Leyendas de lobos

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Leyendas de lobos

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Leyendas

Zuni: supervivencia y transformación

En la historia "La Mujer Lobo Blanca" (White Wolf Woman), una mujer zuni es secuestrada durante una redada navajo ocurrida en su aldea. Es llevada a la casa de un guerrero navajo, pero escapa. Siente miedo de morir de hambre o por estar expuesta a la intemperie o a algún peligro, pero en la noche llega un lobo blanco que le trae comida. Cuando nieva el lobo le lleva la zalea de un animal para calentarla mientras duerme. En el duro viaje de regreso a su aldea el lobo la acompaña y le ayuda, incluso a masticar la carne cruda para ablandarla para ella. Cuando llega a su pueblo, en un principio los guerreros quieren matar al lobo, pero la mujer lo defiende. Su regreso a la aldea no es feliz, su padre ha muerto y el pueblo la ve con recelo. Luego de enterrar a su padre, sale del pueblo, se reúne con el lobo y se transforma en una loba.

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Re: Los lobos

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Elecciones de honor y bondad cherokees

El cuento cherokee "Dos lobos" (Two Wolves) relata cómo un abuelo le enseña a su nieto cómo elegir las acciones correctas. El abuelo le dice al niño que en el interior de cada persona, incluyéndolo a él, dos lobos luchan constantemente. Un lobo lleva dentro de sí, el egoísmo, la ira y la mentira; el otro lobo es la paz, el amor y la bondad. El niño le pregunta a su abuelo: "¿Y cuál lobo ganará?", el anciano le responde: "Aquél que alimentes".

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Re: Los lobos

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Los Dakota: reglas de honor y de comunidad


Los lobos en su estado natural tienden a cazar en manadas. En la tradición dakota también se considera a la caza como una actividad en grupo. Sin embargo, en el cuento "El Cazador Fantasma" (Ghost Hunter), un hombre sale solo a cazar para poder alimentar a su hambrienta familia. Acampó al anochecer debajo de unos árboles, pero lo despertó un gemido fantasmal. Los alaridos del fantasma semejaban las voces de la esposa y de los hijos del hombre. Entonces él vio un segundo fantasma, que usaba el atuendo de un hombre enlutado, alguien que ha muerto en desgracia. Huyendo de estos dos espectros, se encontró un tercer fantasma, que se parecía a su madre. Un hombre aparece y le habla al cazador con voz áspera. El cazador cierra los ojos y cuando los abre ve un lobo. El lobo lo guía a un campamento de cazadores de otra tribu que necesitaban un cazador.

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Re: Los lobos

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El lobo y la luna (leyenda)

Cuenta la leyenda, que una noche ancestral, la Luna bajó a la tierra y se quedó enredada entre las ramas de un árbol. En ese momento apareció un lobo y la empezó a acariciar con su hocico y jugaron toda la noche, hasta que ella volvió al cielo y el lobo al bosque, y esta, le robó la sombra al cánido para recordarle para siempre y él desde entonces, le aúlla en las noches de luna llena para pedirle que se la devuelva.

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Re: Los lobos

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Los Quileute y los lobos (tribu del estado de Washington, Estados Unidos)

Origen de la tribu

Hace mucho mucho tiempo, cuando los animales podían hablar y llevar canoas, los Quileutes surgieron de los lobos.

Q’waeti’, conocido por el hombre blanco como “el Transformador“, viajó por toda la tierra instruyendo a la gente que vendría en el futuro cómo debían actuar.

En el principio había seis sociedades tribales que representaba el cazador de alces, el cazador de ballenas, el pescador, el que predecía el tiempo, y el curandero. El curandero honraba al creador con la danza del lobo.

’waeti’ prosiguió y llegó a la tierra Quileute (que significa “la tierra del pueblo“). Pero no había gente. Y le pareció muy triste.

Antes del cambio, de la nueva era, todas las criaturas podían quitarse la piel y convertirse en personas. Pero Q’waeti’ vió que no había personas en la tierra Quileute; que ningún animal había decidido convertirse en ser humano.

Y Q’waeti’ se entristeció porque le parecía muy bonito que hubiera seres humanos en aquella tierra.

Y en ese momento se cruzaron delante de él dos lobos (de hecho, Quileute procede de la palabra Kwoli, que significa “lobo”. N. del T.).

