Me lo regaló una amiga y lo estoy leyendo poco a poco; la primera sorpresa que me llevé es que fueran cuentos; tenía la idea de que era una novela
Una vez superada esa primera impresión y avanzando algunos cuentos, tengo sensaciones encontradas. Todos los cuentos parecen tener tintes autobiográficos, lo que hace que sean más duros que si fueran pura invención, y la mayoría me chocan por las decisiones que toman (o no llegan a tomar) los personajes, por las vidas tan vacías que parecen tener.
Por ahora me está gustando esta galería de perdedores que nos muestra
Berlin. Una lectura pausada porque hay que recuperarse de algún que otro mal sabor de boca, y porque los cuentos me gusta mezclarlos con otras lecturas.