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LA NOCHE QUE VOLVIMOS A SER GENTE
José Luis González

José Luis González (1926-1997), escritor puertorriqueño nacido en la República Dominicana y que pasó gran parte de su vida en México, fue ensayista, narrador y periodista. Vamos a comentar este relato, el más famoso de su producción, que ha sido adaptado al teatro con gran éxito en Puerto Rico. Será a partir del viernes día 28 de marzo, aquí, en este hilo

Leido!
Me encanta este MC, soy de las primeras en comentar siempre!!

Bueno, pues a mi me ha gustado mucho, ese spanglish del que siempre he oido hablar pero nunca había leido me ha hecho mucha gracia, supongo que los puertoriqueños que ya son mezcla ingleses e hispanos hablarán así.

Me ha gustado bastante, es una historia sencilla con algunos momentos bastantes graciosos

El único pero es que

esperaba un poco más del final de la historia

Vamos con él...

Pues a mí me ha gustado mucho, la forma de narrar un suceso que atañe a una gran ciudad y a la vida en particular del narrador, en principio pensé que lo situaba en el apagón de NY de 1977 pero he visto que la narración es anterior, de 1970.

La manera de intercalar lo que sucedió con el momento en que lo cuenta, las pausas para pedir más bebida, las explicaciones y disgregaciones que hace están muy conseguidas, mantiene la expectación e incita a seguir leyendo.

Es muy ameno y muy visual.

Y el final me ha parecido genial, lo siento Sinkim, pero

hacer coincidir el nacimiento con la oscuridad total, el renacer de una vida a cambio de la falta de luz, la fiesta en la azotea porque se ven las estrellas y la luna, que pasan desapercibidos cuando las luces eléctricas iluminan la ciudad y oscurecen el cielo. Vuelven a ser gente, personas, a sus raíces, a sus orígenes, el resplandor del cielo en la oscuridad, lo que no vemos por solo ver lo que tenemos delante y no mirar más allá.

Precioso.

Sé que Lifen me lo mandó, pero debo haberlo borrado por error... si alguien me hace el favor de enviármelo

Caroline, lo del final lo decía porque

durante todo el cuento parece que el que narra la historia lo hace porque el otro se lo pedido porque hay algo en la historia que solo sabe el que la cuenta, como si hubiera vivido algo especial que nadie más vio y luego resulta que lo que pasó es algo que compartió todo el barrio. No he llegado a entender donde estaba la importancia de conocer la historia de boca del protagonista Si hubiera sido algo que sucedió en el parto y que solo hubieran visto la mujer y él le hubiera encontrado más sentido al trasfondo del cuento

Por cierto, creo que el título del relato de la semana pasada, "El apagón", le hubiera quedado mejor a éste

Bastante de acuerdo con el dragoncito: sencillo, simpático, se lee fácil... pero crea unas

expectativas que al final, pese a darnos un mensaje bello, no se acaban de cumplir.

Y Jilguero difiere un poco de la ranita (¡qué zoológico!) en lo del spanglish, pues si bien entiende su uso por responder a una realidad, le parece que son dos idiomas que no ligan bien.

A mí me ha encantado, me ha atrapado la historia desde el principio y sobre el final me ha pasado como a Caro, me ha parecido genial y muy bonito

la mujer da a luz en un apagón y los vecinos en la azotea festejando y contemplando la luna y las estrellas

Lo de las expresiones spanglish me ha resultado gracioso y también las expresiones del narrador con el "ya tu sabes"

Coincido con Sinkim y jilguero, me gustó el cuento, es ameno y divertido, pero

esperaba más del final. Parece que la historia, contada a través de este hombre en particular, iba a ser algo más reveladora de lo que fue.

ClaMargara escribió:Coincido con Sinkim y jilguero, me gustó el cuento, es ameno y divertido, pero

esperaba más del final. Parece que la historia, contada a través de este hombre en particular, iba a ser algo más reveladora de lo que fue.

Sí, sin duda es también, para mí, el gran fallo del libro:

que esperas más del final. A pesar de ser un final muy bonito.

Lo acabo de leer (gracias a Azumi ) y me ha gustado. No me ha entusiasmado, la verdad, y el lenguaje me ha incordiado un poco (casi me entran ganas de ponerme un disco de reggeton), pero la historia está bien. Es sencilla y pretensiones.

Opino bastante como la mayoría,

el relato despierta unas expectativas que al final no se cumplen en el sentido que como ya habéis comentado muchos, parece que el narrador vivió una experiencia única que tan solo él puede contar.

Pero independientemente de este hecho, el final me pareció maravilloso. Solo que a mí me habría gustado más si hubiera terminado el relato con la pregunta que le hace la vecina ¿Y qué más (está viendo)?. Ese es un momento que provoca sorpresa en el lector, justo cuando comprende el motivo de tanta alegría. No creo que fuera necesario aclarar el motivo de la celebración, en mi opinión, le resta magia al final.

No es que me motive mucho la historia. Poca chicha. No entiendo cómo un relato con un asunto tan breve ha dado lugar a una obra de teatro, tal y como indica Sue al principio. Tampoco comparto la idea de que sin electricidad todo es como más natural. Y sobre todo en Nueva York. Es un poco romanticismo de boquilla. A lo mejor la equivalencia sería si hoy nos quedásemos sin Internet, o sin conexión con los teléfonos móviles. ¿Qué elegiríamos, estar con electricidad o ver las estrellas?

El spanglish es un “todo vale” que no estoy por asumir. Con todo, el texto refleja bien la vitalidad de Nueva York, cómo convive gente de todo pelaje, y a mi eso me encanta.