Así que Q’waeti’ agitó sus manos y, tras oirse un trueno, convirtió a los dos lobos en personas, sin darles opción, porque creyó necesario hacerlo, por el equilibrio del tiempo.

Y al transformarles, les dijo: “la gente común tendrá solo una esposa. Y solo un jefe podrá tener cuatro u ocho esposas. Por esta razón, vosotros los Quileute seréis bravos, porque procedéis de los lobos. Seréis fuertes en todos los sentidos“.

Después hubo ballenas, castores, águilas, osos, que decidieron pasar a ser personas. Y a todos ellos, Q’waeti’ les enseñó a vivir en comunidad, con respeto a los demás.

Por eso, desde entonces, cada clan representa y respeta al animal que es el origen de su familia.

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Re: Leyendas de lobos

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La Leyenda del Lobo (México)

Los ancianos indígenas contaban leyendas acerca de los lobos, ellos decían que el alma de un lobo nunca desaparecía de este mundo, y que siempre su espíritu estaba pendiente de vigilar todo lo que había a su alrededor, era el protector de los bosques.

Siglos atrás, en tiempos inmemoriales, los lobos habitaban las grandes serranías, cazaban en manadas, siempre siguiendo a su líder por todos lados. El lobo pudo vivir junto al nativo americano, incluso éste le tenía una gran adoración y temor.

Un día llegó el hombre blanco, y éste le persiguió incansablemente. Las manadas poco a poco se fueron reduciendo y confinándose a lugares inexplorables. El lobo luchaba por no morir. Debido a esto los lobos comenzaron a cazar cada uno por su cuenta; las manadas se dispersaron, pero cada luna llena se reunían para dar su gran aullido y después separarse.
Cada uno se convirtió en un lobo solitario, y al morir, su espíritu habitaba las montañas cuidando a los demás.
Actualmente los indios de las sierras dicen que aun han llegado a ver lobos, siempre solo a uno… a un LOBO SOLITARIO.

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Re: Leyendas de lobos

Mensaje por Aben Razín »

Veo que te han movido estos textos o que los has movido en hilo aparte, Tessia :60:

Espero que sigas enseñando estas historias, llenas de sabiduría, :wink:

¡Seguiré este hilo!, :D
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Re: Leyendas de lobos

Mensaje por Tessia »

Marpiyawin y los lobos

Los sioux eran una tribu viajera, iban de campamento en campamento, a lo largo del año. Se sentían a gusto en cada nuevo lugar pues no se mudaban a sitios extraños, sino que conocían bien todos los mejores lugares para establecer sus aldeas.
Alzar y bajar los tipis era una tarea fácil a la cual estaban acostumbrados y que realizaban con gran rapidez.
Cuando escaseaba la pastura para los caballos, cuando la caza se alejaba, cuando el agua de un arroyo era más abundante en otro sitio o cuando llegaba el invierno, los sioux movían sus campamentos.
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Un día, la aldea entera estaba en marcha. Muchas mujeres y niños formaban la partida. Numerosos caballos de carga acarreaban los tipis y enseres; los hombres cuidaban los caballos de guerra y de caza; todos avanzaban. Entre ellos iba una joven, Marpiyawin, con un perrito. El cachorro era juguetón y ella lo quería mucho, pues lo había cuidado desde recién nacido, cuando aún no abría los ojos.
El camino se le hacia corto pues el cachorro jugaba con ella y los demás muchachos.
Cuando oscureció, vio que el perro no estaba. Lo buscó en el campamento y vio que nadie lo tenía. Lo llamó. “Tal vez se habrá ido con los lobos, como otros perros de la aldea, y regresará pronto. Tal vez volvió al viejo campamento”, pensó la muchacha recordando las costumbres de los demás perros de la aldea.
Sin decir ni una palabra a nadie, regresó a buscarlo. No había riesgo de perderse, conocía bien el camino. Volvió hasta donde quedaban las huellas del campamento de verano, allí durmió. Esa noche cayó la primera nevada de otoño sin despertarla. A la mañana siguiente, reanudó la búsqueda.
Esa tarde nevó más fuerte y Marpiyawin se vio obligada a refugiarse en una cueva. Estaba muy oscura, pero la protegía del frío. En su bolsa llevaba wasna, carne de búfalo prensada con cerezas y no tendría hambre.
La muchacha durmió y en sueños tuvo una visión: los lobos le hablaban y ella les entendía; cuando ella les dirigía la palabra, también parecían comprenderla. Le prometieron que con ellos no pasaría hambre ni frío. Al despertar, se vio rodeada de lobos pero no se asustó.
Varios días duró la tempestad y los lobos le llevaban conejos tiernos para que comiera; de noche, se acostaban junto a ella para calentarla. Al poco tiempo eran ya muy amigos.
Cuando la nevada amainó, los lobos se ofrecieron a llevarla a la aldea de invierno. Atravesaron valles y arroyos, cruzaron ríos y subieron y bajaron montañas hasta llegar al campamento donde estaba su gente. Allí Marpiyawin se despidió de sus amigos. A pesar de la alegría que sentía de volver con los suyos, se entristecía de dejar a los lobos. Cuando se separaron, los animales le pidieron que les llevara carne grasosa a lo alto de la montaña.

