gracias madison.
lo primero que llama la atención es lo bien que conoce roth a los autores que entrevista. los propios entrevistados se impresionan con la calidad de las preguntas. la mayoría son completamente desconocidos para mí, pero no importa. el libro se puede leer como una excelente primera aproximación.
quiero destacar con citas un par de cosas. en la charla con edna o'brien, luego de reconocer el progreso de la mujer en el siglo veinte, hablan de lo que todavía falta y del espinoso tema de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres. dice edna:
La atracción y el amor sexual no son un impulso de la conciencia, sino del instinto y la pasión, y en este aspecto los hombres y las mujeres son radicalmente distintos. El hombre aún sigue teniendo mayor autoridad y mayor autonomía. Es algo biológico. El destino de la mujer es recibir el esperma y retenerlo, y el del hombre, en cambio, consiste en darlo, y en esa entrega se agota, de ahí que a continuación se retire. Mientras ella, en cierto sentido, está siendo alimentada, él, por el contrario, está siendo vaciado, y, para resucitarse a sí mismo, procede a una huida temporal. Como consecuencia de todo ello, tenemos el resentimiento de la mujer, al verse abandonada, aunque sea por poco tiempo, y el sentimiento de culpabilidad de él, porque se aparta; y, sobre todo, su sentido innato de la autoprotección, por el que tiene que volver a encontrarse, para una nueva afirmación de sí mismo. La unión, pues, nunca pasa de relativa. El hombre puede ayudar a fregar los platos, etcétera, pero siempre anda con la mirada en otro sitio, y su compromiso es más ambiguo.
no sé qué pensar al respecto, pero sí veo algo
esencial en las diferencias entre hombres y mujeres. siempre me ha inquietado, por ejemplo, que muchas mujeres se enamoran sobre todo de
la manera de ser de un hombre, mientras que muchos hombres se enamoran en prime lugar de un cuerpo.
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en la charla con ivan klima, roth hace un comentario político brillante. están hablando del fin del comunismo en checoslovaquia, y roth anuncia el advenimiento de la nueva dictadura:
Cuando Checoslovaquia vaya convirtiéndose en una sociedad de consumo libre y democrática, los escritores os vais a ver agobiados por una gran número de nuevos enemigos de los que, curiosamente, os protegía el antiguo régimen, a pesar de su esterilidad represiva y totalitaria. Especialmente desestabilizador os resultará un todopoderoso archienemigo de la literatura, de la lectura y de la lengua, que está en todas partes. Te garantizo que ninguna multitud desafiante se apiñará en la plaza Wenceslao para acabar con su tiranía, ni habrá dramaturgo intelectual a quien las ofendidas masas elijan para rescatar el alma de la nación de la fatuidad a que este enemigo reduce prácticamente todo discurso humano. Estoy hablando del trivializador total, de la televisión comercial, no de unos cuantos canales que nadie ve, porque están bajo control de un zafio y torpe censor estatal, sino de un par de docenas de canales de aburrida televisión estereotipada, que casi todo el mundo ve todo el tiempo, porque divierte. Tú y tus colegas escritores habéis salido, por fin, de las cárceles intelectuales del totalitarismo comunista. Bienvenidos al mundo de la Diversión Total.
no puedo estar más de acuerdo. está claro que el nuevo sistema es preferible al anterior, pero ¿qué es lo que lleva a los ciudadanos a detenerse ahí? la sociedad de mercado tiene mil defectos, pero la gente ya no sale a las plazas.