A primera vista casi parece un libro infantil: formato pequeño, historias muy cortas (21 en poco más de 80 páginas) y unas ilustraciones -en la edición que yo tengo- muy sencillitas, casi garabatos... pero nada más lejos de la realidad. Matute lo escribió en 1956 y dice que "no es un libro para niños, sino sobre niños".Contraportada:
Son tontos; con la tontería de las mariquitas punteadas de negro, o las del caballo ese de oro, que tenía grandes alas y daba vueltas y vueltas sin llegar a ninguna parte. Son niños, con la niñez de la tontería. Hay un niño tonto que quiere oír los cánticos de la caracola grandísima, del alto y verde mar. Hay otro niño tonto que se hace amigo de un demonio que está sentado en la caldera con cara triste y solitaria... Todos tienen algo en común: todos se equivocan; ningún niño tonto podrá ser mayor. En los ventiún relatos que componen Los niños tontos -"breves, redondos y jugosos como una naranja", como quería la autora que fuesen los cuentos-, Ana Mª Matute construye un pequeño universo hechicero donde lo mágico y lo misterioso conviven con el más fiel retrato de la realidad. Cada cuadro es una vivencia íntima, un sueño infantil que se nos cuenta desde dentro, desde la fantasía y la ilusión, desde la crueldad y el disparate del mundo de la infancia. Oculta tras el niño que se soñaba dentro del escaparate de la pastelería o la niña que quería lavarse los dientes con la luna, Ana Mª Matute desvela la voz, y la palabra, de los tontos niños tontos.
Son historias en general crueles, con esa crueldad sin remordimientos de la infancia... extraños, y sobre todo tristes, la verdad es que te dejan el cuerpo del revés , pero así y todo me han gustado mucho.
En la web de la escritora hay seis relatos de este libro leídos por ella misma