Moderadores: Felicity, Ginebra
Siglo XIX. Los veinte frailes de un convento de Salamanca viven haciendo el bien y repartiendo lo poco que tienen. La irrupción de fray Perico y de su borrico Calcetín va a trastornar su tranquilidad.
| Fray Perico era un señor normal que quiso ser fraile. Fue a un convento y le pidio a San Francisco, a Nicanor el superior y a todos los demás frailes, ser fraile como ellos y aceptaron. Un día uno de los frailes le dijo que fuese a vender los productos del convento a la plaza. Volvió sin los productos y el padre Nicanor le dijo que había empezado bien. Otro día volvieron a mandarlo a la feria y llevó al convento un borrrico que le había comprado a los gitanos. El borrico se sentaba a comer al lado de Fray Perico y otro fraile todos los días. Nadie quería sentarse al lado del borrico, porque le comía toda la comida. Un día mandaron a Fray Perico a darle vueltas a la chocolatera y avisaron a Fray Cucufate de que lo vigilase. Pero éste se fue un momento a hablar con Fray Olegario, el bibliotecario, y cuando vuelve no encuentra a Fray Perico. Después de buscarlo por todas partes, lo encuentra dentro de la chocolatera: se había mareado y caido dentro. Fray Perico va al colegio con su borrico Fray Calcetin y éste le come el gorro de paja al maestro. El profesor le regaña y vuelven al convento. El padre visitador, cuando vio tanto desorden en el convento, decidió poner un castigo a los frailes: tenían que subir la campana al campanario. Como pesaba tanto, tiraron todos a la vez por la cuerda y, al final, se les cae la campana y quedan ellos colgados de la cuerda. |
y a ver si los deberes te dejan pasarte más por aquí 
Malibú Renace, Taylor Jenkins Reid Maldiciones de Segunda Mano, Drew Hayes
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