Título: ¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?
Autor: Raymond Carver
Editorial: Anagrama
Colección: Compactos
Publicación: Barcelona, 2007 (1976)
235 páginas
Contiene:
- Gordo
- Vecinos
- ¡Habrase visto...!
- No son tu marido
- ¿Es usted médico?
- El padre
- Nadie decía nada
- Sesenta acres
- ¿Qué hay en Alaska?
- Escuela nocturna
- Recolectores
- ¿Qué hace usted en San Francisco?
- La esposa del estudiante
- Póngase usted en mi lugar
- Jerry y Molly y Sam
- ¿Por qué, cariño?
- Los patos
- ¿Qué te parece esto?
- Bicicletas, músculos y cigarrillos
- ¿Qué es lo que quieres?
- Señales
- ¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?
¡A mí me encantó! Carver, para mí, es de los mejores "cuentistas" del s. XX. Siempre es una delicia coger cualquiera de sus libros de relatos y leerlos y releerlos. Son todos buenísimos, y su manera de narrarlos es tan natural que lo ves, lo vives, lo sientes como si estuvieras allí mismo. ¡Genial!Primer libro de relatos, que escribió y reescribió a lo largo de quince años y que le supuso la consagración inmediata, Raymond Carver renovó la forma del relato breve hasta darle proporciones de hai ku y sin que esta utilización radical de la elipsis le haga perder ninguna fuerza.
En el relato que da título al conjunto, una esposa confiesa a su marido que le fue infiel dos años atrás y éste trata de digerirlo sin mucho éxito: da una vuelta por la ciudad, toma unas copas y regresa a casa a tomar un baño y pide varias veces a su mujer que le deje en paz cuando ésta intenta que olvide lo relatado: ¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?
Esta es la tónica general de los vientitantos cuentos que forman este primer libro de narraciones de Raymond Carver: situaciones cotidanas en urbanizaciones de clase media, matrimonios con hijos o sin ellos, con perros o sin ellos, pero con problemas de todos los días: el futuro en el trabajo, un perro que encanta a los niños pero que hace la vida imposible al marido, un propietario del terreno donde entran furtivos a cazar patos que no sabe si reaccionar con violencia o intentar hacer negocio, un matrimonio que descubre una extraña atracción por el piso de los vecinos que éstos les han dejado a cuidar... historias que se caracterizan por una anécdota mínima y un aire de fragmento de un conjunto al que no interesa referirse o apenas tiene importancia.