Las palabras y las cosas

[Paraná]

Las palabras y las cosas

A veces le pregunto a la palabra
cómo es que me va siendo la poesía,
si está de sólo estar o me demora
mis nueve meses de barriga por nacer,
si sale de las cosas, si soy madre o partera.
Si es que acaso voy pariéndola
con esa comezón que no me explico y que me empieza
cuando suspendo el día y se me van,
no sé ni cómo, los ojos a las cosas.

(¡Ah, las cosas! Qué lujo de palabra,
qué tremenda variedad de ser).

Uno va hacia ellas por pura distracción,
por puro apego. Y ahí, absorta,
toda esta lucidez que no se apaga,
que más bien me arrebata hasta sus bordes,
y voy amándolas por fuera, lisura azul.
Hasta que el ojo descubre una hendija,
un poro carmesí, herida intempestiva;
y en una involuntaria transmigración de la mirada,
uno va filtrándose, amoroso también, pero dolido,
hasta el centro sangriento de las cosas.

Sí, ha de ser entonces que germinan y crecen las palabras
hasta que uno no sabe cómo contenerlas:
se desbordan rotundas mano afuera,
y el poema es ya un misterio
que grita ante el mundo su llegada,
un niño que afirma desde sí,
su furiosa tempestad.

[prófugo]

Uff tucumana...ya me dirás si parir palabras duele tanto como parir bebés humanos...

También si en vez de parir como tal...puede hacerse una cesárea

Sos grande, querida!

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[Paraná]

Oye, corazón de melón, he editado para agregar el final del poema que la muy menda -que vengo a ser yo- se ha salteado... ¡Justo cuando hablaba del parto!

[prófugo]

[Edgardo Benitez]

Parir de palabras que tanto placer nos da. Muy bueno tu poema.

[Eleanis]

Vecina del gran jardín (Tucumán: el jardín de la república), que yo lo soy del pequeño (Villa Giardino: el jardín de Punilla)
Me gusta mucho tu poema, en especial la última estrofa.
A veces me pasa como a ti, que, incontenibles, las palabras brotan y se produce el alumbramiento.
Felicitaciones, norteña

Sí, ha de ser entonces que germinan y crecen las palabras
hasta que uno no sabe cómo contenerlas:
se desbordan rotundas mano afuera,
y el poema es ya un misterio
que grita ante el mundo su llegada,

[eee]

Hay una desviación monstruosa en lo que señalas, igualas las cosas a las personas; se puede deber a cierta misantropía o simplemente por tener poca idea de la abismal diferencia entre un niño y una palabra.

Ojalá escribieras cada nueve meses.

[Paraná]

¡Bienvenido a mis letras, eee!
No, no soy misántropa, pa ná de ná. Au contraire, soy casi filántropa...
Y sí, es lo que tiene la poesía, amigo; escribir un poema es parir un niño (cuanto más gritón, mejor).
Gracias por pasar por acá. Nos vemos.

[lucia]

Afortunadamente, los partos no suelen durar nueve meses con la poesía, aunque a veces sí con los libros