Perversidad - Fritz Lang (1945)

[masako]

Perversidad



Título original: Scarlet Street
Año: 1945
Duración: 103 min.
País:
Director: Fritz Lang
Guión: Dudley Nichols (Novela: Georges de La Fouchardière, André Mouézy-Éon)
Música: Hans J. Salter
Fotografía: Milton Krasner (B&W)
Reparto: Edward G. Robinson, Joan Bennett, Dan Duryea, Jess Baker, Margaret Lindsay, Rosalind Ivan, Samuel S. Hinds, Vladimir Sokoloff
Productora: Universal Pictures
Géneros: Cine negro. Drama | Crimen. Remake

Sinopsis: Christopher Cross es un simple cajero infelizmente casado, pero tiene un raro talento para la pintura. En cierta ocasión, conoce a una aventurera de la que se enamora y le hace creer que es un pintor de éxito. La chica y su novio, un individuo sin escrúpulos, aprovechan la ocasión para explotar al pobre hombre, que llegará incluso a cometer un desfalco en su empresa para que ella siga creyendo que es un artista de éxito.

Críticas:

"Lang dirige magistralmente este intenso drama (...) una de las mujeres fatales más logradas del cine de todos los tiempos, Joan Bennett, y el perfecto trabajo de Robinson para un melodrama clásico e imprescindible. Fascinante"
Fernando Morales: Diario El País

Fuente.- FILMAFFINITY


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[masako]

Se me hace raro que nadie le haya abierto nunca un hilo a esta gran película. A mí me encanta . Seguramente en el cine actual se puedan rescatar varias película que merezcan la pena dentro del cine negro, muchas que no conoceré pero que todavia estoy a tiempo de descubrir, pero todos estos títulos memorables del cine clásico tienen un encanto insuperable.

Edward G. Robinson nunca ha formado parte de mis actores favoritos, pero de los trabajos que recuerdo de él diría que el personaje que tiene aquí posiblemente sea uno de los que más me guste de lo que conozco de su carrera. Hay algo que me intranquiliza y me deja pensativa en la idea de los limites que el ser humano es capaz de traspasar

cuando observo a este hombre normal y corriente, tranquilo, sumiso y perdedor, convertido en un asesino y martirizado por el resto de sus días, porque ningún crimen queda impune y no hay más juez, jurado y verdugo que uno mismo viviendo con su culpa.

Joan Bennett como femme fatale da la talla, y tiene esa dualidad que presentan los personajes de esta película que acaban siendo victimas y verdugos al mismo tiempo. Es cruel, y no duda en jugar con los sentimientos de Edward G. Robinson, mientras que victima de su amor obsesivo por Johnny y maltratada por este.