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Anagrama
ISBN 978-84-339-7164
Nº de páginas: 144
Colección: Narrativas hispánicas

Puede que Lupercia y Basilio se casasen un día enamorados y que se jurasen amor eterno. Lo malo es que, después de varios años, se aburren el uno del otro y llegan incluso a ignorarse. Continúan regentando una mercería especializada en lencería sugestiva y comparten la casa, pero duermen en habitaciones separadas. Ambos deciden comprarse sendos muñecos de silicona que cubran sus respectivas necesidades sexuales. Son dos muñecos de alta tecnología, capaces de moverse por sí solos, de hablar incluso. Un domingo por la tarde, Basilio y Lupercia sorprenden a sus respectivos amantes de silicona haciendo el amor sobre el sofá. ¿Será ésta la nueva clase de adulterio que espera a los hombres y mujeres del futuro? En ese punto empieza una historia que se ofrece al lector como una crítica desenfadada de la mitificación del sexo.
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No me digais que no es un argumento la mar de curioso


Editado por moderación.

Puse me lo leo seguro. A mi el estilo tan fresco de Tomeo me encanta, esas historias un poco absurdas, ingenuas, pero llenas de humor y ternura!

Si, si, me lo leo seguro, antes de que toque el próximo corte de pelo que está apunto!

Gracias por la sugerencia!

Maider, eso suena muy interesante!!!
Si está en algún sitio de internet avísame por favor.

No estoy totalmente segura, pero creo, que todavía está pendiente de publicación. Lo que sí que sé, es que saldrá entre Enero y Febrero de este año.

Si, lo sospechaba, porque no me sonaba haberlo visto en las librerías y Anagrama coloca bien sus libros!
Gracias

De nada

Maider escribió:

No estoy totalmente segura, pero creo, que todavía está pendiente de publicación. Lo que sí que sé, es que saldrá entre Enero y Febrero de este año.

Entonces no me queda más que rogar por que se convierta en un best-seller para que llegue pronto a México.


Bss.

Y sino... seguro que hay alguna libreria online en que no te cobren muchos gastos de envío y lo puedas compar, seguro que alguna habrá

Gracias Maider.

Pues yo no pude con La sonrisa de la muñeca hinchable.

Se me atragantó.

A Tomeo llegué como por alguna tonta casualidad y me quedé fascinado, como los insectos a cualquier tipo de luz, revoloteando por ese mundo de absurdos, juegos sin sentido y humor triste que destella en cada uno de sus libros. De cabo a rabo me leí todos sus libros, son cortitos y entretenidos; aunque igual alguno se me escapó, no soy tan ordenado en mis obsesiones. Ahora que espero a leérmelos en la misma medida que los publica, no sé si será por eso, me gustan menos. Como si de algún modo hubiera perdido chispa, él o yo, no sé. Pero uno no puede evitar a cada ocasión propicia volver a adentrarse a ese universo en el que se pone en duda que uno de los ojos de cualquiera de los personajes, el izquierdo o el derecho, lo mismo da, sea más grande que el otro, así como también los tésticulos o las tetas o cualquier parte de la anatomía humana que contenga un par. ¿Por qué llueve de arriba a abajo, y no al revés, de abajo a arriba? Eso sólo ocurre en Tomeo, sin que parezca extraño.

he leido cosas de ester autor y me gusta,este parece divertido,a l alista interminable va.

Yo estoy pendiente de que me lo presten en Bookring... así que cuando llegue, ya os contaré

No he leído mucho de Tomeo (este es el segundo libro), pero si lo hubiera leído sin saber el autor hubiera apostado a que era Juan José Millás, por lo “naturalmente surrealista” de la historia: un matrimonio finiquitado de facto que conviven pacíficamente se consuelan cada uno con su amante de silicona... hasta que los monigotes les ponen los cuernos liándose entre sí. Las reacciones de cada uno, e incluso las de los muñecos, forman el grueso de la historia. Muy breve, por lo demás. Se deja leer muy bien, es agradable, de factura muy profesional, entretenida y amena, aunque sin demasiadas complicaciones.

Supermicio escribió:No he leído mucho de Tomeo (este es el segundo libro), pero si lo hubiera leído sin saber el autor hubiera apostado a que era Juan José Millás

Pues, ahora que lo dices, sí que tienen cierto aire... Quizás por eso mismo me gustan las mismas cosas en ambos.