Contenta, ella prometió volver y se dirigió al campamento.
Cuando Marpiyawin se acercó a la aldea, percibió un olor muy desagradable. ¿Qué sería? Era el olor de la gente. Por primera vez se daba cuenta de cuán distintos son el olor de los animales y el de las personas. Así supo cómo rastrean los animales a los hombres y por qué su olor les molesta. Había pasado tanto tiempo con los lobos que había perdido su olor humano.

Los habitantes de la aldea se pusieron felices al verla, pensaban que la había secuestrado alguna tribu enemiga. Ella contó su historia y señaló a los lobos; apenas se veían sus siluetas dibujadas contra el cielo, en lo alto de la montaña.

-Son mis salvadores -les dijo, gracias a ellos estoy viva.

La gente no supo qué pensar. Todos le dieron carne para que la ofreciera a los lobos. Estaban tan contentos y sorprendidos que mandaron un mensajero a cada tipi, para avisar que Marpiyawin había regresado y para pedir carne para sus salvadores.

La muchacha llevó la comida a los lobos; durante los meses de crudo invierno alimentó a sus amigos. Nunca olvidó su lengua y, a veces, los gritos de los lobos que la llamaban se oían por toda la aldea.
Se hizo vieja, los demás le preguntaban lo que querían decir los lobos. Así, sabían si se acercaba una nevada o si merodeaba algún enemigo. Fue así como se le dio a Marpiyawin el sobrenombre de Wiyanwan si kma ni tu ompiti: la vieja que vivió con los lobos.
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Re: Leyendas de lobos

Mensaje por Tessia »

Aben Razín escribió:Veo que te han movido estos textos o que los has movido en hilo aparte, Tessia :60:

Espero que sigas enseñando estas historias, llenas de sabiduría, :wink:

¡Seguiré este hilo!, :D
Ha sido idea de la jefa, Aben. Así que alimentemos el hilo :wink:
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Re: Leyendas de lobos

Mensaje por Tessia »

Cómo los indios tuvieron perros.

Hace muchos inviernos atrás un cazador, su mujer y su joven hijo de cuatro años, vivían una situación muy dura dado el frío y la escasez de alimento. Un día el cazador descubrió las huellas de un búfalo en la nieve y lo siguió adelantándose a él para cazarlo. Al regresar a su Tipi, antes de entrar, sacudió sus mocasines y escuchó el llanto de su hijo consolado por su mujer.

El cazador volvió por la noche y oró para obtener ayuda en la cacería y regresó de nuevo al bosque. En el transcurso del camino surgió un lobo que le preguntó: “Mi hijo, ¿porqué lloras?” y él respondió: “Me siento desesperado, mi hijo y mi mujer se mueren de hambre”. El lobo le indicó que detrás de unos arbustos le había dejado un arco y unas flechas, por lo que atraería a un búfalo y debía cazarlo con las armas que le había proporcionado, no con otras.

El lobo desapareció y el cazador fue a buscar el arco que le había dejado. Era mucho más pequeño que el suyo y aparentemente de menos calidad, pero recordó las instrucciones que le había dicho y de repente escuchó las pisadas de siete animales, seis de ellos los abatió y con el último animal, un gran búfalo, cogió sus propias armas y disparó. El animal escapó y el lobo apareció en escena.

