Yo te dije en un principioEleanis, soberbiamente, dice:
¡Benditos! ¡Qué culpa tienen
de haber nacido mosquitos!,
que, sin pecar, se entretienen
buscando bellos culitos
que si yo fuese mosquito
te picaría un poquito
¡y me has lanzado al precipicio!
¿acaso no es tu culito bello?
¿entonces donde está esa malicia?
y me hablas de estulticia
¡grande es este atropello!
Habladurías, provocaciones,
¡y encima me llamas araña!
todo esto son patrañas,
montones de acusaciones...
¡En el fondo me das la razón!
si tu fueses un mosquito...
¿no me darías un mordisquito?
¡confiesa con el corazón!
¿Y que nos hace diferentes?
¿es porque soy una dama?
¡pues confieso que mi cuerpo clama!
y ya me duelen los dientes...
De imaginar tu trasero,
expuesto a la bella luz de la luna
ya te digo sin censura alguna
¡que pique el que llegue primero!
Mas a la araña has invocado
ella que dormía placentera
con sus ojos de pantera
yo de ti tendría cuidado.
Ya me has enfadado...