Dios o ansiolíticos

[Fiel poesía]

DIOS O ANSIOLÍTICOS

El hastío es mi goma de mascar.
Esto es algo difícil de explicar.
Hoy dispongo tan solo de un segundo para hacer el mejor verso del mundo.
Ya pasó, ya se fue, con su olor nauseabundo.
Hoy me quema por dentro el fuego eterno.
Fuego en cada mirada, en cada paso, en cada letra veo cerca el fracaso.
Mi poema es mi espejo y me cata de lejos.
Mis palabras no van jamás a misa, se me anuda el botón de la camisa.
Soy el hijo maldito, el hijo pródigo, escritor epistólico.
Mis episodios son solo de ansiedad.
Mis demonios, se irán o no se irán.
Hoy los ángeles tocan buenas nuevas.
Dígame Dios, me lleva o no me lleva.
He visto en mis ojeras bolsas para mis vómitos.
No llegan tan arriba mis propósitos.
El cielo para mí es un engañabobos.
Y si está despejado, que acoja a los utópicos.
Los que venimos de vuelta de Dios, no llegamos ni a estar de vuelta y media.
Que alguien corte por fin esta tendencia.
Sin subirse a la parra, a poder ser.
¿Es el ser o el no ser lo que traen entre manos?
Basta ya de crucificar poetas.
La vanidad y el ego son el más vano juego.
Pero, ¿y lo que se pierden los humildes?
Como ven, no critico, tan solo certifico sentimientos.
He visto maleficios en fuegos de artificio.
Envidia en la mirada del científico.
Tengo el conocimiento necesario para enclaustrarme dentro de un armario.
Bien sellado, eso sí, cambiaré mis colillas por polillas.
¿Quién va a enseñar al mundo cómo tratar a Dios?
Deberían mirar dentro de mí, el precio del poder y de la fama.
Quizá así se cercioren de que me aman.
O simplemente espere a que me hagan la cama.
¿Se imaginan a Dios pidiendo cambio?
Entre la medicina y la filosofía, una pastilla para no pensar.

[lucia]

Este parece escrito por alguien ciclotímico en periodo de cabreo con el mundo.