Leído.
En fin, me ha decepcionado un poco y no me voy a fijar en la actitud mas o menos canalla de Rivera pero tampoco tan extraña.
Escrito está muy bien escrito, sí, pero supongo que esperaba otra cosa. Había leído que Poniatowska conoció de la existencia de Angelina cuando le encargaron unos trabajos o artículos sobre la segunda mujer de Rivera y que entonces decidió algo así como rescatarla o devolverle su lugar. Llegó a Angelina gracias al libro de Wolfe,
La fabulosa vida de Diego Riveraque se cita al final del libro de hecho. Bien, pues en mi opinión flaco favor le hace a Angelina. Es verdad que mucha gente no la conocía y que le devuelve cierto protagonismo, pero en Méjico ella ha sido importante y de renombre (a su nivel), tanto en la enseñanza como artísticamente en el mundo del grabado. Así que no sé que tanto necesitaba ser rescatada y menos de esta manera o centrándose en esta etapa de su vida.
No sé, ya comprendo que es algo totalmente subjetivo, que el libro se centra en esos 10 años mas o menos de su vida y ya está, pero es que no me ha gustado la imagen simplificada que muestra de ella. Pero bueno, si la pasión que se muestra en las cartas sirve para que luego el lector indague más sobre Beloff, no está mal

.
Lo que sí valoro es como presenta el Páris de esos años, ese ambiente y todos los personajes que aparecen nombrados: Blanchard, Gris, Faure, Lhote, .... Creo que está muy bien reflejado como se movían esos círculos y además lo hace con muy poco.
En varias ocasiones llama "chatito" a Rivera, expresión que cada vez que salía me hacía chirriar los dientes un poco. Es verdad que ella se mejicanizó por completo antes de trasladarse a ese país y supongo que la autora lo pondrá con conocimiento, pero queda raro.
En cuanto a lo de que la última carta sea real... pues la verdad es que en el libro ni se dice ni se distingue de ninguna manera, así que no sé

. De todas formas, personalmente, creo que me hubiera gustado más si todo fuera ficción, si las cartas vinieran y fueran a personajes ficticios. En varias ocasiones también se me vino a la cabeza Zweig.