Los fugitivos - Alejo Carpentier

[Arden]

A ver esta historia de esclavos fugitivos qué tal se nos da.

Comentarios a partir de ya

[magali]

Ayer se complicó la cosa y no lo pude leer, pero espero que a lo largo del fin de semana pueda dejar mi comentario .

Gracias por el hilo, Arden

[klatubaradaniktó]

Voy por la mitad... pero es mucho más claro...
Ya luego comento...

Klatubaradaniktó

[Arden]

Este cuento fue despreciado por Carpentier durante décadas, de hecho desde que se publicó en los años 40 en una revista en Venezuela no se volvió a publicar hasta los años 70. Carpentier decía que era solo literatura..., porque para él un relato, una novela, debía ser más que eso, historia, mito, religión,...

Desde luego no encontramos el barroco ni ese realismo mágico de Oficio de tinieblas, es realismo simplemente, pero hay muchas cosas interesantes. Encontramos el tiempo: las estalactitas lloraban isócronamente, llenando las sombras frías de un ruido de relojes. Ese tiempo que viene marcado al principio por las campanas del ingenio azucarero, es decir de la plantación, y que cuando huyen a la naturaleza viene marcado por el caer del agua en las estalactitas de la cueva. También tenemos la primavera. Todo transcurre en dos años entre dos primaveras. Y las dicotomías Perro/hombre, blanco/negro, esclavo/amo, civilización/naturaleza, esclavitud/libertad.

Todo empieza y acaba con Perro pero también con Cimarrón.

Cimarrón huye de la esclavitud, pero Perro al extraviarse porque los sentidos, el instinto le atrae a la hembra, se pierde y decide no volver porque sabe que el blanco es peor que el negro, con lo que acepta al nuevo amo. En el II ya vemos que la civilización marca sus tiempos, se despiertan por instinto con la campana, y en el III que echan de menos la seguridad de la comida a sus horas, y vemos cómo evolucionan hacia la naturaleza salvaje:

"Poco a poco, Perro y Cimarrón olvidaron los tiempos en que habían comido con regularidad. Se devoraba lo que se agarraba."

Se van a vivir a una cueva, pero acaban en otra a cuatro patas, más animal imposible. Pero vuelve la civilización, ¿cómo? en la peor forma posible: el dinero. Y lo que trae son desgracias.

Tenemos nuevamente la primavera (IV), ha transcurrido un año, lo sabemos porque el perro vuelve a tener ese instinto sexual irreprimible de la primavera que le llevó en I a seguir el rastro de la hembra. Y ese instinto sexual se manifiesta en ambos, están irritables, "de pésimo genio", y acaban como por instinto en el ingenio, uno asalta a una negra, el otro a la perra inglesa.

Hasta aquí han ido los dos conjuntamente, pero a partir de aquí Perro y Cimarrón se separan, Cimarrón se ve atraído por la civilización de nuevo, no solo sigue asaltando mujeres poniendo en riesgo su seguridad sino que el dinero le lleva a las tabernas, hasta que lo cogen, Perro no sigue esa imprudencia y se salva, y sigue en la naturaleza, pero ahora ya sin el hombre no va a tener el calor de una hoguera, con lo que no le hace falta la cueva, se hace salvaje definitivamente:

"el ingenio estaba olvidado. su campana había perdido todo sentido. Perro buscaba ahora el amparo de mogotes casi inaccesibles al hombre, viviendo en un mundo de dragos.

Y llegamos a la segunda primavera. Perro se ve atraído nuevamente, como al principio, por el olor del celo de la hembra de una jauría de perros salvajes, pero se ha asalvajado, no tiene miedo, pelea y gana. En VII se nos remarca nuevamente que "La campana del ingenio, cuyo diapasón era traído a veces por la brisa, no despertaba en Perro el menor recuerdo.", todo ello para preparar el reencuentro con Cimarrón, que ha vuelto a escapar. Sin embargo, al final volvemos en esta estructura circular al principio,

Perro al intentar bucear en su interior y recordar a Cimarrón lo que recuerda es la consigna de matarle del principio: "Había recordado, de súbito, una vieja consigna dada pro el mayoral del ingenio, el día que un esclavo huía al monte." El final es bestial porque Cimarrón acaba devorado por la jauría.

