La antigüedad se sirve en plato caliente
Publicado: 24 Sep 2017 16:17
Síntomas de hemisferio.
Las camas de hospital relajan a los perros de espuma.
No nos hemos amado, solo fuimos dos rincones, apartados de la radiación química y solar.
Pero, ¡oh, leve sensación de muchedumbre!
Lilas, violetas, nomeolvides.
Maravillas ecuánimes al calor del pecho.
Madre, naturaleza, socorrista, apagafuegos.
Protección civil y cívica me sostienen.
Auroras de nubes, qué digo, ¡de luciérnagas!
Simbiosis de alientos y sudores.
¡Oh, sábanas de absenta!
¡Cocodrilos en bolsos, y en colonias quintaesencias!
¡Tambores de lava, timbales de nenúfares!
¡Vida, oh mejillas de ballena!
¿Me asistes con tu dosis de hada, o campanilla, o libro abierto en el país de Nunca Jamás?
¡Oh, aligátor, mandíbula maquillada, reptando por tu boca!
¡Oh, íntimos, sin sueño y con recreo!
¡Regalo de un ángel vestido de alas, y volando de arpas!
¡Oh, armonía, insólito pulso a la vida contemplativa!
¡Ruedan gargantas de arena solo por tu desierto!
¡Cantimplora de buganvilias, sed sin sol!
¡Polvareda de perfume embotellado, cielo de caracoles!
¡Sálvame, te lo ruego, de esta envidia de tu árbol genealógico!
¡Sálvame, oh musa, de jugar con los sentidos, sentimientos, de un árbol milenario!
Las camas de hospital relajan a los perros de espuma.
No nos hemos amado, solo fuimos dos rincones, apartados de la radiación química y solar.
Pero, ¡oh, leve sensación de muchedumbre!
Lilas, violetas, nomeolvides.
Maravillas ecuánimes al calor del pecho.
Madre, naturaleza, socorrista, apagafuegos.
Protección civil y cívica me sostienen.
Auroras de nubes, qué digo, ¡de luciérnagas!
Simbiosis de alientos y sudores.
¡Oh, sábanas de absenta!
¡Cocodrilos en bolsos, y en colonias quintaesencias!
¡Tambores de lava, timbales de nenúfares!
¡Vida, oh mejillas de ballena!
¿Me asistes con tu dosis de hada, o campanilla, o libro abierto en el país de Nunca Jamás?
¡Oh, aligátor, mandíbula maquillada, reptando por tu boca!
¡Oh, íntimos, sin sueño y con recreo!
¡Regalo de un ángel vestido de alas, y volando de arpas!
¡Oh, armonía, insólito pulso a la vida contemplativa!
¡Ruedan gargantas de arena solo por tu desierto!
¡Cantimplora de buganvilias, sed sin sol!
¡Polvareda de perfume embotellado, cielo de caracoles!
¡Sálvame, te lo ruego, de esta envidia de tu árbol genealógico!
¡Sálvame, oh musa, de jugar con los sentidos, sentimientos, de un árbol milenario!