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Terminado ! Una joyita realmente, con una simplicidad tan exquisita para transmitirle al lector los sentimientos de una mujer en el momento más desgarrador de su vida. Excelente, como para dejar pasar unos meses y darle otra leidita que nunca viene mal, dado que en la primer lectura uno se ve tan aturdido con la trama que siempre nos queda alguna cosita escapada que en una segunda y tercer lectura se pueden ver.

Creo que hay dos extremos muy puntuales, la chica con una obsesión patológica, potenciada por la falta de un adulto que la vaya orientando en la vida, sumergiéndose en ese joven que es la imagen del amor para ella y un joven cero escrúpulos, con una vida banal y fiestera, al punto de no reconocer a la joven con la que estuvo en tres oportunidades, que además fue su vecina. En algún momento ella dice que lo perdona, no hay nada que perdonar cuando él en ningún momento le habló de otra cosa que no fuera lo que hacían. Pero por otra parte tenemos a una mujer que deja su propia vida para esperar qué cosa ? O para vivir la vida de él a través de ese hijo, ese hijo que ahora está muerto. Por Dios que ganas de llorar me dieron, muy fuerte, muy fuerte.

Soberbia, embriagadora.
En párrafos tenia la sensación que me iba a faltar el aire. He pasado frío, mirando por la mirilla, me dolían las piernas mirando desde la calle la luz de su habitación. He olido la fragancia de sus mujeres y he disfrutado de sus tres noches. He llorado y sufrido con ella. He vivido con esta desconocida.
Que manera de contar una historia, rápida, concisa, dando pequeños detalles para ir creando una arrolladora historia de desamor.
Amor arrebatador, total y desprendido. Entregando todo sin esperar absolutamente nada.
Sigo embargada de esta carta tan sumamente triste y a la vez tan vital.

“No me arrepiento del goce que he disfrutado con tu amor; nunca he cesado de amarte ni de bendecir la hora en que fijaste la meta de mi vida. Si de nuevo se presentara la misma coyuntura, a conciencia de lo que iba a acontecer, pagaría aquella dicha con cualquier castigo y lo cumpliría contenta tantas veces como fuera preciso.”

Lo leí y me dejó una sensación en la garganta de estar a punto de llorar. Precioso y sobrecogedor, jamás habia visto tanto sentimiento en tan pocas páginas.
No me atrevo a leer nada más de este autor.

Ayer me lo leí y me gustó mucho. Pese a que es muy breve, está cargado de sentimiento.
Aunque me quedo con Veinticuatro horas en la vida de una mujer. Este último fué como una bofetada (de las buenas) que me dejó impresionada.

Carta de una desconocida. (Stefan Zweig) Recuperada del foro caído.

Anoche la leí de un tirón. Tremenda y desgarradora carta. S. Zweig es un mago de las palabras y de los sentimientos humanos. Impecable su escritura. Todas las frases bellas. Enormes pensamientos que encandilan al lector y le atrapan en una vorágine de sentimientos.

Pero...

creo que más que un gran amor, es una pasión enfermiza. Una obsesión llevada hasta las últimas consecuencias. Un sacrificio de la propia vida dedicada a Otro que se aloja por completo en su mente y en su cuerpo, porque ella lo quiere así, o está tan enferma que no es capaz de salir. Vale, que se enamora siendo una niña ( y ese amor todo lo ocupa), pero después crece, es capaz de sobrevivir, de trabajar, de tener vida social... Pero sigue con su obsesión.

Sigo pensando...

Que él no tiene la culpa de nada, porque no sabe, nadie le ha dicho... Es un mujeriego, pero bueno ¿y qué? Ella le oculta que tiene un hijo suyo. Ella decide en todo momento, pensar por él. Adelantar acontecimientos...y agarrarse a la única explicación válida y egoista para ella: "la de que él nunca la reconoció". Lo más terrible de todo, a mi entender, es que en esos tres encuentros amorosos que tuvo con él, fuera incapaz de presentarse, de hacerse ver. Hubiese sido una manera sana de luchar por su vida y por sus sentimientos, independientemente de la reacción de él.

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No se puede pensar por otro y dar por sentadas sus reacciones.

Perdonen la parrafada, pero es que me impactó. Hay amores que matan...hay amores que muerden las entrañas, como el de esa carta.
Sólo añadir (como ya se ha dicho en este hilo), que S. Zwweig se suicidó, y que envió varias cartas a su mujer.
Pero realmente fue un escritor grande, como la copa de un pino.

Bueno, es un poco repetitiva pero creo que está justificado, porque pienso que si yo escribiera una carta como ésta, también me repetiría en ciertos pasajes.

Por otra parte, tengo que decir que me parece algo egoísta de su parte el envío de esta carta. ¿Para qué atormentar a alguien de esta manera, si no has tenido el valor de hacerlo cuando estabas viva? Desde luego, si no se sentía compensada, con su acción creo que equilibró la balanza.

Lo cierto es que me cuesta sentir simpatía hacia ella, porque me parece que utiliza la crítica de una forma velada. Eso, además de que me da la sensación de que durante toda la carta no hace otra cosa que quejarse, aunque ella insista en lo contrario.

