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Pues en el par de casos que conozco a los que me estoy refiriendo, de ir 3 horas a la semana, el cuerpo no les cambió, pero sí la autoestima al darse cuenta de lo que habían mejorado.
Supongo que como todo en esta vida, habran casos que la artes marciales les ayudarán y habran otros que no.
Pero yo siempre he hablado de acoso verbal, no de acoso físico en el que indudablemente, interviene el "tamaño" tanto de acosado como del acosador
Lucía, el otro día vi esto en el periódico y me acordé de ti . La imagen no es muy buena, ya que mi movil es malo de narices y no he podido ver el articulo en la edición digital del periódico.
De todos modos, puede que an algunos casos si que les sirva a los chavales, pero no veo que sea una solucion.
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El otro día estaba escuchando a un psicólogo hablar en la radio sobre el tema y dijo que los jóvenes tienen inseguridades, frustraciones que descargan sobre una persona que por su situación o personalidad pueda "hacerse cargo". Por ejemplo, todos los jóvenes están inseguros sobre su aspecto físico, entonces descargan sobre quién vean más inseguro al respecto. La víctima, ya de por sí insegura, se vuelve más insegura y más blanco de ataque.
Entonces, si trabajamos solo en la autoestima de la víctima y no del grupo, el grupo encontrará a otra persona para descargar sus inseguridades. Muchos adultos se desentienden del problema, no generan espacios para hablar de las cosas que inquietan a los jóvenes. Al contrario, los medios bombardean a los chicos con ideales sobre qué es ser exitoso en la vida: tener determinada marca, bien, determinada estética, etc. Si hubiera un lugar donde volcar esas inseguridades, poner en palabra, conectarse con lo cultural, con la norma, con la diversidad y ser concientes de las inseguridades y consecuencias de los actos, todo esto guiado por un adulto, la cosa iría mejor.
En la película Karate Kid, Daniel tiene inseguridades porque se ha mudado, gusta de una chica de otra condición socioeconómica. Johnny también gusta de esa chica y con su grupo de karate, pueden pegarle al chico para canalizar su bronca. El grupo al que va Johnny está liderado por un adulto que enseña a derrotar, no ganar, a cualquier costo. Por suerte, Daniel conoce al Sr Miyagi que le enseña otra filosofía de vida. Le enseña karate no para golpearse a la salida de la escuela, para que la patota le gane, lleva la disputa a un torneo donde hay normas. La competencia es canalizada a través del deporte, a través de la cultura, en un lugar donde hay normas y presencia de adultos.
Y Karate Kid que yo recuerde termina con el chico dandole una paliza al macarra de turno. las normas desaparecen cuando el enfretamiento pasa a ser personal por encima del combate, Lo que vence al macarra es la patada al orgullo que se le derribe del pedestal, el que sea en un ring aumenta la humillación no la aminora.
A la salida de las fiesta de disfraces le va a pegar un grupo a Daniel. Por eso, Miyagi va a hablar con el profesor y lo anota en el torneo, con la condición de que no se van a pegar por fuera del torneo. En el torneo hay normas, es uno a uno, no se pueden golpear de determinada manera, hay un árbitro, un saludo respetuoso, un trofeo que delimita que es una disciplina, no una pelea callejera. Es una película, claro. Pero muestra que sin la norma, Daniel hubiese terminado golpeado por la patota cada dos por tres, por más que supiera dar un golpe.
Los adultos también tienen inseguridades y también pueden buscar víctimas, pero hacer depender a las potenciales víctimas de la supervisión de terceros nunca ha servido de nada. En cambio, darles herramientas para que puedan hacer frente a los potenciales ataques en caso de necesidad es algo que les va a valer toda la vida, tanto de niños como de adultos. De hecho, esa es una de las razones de que las mujeres trabajemos: si somos independientes económicamente, no tendremos que depender de un acosador o un violento.
Cada uno supongo que lo interpretamos según nuestras vivencias, para mi la humillación se multiplica al ser algo público.
Lo de las normas con los pequeños psicópatas, que los hay, no funcionan, las aceptan superficialmente . pero ya se encargan luego de buscar la revancha.
No podes comparar la psiquis de un adulto con la de un jóven o un niño. Ellos están desarrollando su subjetividad, su identidad, por tanto se les dificulta la alteridad.
Un niño perverso, esta experimentando, a como manipular, sus limites, la satisfacción que obtiene, mirando como los demás se pliegan a sus deseos o como reaccionan,
Todavía no he conocido ningún niño que no sea un manipulador nato. Para cuando van a la escuela, la identidad y la personalidad ya la tienen desarrollada, aunque no fijada del todo.
Pero vamos, que a los dos años ya notas de qué pie cojean claramente y por dónde tiran.
La autodefensa sería un buen remedio si todos los niños tuviesen el mismo "potencial bélico." Pero esto nunca es así. Un niño enclenque, obeso, sin amigos o con alguna minusvalía difícilmente podrá defenderse frente a uno fuerte, sano y con amigos que le ayuden, por muchas artes marciales que aprenda. Para colmo suelen ser precisamente los niños que menos se pueden defender los objetos de acoso escolar.
Por otra parte, la autodefensa como remedio contra el acoso es exactamente lo que hacen esos niños que cogen una pistola y se lían a tiros contra sus acosadores: soy enclenque y no tengo amigos, pero tengo mucha rabia dentro y un arma.
El acoso escolar es un abuso de poder del fuerte al débil y perpetrado en la peor época de la vida de un niño. Se supone que la sociedad civilizada nació para abolir la ley del más fuerte. Si tuviera un hijo que sufre acoso y el profesor, policía o lo que fuese me dijera que el niño debe defenderse a sí mismo, entonces me sentiré autorizado a partirle la cara: si no se puede defender es su problema. Será hermoso ver a una sociedad transformada en una distopía en la que todo el mundo va armado hasta los dientes porque debe ser él mismo quien se encargue de su defensa.
Las medidas positivas que propone LisaSimpson me parecen muy útiles. Pero además, por muy feo que suene, es necesario aplicar medidas disuasorias. Es imprescindible que los niños sepan que abusar de un niño débil, un anciano, un animal o cualquier otro ser indefenso le va a acarrear consecuencias muy graves, porque esos seres no están indefensos: tienen a toda la sociedad de su parte para defenderlos.
Swann escribió: Pero esto nunca es así. Un niño enclenque, obeso, sin amigos o con alguna minusvalía difícilmente podrá defenderse frente a uno fuerte, sano y con amigos que le ayuden, por muchas artes marciales que aprenda.
Se aprenden artes marciales para evitar llegar al enfrentamiento. La gente va a por quién puede, a quien ve víctima, débil y que no va a responder. El niño enclenque que hace deporte, y aquí da igual qué deporte sea, deja de ser enclenque; los niños obesos tienen sobrepeso, pero no son idiotas ni estatuas; y pídele a un niño de 6 años que te dé con un periódico enrollado en la barbilla, por ejemplo, y luego me cuentas si es algo inofensivo e indoloro.
De hecho, hay niños enclenques con los que no se mete nadie, ni en grupo ni individualmente. Y no necesariamente porque ese niño vaya a responder con violencia física. Que de nuevo nos olvidamos del daño que pueden hacer las palabras.