-“¡Qué suerte has tenido!”, le dijo. -“Sí, he matado seis animales con tus armas, pero en el último, se escapó al utilizar las mías”.
-“Te avisé de que no las usaras. Y ahora tienes menos comida”

Juntos, descuartizaron a los animales y el lobo le pidió que le diera las porciones de dos búfalos para los cachorros de sus otros compañeros. El cazador acarreó tanta carne como pudo para alimentar a su familia. Esa misma noche, tras haber satisfecho su hambruna, desmantelaron el campamento y pusieron marcha al mismo lugar donde habían despedazado los cadáveres. Allí, los lobos se reunieron con la familia y se quedaron junto a su Tipi. La mujer, poco a poco, día tras día, fue dándoles de comer trozos de carne tornándose cada vez más mansos y amigables. Con el pasar del tiempo los lobos se asentaron con la familia india y se convirtieron en sus “Perros”.

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Re: Leyendas de lobos

Mensaje por Aben Razín »

Tessia escribió: Ha sido idea de la jefa, Aben. Así que alimentemos el hilo :wink:
Ya leí la propuesta de lucia :60: sobre el movimiento de esta clase de comentarios en el hilo sobre los lobos, Tessia :60:

¡Están siendo muy interesantes!, :lista:
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Re: Leyendas de lobos

Mensaje por Tessia »

Leyendas de Galicia

“El lobo blanco”

Hace mucho tiempo vagaba por la sierra de Coba un lobo. Esto no tendría nada de especial si no fuera que este era un lobo completamente blanco.

Todos en los pueblos de la Sierra conocían la historia del lobo blanco que fue encontrado siendo un cachorrillo por el pastor de “Os Lugarexos” de Coba, realmente lo encontraron los perros del rebaño pero curiosamente en vez de matarlo como era su natural inclinación, estaban todos rodeándolo como asombrados del extraño color de aquel animalillo abandonado por su manada que tenía pinta de lobo, olía a lobo pero tenía color de corderillo, y no estaba protegida por ninguna de las manadas que enseñoreaban la Sierra.

El sorprendido pastor, lo cogió y lo bajó al pueblo, lo llevó a un pajar y lo puso a mamar de una oveja. Parece que el hambre era grande pues la idea funcionó.
El tiempo pasó y el lobito creció y cuando ya tenía el tamaño de un cordero iba al monte con las ovejas, y por el color a fe que parecía una más.

Se había criado entre ovejas, actuaba como ellas, e incluso cuando el rebaño era atacado por los lobos, también él buscaba refugio mientras los perros luchaban.
Pero el tiempo pasó y creció como corresponde a su raza, aunque su piel seguía siendo blanca y tenía unos extraños ojos que daban miedo. En el pueblo los perros ya no le respetaban como cuando era cachorro y tenía frecuentes peleas que manchaban de sangre su blanca piel. Poco a poco se fue alejando del rebaño y ya no lo acompañaba ni venía al pueblo por la noche. Por haber pasado parte de su vida en el pueblo, su aullido era muy conocido y cuando en la sierra aullaban los lobos, a él todos los paisanos de Coba lo distinguían. El pastor le tenían mucho cariño, y le llevaba comida, cuando algún cordero moría se lo llevaba para que le sirviera de alimento. Nunca atacó al rebaño, era un huérfano errante que solo encontraba compañía con el pastor y sus perros que le seguían respetando.

Pasaron los años, y en cierta ocasión unos bandidos asaltaron el rebaño en la sierra y como el pastor ofreció resistencia, después de matar a los perros se pusieron a darle una brutal paliza. En esto los caballos de los bandidos empezaron a relinchar nerviosos, como si adivinaran un peligro que se acercaba, detuvieron los bandidos su inhumana paliza y súbitamente apareció entre las genistas el lobo blanco que se lanzo al cuello del jefe. La sangre manaba a borbotones de la herida, sin que los demás tuvieran tiempo de reaccionar, el lobo saltó al cuello otro bandido. Los demás huyeron.

El pastor contó esta historia tal como la conocemos poco antes de morir como consecuencia de las heridas recibidas, dijo que al menos habían sido diez los bandidos. Cuando los paisanos de Coba fueron a la Sierra, encontraron los cuerpos de siete desconocidos, todos con la marca del lobo en la garganta.
Nadie volvió a ver el lobo blanco, pero en Coba durante mucho tiempo lo siguieron oyendo aullar, allá por la Escrita.
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Re: Leyendas de lobos

Mensaje por Aben Razín »

¡Esta leyenda es más cercana, Tessia! :60: :wink:
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