Pues lo encuentro muy buen relato y además muy bien ambientado y escrito.
Tenemos a un aspirante a escritor. El pobre marchó a San Francisco, cuna de la contracultura norteamericana y la generación beat, porque sueña ser como ellos, de hecho va al café italiano donde transcurre la acción porque uno de los escritores estuvo allí y sueña con que se encuentra con alguno de ellos, y sin embargo es un camarero secundario, que se dedica a poner las servilletas en cuadraditos y a poner hielo debajo de la mantequilla de un restaurante para turistas con vistas al Golden Gate. La atmósfera del peculiar verano de San Francisco, con lluvia y frío, la niebla y esas gotas de lluvia grasientas que caen por la ventana, así como la niebla por la que avanza Charlie, donde no se ve nada, sobresaltándose por la aparición de un perro de tres patas, todo eso está muy bien relatado, me hace ver y sentir esa atmósfera.
Después, Charlie llega al café italiano, donde se escucha ópera y van italianos y algún escritor, y allí se convierte en testigo voluntario, porque realmente está pendiente, de lo que ocurre en la mesa de al lado, intentando ser invisible para que no se cohiban ni se den cuenta de su presencia. En la mesa de al lado hay tres personas, dos de ellas pertenecen a un coro cercano de una iglesia, son George y Audrey, y el marido de esta Audrey. En la conversación se desliza otra historia, una de amor extremo, que ahora se llamaría de acoso puro y duro, mientras cuenta la historia se deslizan gestos que demuestra la complicidad entre George y Aubrey, y que realmente Truman el marido es el tercero, y esto se confirma al terminar la historia, cuando desemboca en la famosa frase "we need to talk", que todos sabemos ya lo que significa en este contexto, George no puede continuar con la pantomima, y los tres acaban marchándose sabiendo que George y Audrey están juntos y Truman es el que sobra.
Y eso es la historia que va a inspirar a Charlie para escribir, sale satisfecho y feliz, tiene una buena historia y solo tiene que escribirla, y así poder dejar de ser un fracasado, y entrar en el mundo literario de San Francisco que al parecer le cuenta a su padre y que él no vive.
A mí la historia me ha atrapado, no solo por saber qué pasaría con la historia del filipino, yo diría que monseñor tenía otros intereses con el filipino, más carnales diría yo, cosa que en esa época no se podía decir y se disfraza de rareza de monseñor que igual se trae un bicho que una persona, sino porque iba viendo que había ciertos gestos y miradas entre los tres vecinos de mesa que me hacían presagiar lo que pasaba, y la parte final y el título me dejan claro la intención del autor, describir cómo se puede inspirar un escritor para empezar una historia.
Por cierto os dejo este enlace por si tenéis curiosidad sobre los escritores de la generación beat y San Francisco.
http://www.revistavanityfair.ex/moda/li ... ughs/21172