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Dirección: Tommy Lee Jones.
Países: USA y Francia.
Año: 2005.
Duración: 116 min.
Género: Drama.
Interpretación: Tommy Lee Jones (Pete Perkins), Barry Pepper (Mike Norton), Julio César Cedillo (Melquiades Estrada), Dwight Yoakam (Belmont), January Jones (Lou Ann Norton), Melissa Leo (Rachel), Levon Helm (Anciano ciego), Mel Rodríguez (Capitán Gómez), Cecilia Suárez (Rosa), Ignacio Guadalupe (Lucio), Vanessa Bauche (Mariana).
Guión: Guillermo Arriaga.
Producción: Michael Fitzgerald, Luc Besson, Pierre-Ange Le Pogam y Tommy Lee Jones.
Música: Marco Beltrami.
Fotografía: Chris Menges.
Montaje: Roberto Silvi.
Diseño de producción: Merideth Boswell.
Dirección artística: Jeff Knipp.
Vestuario: Kathleen Kiatta.
Estreno en USA: 14 Diciembre 2005.
Estreno en España: 17 Febrero 2006.
El cuerpo de Melquiades Estrada (Julio César Cedillo) aparece en pleno desierto, donde ha sido enterrado precipitadamente después de su asesinato. Las autoridades locales, sin pre-ocuparse por las causas de este crimen, dan sepultura a Melquiades en el cementerio público. Pete Perkins (Tommy Lee Jones), capataz de la región y mejor amigo de Mel-quiades, decide investigar por sí mismo y descubrir al asesino, obli-gándole a que lleve a su amigo a su El Dorado natal, México. De esta manera ofrecerá a Melquiades su viaje más hermoso, el de su tercer entierro.
(Extraído de La Butaca.net)
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Desgarrada, mugrienta, árida, la ópera prima de ese inmenso intérprete que es Tommy Lee Jones posee la ponzoñosa dureza de una elegía exclamada con la sed y la desesperanza de un inocente abandonado en el desierto. Lee Jones se marca un debut grandioso, dolido, áspero y sacudiente, por el que resuenan ecos moribundos del gran género cinematográfico fundacional que fue el western. Su regreso a él destila conciencia luctuosa, tristeza crepúscular, desahuciado discernimiento. Se llega mucho más lejos, en la certificación de su clausura, de lo que Eastwood finiquitó con aquella obra maestra llamada SIN PERDON. Jones orquesta con patetismo y distanciada amargura este concierto de desarrapados leales y náufragos que evocan, agónicos, un tiempo lejano de sombreros y caballos, de pistolas y fronteras, de ganados y serpientes venenosas. Los espacios abiertos, yermos y rojizos, que otrora simbolizaran la aventura de la conquista de un espacio recóndito, primitivo y sin ley, aquí adquieren el rigor exhausto de una tumba semisepultada en la arena. Se diría que aquí se cabalga la decrepitud ososa de un geográfico esqueleto. Tenemos un muerto avanzando su muerte, exhibida y pútrida, por un recóndito paraje baldío iluminado de estertores y sofocos. LOS TRES ENTIERROS DE MELQUÍADES ESTRADA es el intenso relato de un extinto al que se quiere dar la oportunidad del reposo soñado. (El artículo completo en Parábola del vaquero bueno de Celso Hoyo Arce para Zinema.com)