¿Nadie ve esta serie?
Ayer empecé la cuarta temporada (algo atrasada, que ya la están acabando) y sigue en estupenda forma.
No os la perdáis!!! Y, sobre todo, intentar que sea en versión original!! Perderse la voz de Alec Baldwin es un pecado.
Os dejo un texto de Espoiler TV
La trama se parece un poco, en la superficie, a Studio 60: lo que veremos en 30 Rock es el detrás de escena, las bambalinas, el backstage de un programa de televisión. Pero a diferencia de la serie de Sorkin, aquí todo es ligero y humorístico, suave y pasatista. Es, en todos los sentidos, una sit-com tradicional.
Sin duda, lo mejor de 30 Rock (que en España se llama Rockefeller Plaza) es el actor Alec Badwin, quien parece otro en su personaje de Jack Donaghy, el director de una cadena de televisión. Baldwin siempre ha sido bastante desastroso en sus actuaciones, muy poco creíble y tosco, pero aquí da la impresión de que hubiese renacido. Se intuye que, por fin, ha conseguido un rol en la tele que cuaja con su sistema robótico de componer personajes.
La otra gran sorpresa de esta serie es Tina Fey (Liz Lemon en la ficción) una conocida humorista de Saturday Night Live a la que le dieron la oportunidad de su vida (poniéndola al mando de este proyecto) y que no ha defraudado nada. Tina protagoniza, escribe y produce 30 Rock; y es, sólo por eso, una clara candidata a convertirse en "la" comediante norteamericana de la próxima década. Su personaje es el de una productora hiperquinética y feúcha, con muchos males de amor y poco tiempo para poner orden en su vida. Es tan graciosa, tan sutil en su humor, que te enamora inmediatamente.
Quien debería ser la tercera pata de una mesa robusta, en cambio, a mí se me hace muy pesado. Se trata del actor Tracy Morgan (que hace casi de sí mismo en la ficción). A mí los negros yanquis graciosos nunca me han hecho la menor gracia, debe ser por el contraste cultural, o que no entiendo el humor sobre negros. Y éste es el típico negro gracioso, a lo Eddie Murphy o gente así. Cada vez que aparece en la comedia me dan ganas de adelantar, pero por suerte no aparece tanto.
Para equilibrar hay un secundario extraordinario, que hace de botones de la cadena, y que debería ocupar el protagonismo que tiene el negro y no se merece. Se trata de Jack McBrayer (Kenneth Parcell en la serie), un jovencito inclasificable, entre lo supergay y lo pánfilo, pero con toques de nobleza y magia en proporciones exactas. El personaje de Kenneth es un placer de movimientos y gestualidad, y además tiene un timbre maravilloso, frágil y quebradizo, que por supuesto en el doblaje español se convierte en la caricatura de un imbécil.
30 Rock es una sit-com de media hora que actúa en el cerebro como las patatas de bolsa: es imposible parar. No es una serie imprescindible pero, cuando la estás viendo, no quieres hacer otra cosa en la vida más que seguir mirando un poco más. Es un enorme problema de lunes por la noche, es la razón por la que uno discute con la pobre esposa; es, en suma, un pequeño lujo de la pantalla pequeña que tiene muy bien ganado su premio grande de ayer por la noche.