A la chica del autobús

[Carlo Blanco]

Tú, una sonrisa me regalaste
justo antes de coger mi vera.
Yo, una lasciva mirada a tu cuerpo rizado,
y ya con tu perfil, el resto del viaje.

Quizás querías mi palabra
que la bebió mi pasado,
o como yo, en tu silencio me inventaste.

Ahora cerca, luego tan lejos,
otra vez me acercaba,
por gracia y culpa de la velocidad,
ella nos zarandeaba.
En cada cambio de dirección, en cada parón, en cada arranque,
mi brazo y tu hombro sí conocieron.
Y en cada golpe de timón, en cada bache,
tu piel, mi piel, se quisieron.

Ahí, sentada y sola.
Y mi pie en la tierra.
Al salir, una mirada, ¡la encontré!,
nunca más te volveré a ver.

Mi penitencia por no hablarte;
dos días de solitaria alucinación,
lamento, estas líneas,
y un dolor en el corazón.

[lucia]

Eso te pasa por centrarte en la mirada lujuriosa

[Carlo Blanco]

Eso te pasa por centrarte en la mirada lujuriosa

[kassiopea]

Me ha gustado mucho porque me he sentido muy identificada. Viajo mucho en autobús. Los viajeros estamos tan cerca y a la vez tan lejos. Cada uno en su mundo, mirando por la ventana, toqueteando el móvil o escuchando música con los ojos cerrados... Y, como también me gusta escribir, a veces me descubro inventando historias sobre los viajeros, es una deformación profesional

Un saludo