(1524 - 1585)
Breve biografía:
(Castillo de Possonière, Loir-et-Cher, 1524 - Saint-Cosme-en-l'Isle, 1585)
Poeta francés. Tras pasar su niñez en su tierra natal, se incorporó a la corte en calidad de paje (1536). A raíz de un viaje a Alsacia, contrajo una enfermedad que le dejó casi completamente sordo y que le obligó a renunciar a la carrera de las armas (1542). A partir de entonces se dedicó a las letras. En Le Mans conoció a Jacques Peletier (1543), quien alentó su vocación, y en 1544 se instaló en París como secretario y protegido de Lazare de Baïf. Con Antoine de Baïf y Joachim du Bellay fundó el grupo poético La brigade.
Inspiró a Du Bellay el manifiesto Defensa e ilustración de la lengua francesa (1549), escrito contra la escuela de Marat, donde la nueva escuela propugnaba la imitación de los clásicos grecolatinos. Los cuatro libros de las Odas (1550-1552), con imitaciones de Píndaro y de Horacio, son su primera obra poética. Los amores (1552), de inspiración petrarquista, y la Continuación de los amores (1555-1556), en la que canta su amor por la pastora angevina Marie con un tono más personal, son importantes obras de transición, anteriores a sus dos libros de Himnos (1555, 1556), en los que aborda temas políticos, filosóficos y religiosos.
En 1556 se empezó a utilizar el nombre de La Pléyade para designar al grupo poético que formaban él y sus seis compañeros. Nombrado capellán del rey Carlos IX, se identificó con la causa de la monarquía católica en lucha con los hugonotes, y desplegó sus dotes de polemista en una serie de Discursos (1562-1563).
El rey le propuso escribir un poema épico de tema nacional, pero el absoluto fracaso de los cuatro primeros cantos de La Franciada (1572) sólo contribuyó a su desprestigio, que aumentó con el advenimiento de Enrique III (1574), al ser sustituido por Philippe Desportes. Su último gran libro fue Los amores de Helena (1578), inspirado por Hélène de Surgères, dama de honor de Catalina de Médicis. Murió casi completamente olvidado.
Fuente.
Algunos escritos:
- El amor por María
Levántate, María, mi niña perezosa;
ya la alondra gozosa al cielo ha cantado,
y presto el ruiseñor muy dulce ha murmurado
sobre el espino en flor, sus quejas amorosas.
¡Levántate de prisa! Ve la hierba perlada
y tu hermoso rosal, de flores coronado,
y mira tus claveles, a los que habías regado
ayer al caer la tarde, con manos cuidadosas.
Anoche al acostarte, juraste por tus ojos,
que antes que yo estarías despierta esta mañana,
pero el sueño del alba, a las niñas gentil,
les matiene los párpados, suavemente sellados.
Voy a besar tus ojos y tus senos cien veces,
para enseñarte así a despertar temprano.
("Los amores", Texto de 1578)
- Muerte de María
Como se ve en la rama a la rosa en dulce Mayo,
en su joven belleza, en su primera flor,
poner celoso al cielo con su vivo color,
cuando el llanto del alba al amanecer la moja.
La gracia en sus hojas, y el amor se reposan,
aromando jardines y arbustos con su olor;
mas si arrecia la lluvia o el excesivo ardor,
languideciente muere y hoja a hoja se deshoja.
Así en tu primera y reciente juventud,
cuando el cielo y la tierra honraban tu belleza,
la Parca te ha matado y ceniza reposas.
Por exequias recibe mis lágrimas y llantos;
un cántaro de leche, este cesto de flores,
para que vivo o muerto sea tu cuerpo, rosas.
("Los amores", Texto de 1578)
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Estoy apenas conociendo a estos muchachos de La Pléiade y la verdad es que me tienen encantada, y eso que no soy para nada amante de los versos. Ya le abriré hilo a algún autor más de esta banda, que lo lindo que escriben no tiene nombre.