurar como una figura importante en el panorama cultural francés, además -una cuestión fundamental de su personalidad como escritor- seguía con su amor particular por el teatro, promoviendo varias compañías de teatro y puestas en escena. Entre otras, estaba escribiendo El malentendido,

Sigo leyendo,

[hierbamora]

Hola, Aben.

No me olvido del libro pero avanzo muy despacio. Ahora nos adentramos en los inicios de su perfil y compromiso político, -hay distintas interpretaciones sobre los motivos por los que se une al Partido Comunista-, y la importancia capital del teatro en su propia vida. En esta parte encuentro demasiados datos que no me interesan tanto sobre todas las personas que rodearon a Camus (no sólo nombres propios sino pinceladas de cada uno de ellos, y los papeles que en escena representaron, algo baladí). Para mí lo mejor es siempre escucharlo:

Me parece que más que las ideas es la vida la que con frecuencia lleva al comunismo...¡Tengo un deseo tan fuerte de ver disminuir la suma de desgracia y amargura que envenena a los hombres!

Camus es persuasivo, jovial y con una ironía amistosa. Se resalta su extrema discreción. "Así ocurriría con todos sus actos decisivos, durante toda su vida". Las dificultades con el partido comunista iban a manifestarse más tarde, pero él mismo recuerda las palabras de Jean Grenier sobre el comunismo:

Por un ideal de justicia ¿es necesario suscribir tonterías? Responder "sí" habría sido noble pero "no" era más honesto. El problema no difería del que afrontarán los cristianos inteligentes. ¿Debe preocuparse el creyente de las contradicciones de la Biblia, de la fábula del arca de Noé? ¿Debe defender la inquisición o al tribunal que decidió culpable a Galileo? Pero, por otro lado, ¿cómo conciliar comunismo y asco?

Interesantes las cuestiones de su profesor.

[Aben Razín]

Hola, Aben.

No me olvido del libro pero avanzo muy despacio.

Cada uno, hierbamora tiene y debe llevar su ritmo de lectura,

Ahora nos adentramos en los inicios de su perfil y compromiso político, -hay distintas interpretaciones sobre los motivos por los que se une al Partido Comunista-, y la importancia capital del teatro en su propia vida. En esta parte encuentro demasiados datos que no me interesan tanto sobre todas las personas que rodearon a Camus (no sólo nombres propios sino pinceladas de cada uno de ellos, y los papeles que en escena representaron, algo baladí). Para mí lo mejor es siempre escucharlo:

Me parece que más que las ideas es la vida la que con frecuencia lleva al comunismo...¡Tengo un deseo tan fuerte de ver disminuir la suma de desgracia y amargura que envenena a los hombres!

Para mí, tiene más importancia el escritor y productor de teatro que el afiliado al Partido Comunista. Es cierto que esta faceta le dio más disgustos que satisfacciones hasta el punto de romper con amigos de su juventud como fue Jean-Paul Sartre, entre otros,

Y, sin embargo, su compromiso político, mantenido en silencio por voluntad propia, se mantuvo incólume hasta el final de sus días, por ejemplo con Argelia, sin necesidad de estar afiliado a ningún partido,

Camus es persuasivo, jovial y con una ironía amistosa. Se resalta su extrema discreción. "Así ocurriría con todos sus actos decisivos, durante toda su vida". Las dificultades con el partido comunista iban a manifestarse más tarde, pero él mismo recuerda las palabras de Jean Grenier sobre el comunismo:

Por un ideal de justicia ¿es necesario suscribir tonterías? Responder "sí" habría sido noble pero "no" era más honesto. El problema no difería del que afrontarán los cristianos inteligentes. ¿Debe preocuparse el creyente de las contradicciones de la Biblia, de la fábula del arca de Noé? ¿Debe defender la inquisición o al tribunal que decidió culpable a Galileo? Pero, por otro lado, ¿cómo conciliar comunismo y asco?

Interesantes las cuestiones de su profesor.

Me ha gustado mucho esta reflexión del profesor de Albert Camus que no recordaba, ¡muy interesante!,

[hierbamora]

Dejo una imagen de Camus con el profesor Greniers tan importante siempre para nuestro filósofo.

[Aben Razín]

Gracias por esta fotografía, hierbamora

Como creo que estamos leyendo la misma edición, también hay otra en la página 719,

[hierbamora]

Para mí, tiene más importancia el escritor y productor de teatro que el afiliado al Partido Comunista. Es cierto que esta faceta le dio más disgustos que satisfacciones hasta el punto de romper con amigos de su juventud como fue Jean-Paul Sartre, entre otros,

Y, sin embargo, su compromiso político, mantenido en silencio por voluntad propia, se mantuvo incólume hasta el final de sus días, por ejemplo con Argelia, sin necesidad de estar afiliado a ningún partido,

A mí también me interesa principalmente la faceta literaria de Camus, aunque tengo ganas de llegar, para profundizar más, al conflicto con Sartre. ¿Curiosidad malsana?

P.S: Gracias por la foto del maestro, no me había fijado.

[Aben Razín]

A mí también me interesa principalmente la faceta literaria de Camus, aunque tengo ganas de llegar, para profundizar más, al conflicto con Sartre. ¿Curiosidad malsana?

En cuanto a su pensamiento, siempre me ha interesado el pensamiento de Jean-Paul Sartre. Creo que, durante la carrera de Filosofía, ¡todos tuvimos nuestro momento existencialista!,

Pero su personalidad, ¡no adelanto nada!, ya verás sobre todo cuando se relata el famoso conflicto,

P.S: Gracias por la foto del maestro, no me había fijado.

¡Fue una relación -maestro y alumno- que duró hasta el final!,