Mil crees que él quedó atormentado al recibir esta carta?
hace mucho tiempo que leí este libro, pero creo recordad que mas bien sintió curiosidad no?
Opino lo mismo que tú, no me cae bien ella. NO tiene demasiado sentido que al cabo de los años le explique todo esa historia que ya no tiene arreglo ni vuelta atrás.
De todos modos el libro está tan bien escrito!!!

Respecto a la carta,

yo la encuentro de una caradura increible. ¿A que viene dejar ese testamento? Que le llegue después de muerta....A mi no me da que pensar por el qué hubiera pasado si... Él no quería nada serio, con nadie, si no, alguna vez la hubiera buscado. Y ella se obsesiona con él, y el hecho de acercarse a él la hace que se obsesione todavía más. Es más creo que juega, al te conseguí una vez y puedo repetir. ¿Cómo sería la señora para que él le dejara dinero en el manguito?

No sé , a mi estos amores obsesivos no me emocionan

La verdad es que el libro me dejó una sensación agridulce. Me gustó pero al mismo tiempo había algo que no me acababa de convencer. De todas maneras vale la pena leerlo, además, engancha.

Su objetivo lo logró, Zweig escribe de tal manera que no escapas a la emoción, casi que te lo estás viviendo; ese peculiar estilo suyo lo hace imprescindible

El papel de víctima que juega la chica me mola

Pienso como Mil, la carta que le envía, aunque ella no lo quiera demostrar claramente

es un reproche constante que esconde bajo las sucesivas palabras: no quiero acusarte de nada, amor...pero....

.Aunque la justifico

porque en el epílogo final queda claro que ella tenía razón en todo lo que decía sobre él, realmente no la reconoció nunca y para ella esa carta es el punto final de su vida

Madi, después de terminar el libro y leer el epílogo creo que para él

ha tenido que suponer un shock, primero por las rosas que tanto amaba por el misterio que encerraban, segundo porque había estado con ella en varias ocasiones sin reconocerla y tercero y más importante: el niño que nunca llegó a conocer

Lo he releido esta tarde y me parece este libro una auténtica delicia de Zweig.

Zweig planificó cuidadosamente el suicidio, eligió las sustancias tóxicas adecuadas para morir sin dolor, dejó trece cartas dirigidas a su ex mujer, a sus amigos más próximos, a las autoridades brasileñas. Señaló por escrito la forma y el lugar en que debía ser enterrado y le entregó a su abogado una copia del testamento. La idea del suicidio siempre estuvo en su cabeza. Le gustaba citar una frase de Montaigne “cuanto más voluntaria es más bella la muerte”. Gabriela añadió “murió de guerra”. No soportó la ocupación nazi de casi toda Europa y la expansión del hitlerismo que parecía dominar al mundo.

Me llama la atención lo señalado. Creo que es la primera vez (aunque lo mismo ni )que veo que un suicida deja escrito cómo quiere ser enterrado.
¿Y por qué dejar trece cartas a su ex mujer?, induce (es un suponer) a la actual al suicido cual romeo y julieta y a la ex la inunda de cartas post morten de la misma manera que la protagonista de "Cartas..." hace con las flores

El libro en cuestión. Me puso de los nervios la prota con ese amor, que más que amor era obsesión porque sólo iba en una dirección.

Me pongo en el lugar de él: si recibiera flores en fechas señaladas sin saber de quién son, mi fantasía se dispararía: ¿serán de aquel chico que tanto me gusta?, ¿y si son de un enfermo?... Descubrir que son de alguien que no dejó huella en mi vida, desde luego, me sorprendería pero no haría que mis sentimientos cambiaran.

¿Acaso pretendió eso con las cartas post morten?

Que buena reflexión Oria, no, yo no creo que Zweig pretendiera nada excepto desahogarse en sus últimos días y dejar constancia de que lo que hacía lo hacía porque consideraba que iba a ser verdaderamente libre al fin y no quería dejar remordimientos de conciencia en nadie.
En el libro sentí más empatía con la chica que escribe la carta que con quién la recibe, pero tampoco me desagradó para nada el chico porque simplemente siempre fué él mismo, con sus virtudes y sus defectos. Lo que si me llamó la atención es que

recordara las rosas que le enviaban y además las guardara

Me gustó mucho la actitud de ella de

no decirle nada respecto al niño para no condicionarlo

creo que fué lo acertado, pero si...

en el fondo es un reproche añadido a la impotencia por haberse sentido un cero a la izquierda respecto al hombre que siempre ha amado

Hola sunrise.

Sunrise escribió:

Que buena reflexión Oria, no, yo no creo que Zweig pretendiera nada excepto desahogarse en sus últimos días y dejar constancia de que lo que hacía lo hacía porque consideraba que iba a ser verdaderamente libre al fin y no quería dejar remordimientos de conciencia en nadie.

Los remordimientos siempre aparecen ante la muerte, ya sea esta natural o provocada, así que...

En cuanto a lo spoilerteado (vaya palabreja), no me sale lo que quiero decir, si eso, vuelvo por aquí

Lo he leído entre ayer y hoy junto con otro relato llamado Leporella y me gusta mil veces más este, aunque carta a una desconocida esta bien para mi peca un poco de ñoño....

Os recomiendo mucho más Leporella