Pero aquí también vemos que no solo la civilización derrota a la naturaleza en el caso de Cimarrón, al que atrapan porque no consigue escapar de los vicios de aquella, sino que también Perro es derrotado. No acaba

matando a Cimarrón por el instinto que había recuperado, por la naturaleza, por tratarse de un perro asalvajado, sino por el recuerdo de la antigua orden del mayoral del ingenio, es decir por la civilización, que le enseña a matar y a obedecer.

La historia me ha gustado, también lo que pienso que ha querido contar, pero también es cierto que me gustó más el de la semana pasada, mucho más por el lenguaje que me deslumbró, no había leído a Carpentier nunca, mea culpa, y las imágenes, que me parecieron increíbles, el lenguaje barroco, y esa magia de las sombras. Este, al ser un relato realista, me ha gustado pero no lo encuentro tan brillante, aunque esté muy bien claro está.

[jilguero]

[magali]

Me ha gustado muchísimo.

No solo porque sea más asequible que el anterior, sino también porque no me esperaba nada de lo que sucede. Me dejé llevar por la perspectiva de la narración (interesantísima); viví el paralelismo entre Perro y Cimarrón (ambos son seres unidos por las circunstancias) y me sobrecogió el desenlace cuando lo vi venir, aunque bien pensado es lo más natural.

Por supuesto, no falta la belleza del lenguaje de Carpentier, eso sí, sin llegar a ser tan confuso y complejo como en Oficio de Tinieblas.

[jilguero]

Me ha gustado muchísimo.

No solo porque sea más asequible que el anterior, sino también porque no me esperaba nada de lo que sucede. Me dejé llevar por la perspectiva de la narración (interesantísima); viví el paralelismo entre Perro y Cimarrón (ambos son seres unidos por las circunstancias) y me sobrecogió el desenlace cuando lo vi venir, aunque bien pensado es lo más natural.

Por supuesto, no falta la belleza del lenguaje de Carpentier, eso sí, sin llegar a ser tan confuso y complejo como en Oficio de Tinieblas.

En mi caso tengo una mezcla extraña de sentimientos.

Por un lado, de acuerdo con Magali es que es mucho más fácil de leer y de seguir. De acuerdo también en que es muy interesante el paralelismo que se establece entre ambos y, sobre todo, muy interesante ese desenlace final, ese descubrimiento de que, en el fondo, incluso cuando te traten bien

ser perro de alguien no deja de ser una esclavitud

Y me encanta como los olores ocupan en este relato el lugar de la música, como son ellos los que van guiando, los que predominan.

Por el otro, he echado en falta esos guiños tan originales que hace en el otro relato. Al principio su mayor dificultad me echó para atrás, pero luego me enganchó y ahora me han faltado un pelín.

En cualquier caso, un buen relato .

[klatubaradaniktó]

También yo valoro muy positivamente este cuento. tengo muy poquito que añadir a lo que ya tan acertadamente ha comentado Arden
El relato es una oda al instinto, entre otras cosas. No solo al instinto animal... también al humano, menos desarrollado, pero necesario... la ternura de Cimarrón dormido, pasando la mano por sobre Perro, en gesto, "de quien ha dormido con muchas mujeres" es soberbia... De hecho, creo que los instintos prevalecen en ambos protagonistas... celo, miedo, hambre... supervivencia, al cabo...

El fin de semana, otro...

klatubaradaniktó

[bartlebycubano]

Los fugitivos mereció el premio del concurso de cuentos de El Nacional de Caracas, en 1946.

También me ha gustado mucho este cuento. El Carpentier de los relatos cortos no es tan barroco como el de las novelas.


El olor a hembra desvió a Perro de su misión; y luego, unos ladridos lejanos lo llevaron a buscar refugio en el negro que debía matar. Así escapó Cimarrón _o al menos tuvo una tregua_ . Más tarde, mucho sexo para los dos: Cimarrón, con las hormonas locas, no dejó escapar a ninguna mujer que pasara cerca de él por los campos; y perro se revolcó, a su antojo, con las perras.

Pero, como bien dijo alguien hace ya mucho tiempo, el hombre es él y sus circunstancias (y parece que con los perros sucede lo mismo) . Así las cosas, cuando ya a Perro no le llegaba el olor a hembra _o tal vez estaba ya muy satisfecho_, y la amenaza de perros desconocidos dejó de estar presente, recordó la orden que le había sido dada. Entonces... pobre Cimarrón!

[bartlebycubano]

Buen sabor me dejó este cuento, pero no diría lo mismo de El camino de Santiago. Estoy en eso, y sin ganas de terminarlo. En ese hilo dejaré un comentario muy breve.