Manuscrito hallado en un bolsillo - Julio Cortázar

[Carmen Neke]

Cuento publicado en Octaedro, 1974.

Podéis encontrar el texto de este relato en el siguiente enlace: http://www.lamaquinadeltiempo.com/cortazar/manusc.htm

En Manuscrito hallado en un bolsillo, el protagonista-narrador ha inventado un juego particular en el metro de París: entra en el metro pensando un itinerario cualquiera, con sus trasbordos correspondientes y, en un momento dado, se fija en una mujer que le llama la atención. En ese momento, empieza a perseguirla, pero con una norma: sólo la seguirá si ella hace el mismo itinerario que él lleva en la cabeza. Si no, la dejará ir y al día siguiente elegirá otra. Pero la historia, claro está, se le complica.

El título parece ser un homenaje al relato Manuscrito hallado en una botella de Edgar Allan Poe (autor que tradujo del inglés) y el tema central del destino también es común a ambos relatos, aunque ahí acaba todo parecido entre estos dos cuentos.

[Ginazul]

Creo que este cuento me va a gustar. Está en el librito de mis favoritos.

La trama pinta bien. Me recuerda una película francesa. Se me olvidó el título El protagonista se pasa todo el tiempo persiguiendo a una chica por toda la ciudad. Recorre los bares, las calles, sube a los mismos autobuses que ella... Persigue a una mujer que cree conocer pero al final todo es fruto de su imaginación y fantasía.

¿Os suena?

[emedoble]

Yo me he comprado el recopilatorios de cuentos de Poe de El País porque venía el de Manuscrito hallado en una botella y así poder leer éste también. Aunque me da a mí que no van a tener nada que ver

[Babel]

Me ha encantado, chicos.

Luego vuelvo.

[Mobley]

Este es otro de mis cuentos preferidos. ¿Quién no ha fantaseado alguna vez con alguien a la que solo ves unos minutos, un segundo; con alguien con quién te cruzas en una calle, o coincides en el metro o en la sala de espera del médico, y que por la razón que sea hace que se mueva algo en tu interior, sean arañas o mariposas?. ¿Quién no se ha preguntado en esos momentos si esa persona, de llegar a conocerla, no podría haber llegado a ser algo importante en tu vida, quizás la más importante de tu vida?.

Claro que una cosa es fantasear y otra hacer realidad la fantasía. Porque, es verdad, estamos mediatizados hasta el tuétano de “tanto molde previo, tanto no tienes que contestar si te hablan en la calle o te ofrecen caramelos y quieren llevarte al cine”; y ¿quién no saldría corriendo ante un desconocido/a que nos dijera esa frase, un poco cursi eso sí, de "No puede ser que nos separemos así, antes de habernos encontrado"?. Pero ¿cómo no reaccionar así?... a menos que quién te asalte así sea Elsa Pataky…claro que entonces no surgirían arañas sino la sensación de estar rodeado de cámaras ocultas y de que un enorme monigote se aproxima a gran velocidad.

Me imagino lo que pensaría alguien que se acercara a este cuento sin conocer nada de la literatura de Cortázar y leyera como una persona es capaz de entregar su vida al azar, al juego, a la sonrisa reflejada en una ventanilla del metro, y “que ello podía traerme la respuesta, el encuentro con una felicidad”. Pero es que para Cortázar el azar y el juego son el destino, un terreno donde te juegas la vida.

El juego, el azar, es para Cortázar una puerta hacia lo otro, una posibilidad de no sentirse “obligado a tolerar que el sol salga todos los días”. El protagonista de este cuento es un “perseguidor”, alguien que busca lo inconcebible, y lo hace mediante el juego, con reglas ineludibles, que de ser incumplidas das la espalda al destino y surgen arañas por todas partes. El protagonista no puede vivir con la solución fácil, y tiene que llevar el juego hasta sus últimas consecuencias. ¿Y cuáles fueron las últimas consecuencias? ¿El desencuentro, el suicidio, quizás en el metro?. No sé, es lo que me sugiere el título del cuento...bueno, el título, y el propio Cortázar que nunca ha sido el alma de las fiestas.

[Ivanovich]

Este es otro de mis cuentos preferidos. ¿Quién no ha fantaseado alguna vez con alguien a la que solo ves unos minutos, un segundo; con alguien con quién te cruzas en una calle, o coincides en el metro o en la sala de espera del médico, y que por la razón que sea hace que se mueva algo en tu interior, sean arañas o mariposas?.

La verdadera razón por la que yo leo en el metro/cercanías (que uso a diario) es evitar caer en el hechizo de ese juego. Y yo me pregunto (continuando con el estudio sociológico que ya plantee en otro hilo de este miniclub cortazariano), si esa fantasía afecta a los hombres y mujeres por igual o responde a eso que dicen de que el hombre se deja atrapar más por lo visual que la mujer.

