Voy por la mitad del libro y he de decir que me tiene totalmente enganchada. Me gusta muchísimo la manera que tiene de decir las cosas esta autora, hay frases que son una delicia leerlas y escenas que impactan de lo bien escritas que están (aunque si las analizáramos objetivamente no tienen mucho intrínculis que digamos, pero las cuenta de tal forma que las convierte en algo especial).
Los giros, los saltos en el tiempo y la voz narrativa elegida no podrían ser más acertados. Además, los personajes son llamativos, hay algunos que te atrapan nada más conocerlos como ese misterioso Hombre de Negro del principio de cuento de hadas que tiene la novela o Guillame de Salerac, inolvidable donde los haya.
Por otro lado, la ambientación histórica es muy rica (sin cansar en ningún momento: esta mujer tiene el don de saber elegir muy bien sus palabras) y me gusta mucho la aparición de personajes reales de vez en cuando (y sobre todo cómo los introduce, de tal forma que parecen creados especialmente para su novela).
En cuanto a sus protagonistas y su historia...
Judith y Charlie me parecen dos personajes muy atractivos, cada cual con su tormento particular a cuestas y tiene razón Blissy al hablar de historia agridulce:
-Me encanta cómo describe el comienzo de su relación con ese medio sueño achispado de Judith y luego su encuentro cuando ella cree que su "padre" ha convenido su matrimonio y acorrala a Charlie para pedirle que le haga el amor allí mismo. Cuando él se niega pero la amenaza con matarla si va a buscar a otro... los pelos como escarpias se me pusieron, vamos.
-Es tremendamente duro el momento en que él se niega a mirar siquiera a su hijo...
- ...y conmovedor cómo Philippe sabía desde el primer momento que Antoine no era hijo suyo y la escena de despedida en la cárcel... me pareció muy tierna.
Lo cierto es que me paso todo el libro esperando que vuelvan a encontrarse; estos dos tienen algo, me encantan las escenas que comparten y sus emociones encontradas.
Voy justo cuando Philippe muere y Charlie ayuda a Judith a escapar de París y |
al ritmo que llevo en un par de días creo que lo habré terminado.
Ya os contaré qué tal