Leído también. Bueno, mejor dicho, releído, en la preciosa edición ilustrada Gadir. Un cuento desenfadado y ágil, de los que te hacen pasar un rato distendido y jocoso. No lo considero largo puesto que posee un magnífico ritmo, y no se hace nada pesado (al menos para mí). Desde el principio marca un interés. Así comienza: "El 25 de marzo tuvo lugar en San Petersburgo un insólito suceso" (p. 11). Y enseguida, en el cap. II, muestra la anécdota de Kovaliov
y la perdida de su nariz. |
A señalar una de las frases del cap. III: "En el mundo tienen lugar auténticos disparates" (p. 70). Pues así podría definirse este relato de Gógol: disparatado, inverosímil, surrealista, imaginativo, distinto, extraño, sobrenatural, improcedente, incomprensible, inconcebible, inútil, imposible, inadmisible, incongruente...¡un absoluto divertimento! ¡Una delicia!
Saludos.