A mi el cuento también me ha gustado mucho, desde que Carmenneke comentó la línea argumental. Me gustan los cuentos que se sirven de la imaginación para transformar la realidad cotidiana. Si alguien no ha leído a Quim Monzó, que corra a la librería, el recopilatorio 86 Cuentos es fantáistico, el último que ha publicado Mil Cretins, es muy bueno también.

Bueno, a lo dicho y dicho bien por el amigo Mobley, dire que me ha gustado el cuento por esa contraposición de ideas, juego de contrarios (Ana/Margrit, lo real/el reflejo, el mundo de arriba/el mundo de abajo en el metro, la realidad/el juego etc..)... cómo una relación amorosa que se inicia en el mundo real (cuando ante la frustración del juego, él se aproxima a Ana y le dice "no puede ser que nos separemos así...") no puede tener éxito porque para él, lo real, lo verdadero, es sólo aquello que sucede en el mundo del juego, y sólo prevalece el amor que se anuda con y por las reglas del juego, ese "encuentro con la felicidad". Y de ahí volver a intentarlo, dar una segunda oportunidad, Ana volviendo al mundo de abajo, del juego, dejandolo todo al azar, al destino que Cortázar deja abierto con la seguridad de que el lector sabrá encontrar el final feliz.

Hay algo en este cuento que me lleva a "Final del juego" (los juegos de las niñas al paso del tren) y otro algo que me lleva a "Cambio de Luces" (el poder de la imaginación ...)

Ah, y una frase fantástica, no me digáis que no es una maravilla, que uno se deja llevar ....:

Una felicidad como de oleaje boca arriba de abandono a un deslizarse lleno de álamos

En fin, que me ha gustado este cuento de mundos ficticios contado con esa calidez propia (en ocasiones) de Cortazar.

[emedoble]

Pues yo he tenido sentimientos encontrados con este cuento, no sé por qué pero los úlitmos cuentos veo que a todos os gustan mucho y a mí no demasiado
Este no me ha gustado demasiado, sí me ha gustado la idea del juego, pero me ha dejado una sensación inquietante, yo no le pondría un final feliz como dice Ivanovich, más bien le pondría un final totalmente trágico.
Él me ha dado una sensación como de psicópata
Creo que yo esta vez no he entrado en el juego, igual que otras veces suelo ser una lectora totalmente entregada a lo que se nos cuenta, en este caso veo al personaje como muy desde fuera y me hubiese esperado un final en el que él la mata porque todo me parece oscuro y trágico.

No sé, quizás se merece una relectura, pero no me ha transmitido nada bueno.

[Carmen Neke]

El final del cuento es angustioso: saber que toda la relación depende del azar, de una última elección aleatoria que cada uno de ellos va a tener que hacer sabiendo que se lo juega todo en ello. Arriesgarlo todo para que su relación responda a los patrones preestablecidos, porque él no puede aceptar haber tenido que hacer trampa para encontrar a la mujer de su vida.

Y la esperanza, esa puta vestida de verde, asoma a ese final abierto. Que quién sabe, quizás hubo suerte y ambos eligieron la misma dirección... Pero entonces recibimos el zarpazo de don Julio en plena cara: ¡ese título!

El final es angustioso, sí, pero al mismo tiempo magistral: fue esa combinación de final y título lo que me hizo elegir este cuento. Para demostrar una vez más que Cortázar hace con sus lectores lo que le da la gana.

[Ororo]

A mí también me ha gustado. La idea de

que para Cortázar el azar y el juego son el destino, un terreno donde te juegas la vida.

Ya dice bien claro: "prefiriendo los peores desencuentros a las cadenas estúpidas de una causalidad cotidiana". Hasta ese punto huye Cortázar de lo convencional. Me parece un pacto romantiquísimo (y con qué facilidad ella lo entiende) verse por azar, no por quedar.

En la primera parte, de qué forma tan sutil nos indica que Margrit es el reflejo de Ana, que en realidad se llama Marie-Claude. Y se dirige únicamente a la primera, a Margrit. Ya dice que "cada uno va instalado en su burbuja, alineado entre paréntesis". La unión se produce en el cristal, no en el vagón, y no con la persona física que tiene delante, sino con su interior reflejado.

Luego, viene la transgresión del juego y no me digáis que no habéis sentido los pinchazos de las arañas en el pozo, en el estómago, arrastrándole a su destino, que es jugar al azar.

sean arañas o mariposas

Muy acertada elección de diferentes insectos para describir el cosquilleo-mariposa/pinchazo-araña

¿Y cuáles fueron las últimas consecuencias? ¿El desencuentro, el suicidio, quizás en el metro?. No sé, es lo que me sugiere el título del cuento...bueno, el título, y el propio Cortázar que nunca ha sido el alma de las fiestas.

Sin ese título podríamos haber imaginado cualquier otro final. Pero siendo un manuscrito hallado... da a entender que al final nunca se encontraron y que en su ropa estaba esta especie de diario. Quién sabe si después de su muerte natural o después de suicidarse en las vías...

"¿Pero quién puede contra esa ingenuidad que nos va dejando vivir?"

