El relato del ama de casa lo mimó mucho. Pudimos ir viendo cuánto había ocultado en poco espacio.jilguero escribió:Mi duda es si la autora no mimaba sus relatos y los lanzaba al mundo sin más miramientos, o si por el contrario, todo está estudiado para provocarnos.
Sin embargo, estos últimos relatos parecen muy poco trabajados y, como dice Gorezsu, tan exagerados que quitan toda la emoción al asunto.
Por si hay algún "ama de casa" más, creo que leeré el libro entero. En eso hago caso a Carmen.
Esa provocación deja de existir cuando te echan a la cara "demasiado".jilguero escribió:Cuando los leo, tengo la sensación de que la autora no pretende que nos creamos sus historias, sino que nos la arroja a la cara, cuanto más exagerada mejor, para provocarnos
De su personalidad, ni idea. Pero no encuentro que desprecie su obra por mostrarlo así, sino que quizá quiso provocar más de la cuenta y cayó en estereotipos intragables. No por lo que son los estereotipos en sí, sino por cómo están contados.jilguero escribió:En cualquier caso, tengo la sensación que esta mujer sentía cierto desprecio hasta de lo que escribía. A mi me intriga su personalidad...