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Reseña: Javier Cercas quería escribir una novela sobre 23 F, pero tras reunir toda la información existente sobre ese momento decisivo de la reciente historia de España, se dio cuenta que ninguna ficción podía hacer justicia al material que tenía entre manos. Así a partir de un instante que reúne tres gestos valientes, el de Adolfo Suárez, el de Gutiérrez Mellado y el de Santiago Carrillo, que en medio de las balas disparadas por los secuestradores del congreso se resistieron a lanzarse al suelo el día del golpe de estado. Cercas arma un extraordinario relato, usando ese instante como una mirilla a través de la cual se puede contemplar una época y un país. Con un conocimiento absoluto de las fuentes documentales y un magistral dominio de las herramientas y los recursos del narrador, logra enhebrar en un libro fascinante, la mejor crónica de una jornada decisiva, logrando que al repasar los hechos de aquel día y los acontecimientos que llevaron a él, el lector se sumerja en un tiempo, un ambiente y unas circunstancias. Sin duda alguna estamos ante la obra fundamental de la transición española.
Leí el otro día en el suplemento dominical de El País el artículo sobre este libro... el problema es que me lo espoileó de tal manera que ahora no creo que me lo compre...
Lo compraré o me lo prestaran……..no sé, pero leerlo seguro.
Los dos libros de Javier Cercas me gustaron y mucho. Es una forma diferente de contar cosas. Parece que no pasa nada, pero sí pasan.
Oí el viernes al autor. Me resulta muy apetecible una historia que muchos la vivimos con estupor, vergüenza y sobre todo con el temor de perder esa insinuante libertad que empezábamos a vivir.
A mí Cercas es que no me convence... De sus libros sólo pude terminar Soldados de Salamina, y sin demasiado provecho. Tenía buenas expectativas con su último libro después de haber leído algunos comentarios (no la demasiado complaciente crítica de Babelia, desde luego), pero el otro día lo estuve ojeando en la Fnac y me dejó frío. No sé, es su forma de escribir. Tiene un estilo plano, que no me termina de emocionar, no atrae mi atención. Me cuesta interesarme por lo que escribe. Además, aunque vende la idea de que se trata de una novela, me dio la impresión de que es una crónica periodística sin mucho aliento literario. Sospecho que es una excusa para explicar la invención, la recreación imaginaria de algunos episodios. Entiendo el juego, pero creo que haría falta la técnica de un Vila-Matas para construir un artefacto narrativo como el que imagino que querría haber escrito Cercas. Incluso en manos de un Muñoz Molina habría tenido más sustancia la novela.
Y paro ya, porque temo que me estoy dejando llevar por unas impresiones previas que no tienen mucho fundamento sin haber leído el libro. Esperaré a que lo compren en mi libro, si la primitiva no lo remedia.
Merridew escribió:¿Es un ensayo o una recreación de los hechos? He de reconocer que tiene buena pinta, pero no sé si éste será el libro definitivo sobre el 23F.
Según el artículo del Dominical de El País, revela una nueva versión de los hechos cuya conclusión es que confluyeron dos golpes de estado en uno: el de Milan del Bosch + Tejero y el del General Armada bajo el eufemismo de un gobierno de concentración. La falta de comunicación entre ambos bandos llevó al garete el asunto...
No me termino de fiar de los libros sobre el 23-F. He oído tantas versiones y tan contradictorias entre sí, que no creo que sea posible escribir el "libro definitivo". A mí me interesaría un análisis profundo y objetivo sobre el papel que representó el Rey, pero me temo que eso no será posible, al menos, hasta el siglo que viene. Hay demasiados intereses en juego como para que se puedan mostrar todas las cartas boca arriba.
Despues del chasco de soldados de Salamina que me parecio una birria, ni me acerco a este. si va aportar lo mismo que este aporto a la guerra ya esta todo hecho.
Ademas yo el 23 F lo vivi en directo, una intima amiga era la hija de uno de los militares de mas alta graduacion de Zaragoza.
A parte de la tension en la universidad.... que eso si eran años de revueltas estudiantiles.
La imagen de los tres hombres valientes aguantando mientras todos se escondian en el suelo es un icono de la lucha por la democracia.
Julia, hay libros que no aportan nada a la historia, para eso están los historiadores o cronistas, no sé muy bien.
Este escritor nos cuenta su visión. Es contar un hecho de manera diferente a como ya se ha hecho.
Otra cosa es que te guste o no.
Pasando de cierta edad todos tenemos una historia que contar, por haberlo vivido.
noseque, me lleve una decepcion enorme con Soldados de Salamina, me lo habian recomendado mucho y me parecio malisimo. Si tiene las mismas pretensiones, seguro que me provoca un cabreo monumental.
Asi que prefiero no leerlo.
Merridew escribió:¿Es un ensayo o una recreación de los hechos? He de reconocer que tiene buena pinta, pero no sé si éste será el libro definitivo sobre el 23F.
Es más bien una crónica periodística. Lo que pasa es que hay pasajes que se ha tenido que "inventar" (bueno, di especular, suponer...), de manera que ha salido con que se trata de una novela, algo a medio camino entre realidad y ficción, un poco en la línea de Soldados de Salamina. No me parece mal, pero creo que hay escritores que saben hacerlo mucho mejor.
Estoy de acuerdo con Julia: aquélla fue una novela decepcionante.
julia escribió:La imagen de los tres hombres valientes aguantando mientras todos se escondian en el suelo es un icono de la lucha por la democracia.
Estoy seguro que los que se agacharon están arrepentidos y sin embargo era la actitud lógica. Por eso el gesto de los que no lo hicieron tiene muchísimo más valor.
Gutierrez Mellado sabía a qué atenerse. Suárez hizo un amago de agacharse pero rectificó en seguida, siguiendo el ejemplo del general. En cuanto a Carrillo, me gustaría haber estado allí para ver qué hizo y cómo lo hizo. Lo que sí sé es que hay agujeros de bala al pie de la barandilla de las tribunas de invitados, lo que demuestra que, como dicen los diputados, las balas pasaron a muy pocos centímetros por encima de sus cabezas. En una situación como aquélla, llena de incertidumbre (más de uno pensó que se trataba de terroristas disfrazados) y ante la orden de tirarse al suelo creo que hicieron lo correcto, lo sensato y lo que hubiéramos hecho cualquiera de nosotros. Me parece triste que al final lo que perdure sea esa imagen. Triste e injusto. (Supongo que es el signo de los tiempos: necesitamos una imagen que lo sintetice todo, y cuál mejor que esa...)
Tampoco entiendo que nadie se pregunte qué ocurrió en otros círculos, aparte de los militares golpistas, el gobierno y el rey. En esas 24 horas pasaron muchas cosas, y a muchos les conviene que se olviden.
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