¡Uy! Me cruzo con emedoble e Ivanovich, esto significa que tengo que salir a la calle, tomarme un café y seguir a la primera persona que me mire a los ojos
Emedoble, a veces se entra más o menos en la historia. Yo creo que eso es lo que te ha pasado. Pueden ser circunstancias ajenas a la historia en sí como la concentración o la predisposición
Ivanovich, de Quim Monzó creo que sólo un recopilatorio de cuentos (no me acuerdo del título "Splashh!" o algo así?), que acabas de recordarme y desempolvaré
En cuanto a tu estudio sociológico, yo siempre he creído que todo depende de la persona en sí, no de su sexo. Y, con perdón, no soy forofa de distinciones ya sea por sexo, edad, estado civil o profesión. Que hay de todo en todas partes me lo tomo muy pero que muy en serio

[Ivanovich]

Tenéis razón con lo del título (que yo no entendía), igual el final no es tan feliz. Me habéis estropeado el día, era viernes, puente de la constitución, pensaba recoger a las niñas en el cole, llevarlas a nadar, ir al cine esta noche ... en fin

[Mobley]

quién sabe, quizás hubo suerte y ambos eligieron la misma dirección... Pero entonces recibimos el zarpazo de don Julio en plena cara: ¡ese título!

El final es angustioso, sí, pero al mismo tiempo magistral: fue esa combinación de final y título lo que me hizo elegir este cuento. Para demostrar una vez más que Cortázar hace con sus lectores lo que le da la gana.

Sobre el final del cuento, ¿cómo le gusta a Cortázar desconcertarnos? El cuento parece escrito ese jueves en el que espera la improbable aparición de Marie-Claude. Aparición que no queda en absoluta claro que se produzca. Empieza diciendo “Pero es jueves, es la estación Chemin Vert, afuera cae la noche, todavía cabe imaginar cualquier cosa, incluso puede no parecer demasiado increíble que en el segundo tren, que en el cuarto vagón, que Marie-Claude”.

Una interpretación es que todo lo que a continuación se produce es producto de la imaginación del “perseguidor” y que finalmente ese encuentro no se llegó a producir. Pero, entonces, ¿qué ocurrió entre ese jueves y el final del plazo convenido?. Quizás ese encuentro se produjo más tarde ese mismo jueves y el “perseguidor” no tuvo ya la necesidad de seguir escribiendo porque había encontrado la respuesta, la felicidad. Pero entonces ¿qué significa el título del cuento?. Y si ese encuentro fue tal y como nos lo relata el cuento, ¿quién escribió todo lo que ocurre tras ver a Marie-Claude en ese cuarto vagón? ¿por qué nos informa de ese encuentro sin contarnos el desenlace? No parece razonable (aunque ¿porqué Cortázar tiene que ser razonable?) que antes de suicidarse se pusiera a escribir todo eso, a no ser que la decisión del suicidio se produjera en ese mismo momento. No sé, lo dicho: desconcertante.

Bueno, queda una última posibilidad: que el vigilante del acuario siga haciendo de las suyas.

Qué le voy a hacer si yo cuando veo un pato que nada en uno de los lagos del Bois de Boulogne solo soy capaz de ver un pato... como mucho una pata.

[Ororo]

Pero es jueves, es la estación Chemin Vert, afuera cae la noche, todavía cabe imaginar cualquier cosa, incluso puede no parecer demasiado increíble que en el segundo tren, que en el cuarto vagón, que Marie-Claude”.

Yo también lo tomé como una invención, él se imagina el desenlace, pero nunca más se encuentran. El manuscrito acaba porque ya no hay nada más que contar sobre esa relación. Y lo halla alguien, quien sea, un día cualquiera. Sin necesidad de suicidio por en medio.
Y, como decía carmenneke, la única relación entre este cuento y el Manuscrito hallado en una botella de Poe, es el título y quizá la teoría de que el destino siempre sale ganando.

[emedoble]

¿y si el bolsillo en el que lo encuentran no es el de él, sino el de ella?
¿y si no hay suicidio, sino asesinato?
¿ y si ella no tomó el camino correcto, pero a pesar de ello él la siguió para matarla?
¿y si las arañas vencieron?

Perdonadme, pero yo sigo con mi visión trágica

[Mobley]

Yo también lo tomé como una invención, él se imagina el desenlace, pero nunca más se encuentran.

Sí, yo también creo que ese es el final más razonable.

El manuscrito acaba porque ya no hay nada más que contar sobre esa relación. Y lo halla alguien, quien sea, un día cualquiera. Sin necesidad de suicidio por en medio.

A mí me sigue seduciendo la opción del suicidio. Creo que le pega a alguien tan pasional, tan romántico... inlcuso tan cursi.

¿y si el bolsillo en el que lo encuentran no es el de él, sino el de ella?

Pues sí, da qué pensar.

[Carmen Neke]

Bueno, queda una última posibilidad: que el vigilante del acuario siga haciendo de las suyas.

¡Cielos, el vigilante!