VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Relatos que optan al premio popular del concurso.

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Arwen_77
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Re: VC - La habitacion - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por Arwen_77 »

Topito escribió:
Y pide que te pongan lo de ganador del premio popular... ¡QUE MOLA MUCHO VERLO BAJO EL NICK! :boese040: :mrgreen: :cunao:

A no ser que la jefa Luci cambie de opinión, lo del bajo nick de ganador está reservado a los ganadores del Jurado. Eso sí, quedará inscrito "for ever" en el palmarés de concursos del foro, que por cierto, paso a actualizar ahora mismo.
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Topito
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Re: VC - La habitacion - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por Topito »

Arwen_77 escribió:
Topito escribió:
Y pide que te pongan lo de ganador del premio popular... ¡QUE MOLA MUCHO VERLO BAJO EL NICK! :boese040: :mrgreen: :cunao:

A no ser que la jefa Luci cambie de opinión, lo del bajo nick de ganador está reservado a los ganadores del Jurado. Eso sí, quedará inscrito "for ever" en el palmarés de concursos del foro, que por cierto, paso a actualizar ahora mismo.
uhmmm no me había dado cuenta :cunao: . Soy un despiste andante.
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Katia
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por Katia »

Es rococó, críptico.

Los primeros párrafos son de una belleza inusitada. Claro, son los decisivos en toda narración. Pero no sé, se limita a jugar "graciosamente" con dos historias clásicas, y no traza nada sobre la arena, ni concreta un contenido determinado. Tiene cierta vacuidad "decadente" que me recuerda un poco al Modernismo.

Felicidades al ganador.
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ciro
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por ciro »

Katia escribió:Es rococó, críptico.

Los primeros párrafos son de una belleza inusitada. Claro, son los decisivos en toda narración. Pero no sé, se limita a jugar "graciosamente" con dos historias clásicas, y no traza nada sobre la arena, ni concreta un contenido determinado. Tiene cierta vacuidad "decadente" que me recuerda un poco al Modernismo.

Felicidades al ganador.
Creo que la descripcion es muy acertada, aunque le falta una referencia a "la idea" que creo que es el verdadero punto fuerte del relato, junto con su originalidad. El punto debil es que entra con calzador en la premisa del concurso, versionar un clasico.
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RAOUL
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por RAOUL »

Pues como lo amenazado es deuda aquí dejo mi comentario. Me da bastante apuro que haya salido tan kilométrico (una especie de comentario-río) :oops: pero, bueno, como a fin de cuentas leerlo o no es cosa voluntaria... En cualquier caso quiero volver a agradecer a todos y cada uno de los foreros que se pasaron por este hilo su lectura, sus palabras y su generosidad. Pienso que una buena manera de demostrar mi agradecimiento es la de ofrecer ahora una explicación sobre el origen y el propósito del relato así como algunas de sus claves. Tal vez a alguien pueda conducirle a hallar otro sentido o un significado nuevo, o a iluminar determinados aspectos. Así que ahí va, para quien le interese.

Blancanieves es una historia fascinante. Fascinante más que por la aventura que cuenta por los personajes que rodean a la protagonista. Por supuesto es fascinante la madrastra pero también lo son la madre muerta y, especialmente, el padre ausente de Blancanieves. Fascinante es el espejo, sin duda. Y los enanos – considerados en grupo o individualmente-. Y fascinadora encuentro yo la figura del príncipe, ese joven lejano que descubre un entierro en un bosque, se siente fascinado por una muerta y –ahí es nada- hace una oferta de compra por el cadáver. Si se pretendía ofrecer una visión distinta del cuento, construir una versión del mismo en definitiva, una buena opción consistía en trasladar la perspectiva general desde la que está narrado a una más concreta, poner el foco de atención en uno de esos personajes secundarios tan extraordinarios – o en varios- y narrar los acontecimientos desde su particular punto de vista, indagando, desvelando motivaciones, deseos y hechos que son o pueden ser puntos oscuros en la historia original. O simplemente limitarse a contarlos desde un lado parcial.

He de decir que nada de eso me atraía. No deseaba explorar en el cuento tradicional. Ni siquiera deseaba estar en ese cuento. Lo que yo me propuse fue otra cosa, ir en una dirección distinta.

Mi intención era destruir el cuento, hacerlo imposible. Pretendía cometer un asesinato, vaya. Quería escaparme del cuento por los propios resquicios del cuento, recoger material explosivo y regresar luego para hacerlo estallar por los cuatro costados. Quería salir del cuento para volver al cuento.

Conseguir todo eso me exigía actuar sobre la pieza clave de la historia, sobre su detonante. ¿Y cuál es ese detonante en “Blancanieves”? A mi juicio, el espejo. El espejo es quien provoca la crisis. Los acontecimientos se desencadenan el día en que una mujer que posee un espejo mágico recibe de éste una contestación inesperada, inconveniente. El arranque de “Blancanieves” se sitúa en ese momento exacto en el que la reina pregunta “¿Quién es la más bella?” y el espejo, su esclavo (aunque podría discutirse en la relación madrastra-espejo quien es el amo y quién el esclavo, pero eso ya sería divagar), conocedor de la naturaleza de su ama, le responde: “Blancanieves”. Ahí empieza todo y ahí empieza a decidirse la suerte de un puñado de vidas. De la palabra del espejo ha dependido todo. Con su silencio, con su desobediencia o con su mentira los personajes hubieran seguido por un trazado distinto y bastante corriente. Pero él (el espejo) no podía callar, ni desobedecer ni mentir. Esclavitud y sinceridad. En este sentido invito a pensar en el espejo del relato como en un robot programado.

Así pues, no es casual que “La habitación” termine justamente donde empieza “Blancanieves”. La idea era lanzar –y responder- un interrogante: si investigando en ese personaje tan peculiar y tan fundamental (el único no humano de la historia), si, en definitiva, escribiéndole una biografía y proporcionándole un pasado podía crearse una posibilidad real de que la reacción del espejo a la pregunta decisiva de la madrastra fuera diferente de la que todos conocemos. Y eso sin desvirtuar ni violentar la naturaleza esencial del espejo, su “programación” (la sinceridad, la esclavitud y, como consecuencia de esos rasgos, el crimen). Si eso se conseguía, el cuento tradicional quedaba tocado en sus cimientos y se venía abajo como un castillo de naipes. Y lo que a partir de ahí resultara sería otra cosa: una no versión de un cuento inexistente. “Blancanieves” moriría.

Así pues, a la hora de ponerme a escribir –o de planear el crimen- tenía claras una serie de cosas. El protagonista debía ser el espejo, la narración obligatoriamente había de hacerse en primera persona (eso era decisivo e implicaba casi todo), el espejo debía tener una percepción confusa y a veces errada de su propio destino, que se le habría de ir revelando paulatinamente, y, además, yo ya había localizado dónde podía hallar el “material explosivo” necesario, el arma del crimen. A la luz de todo eso acudieron solas un conjunto de soluciones formales. El tono del relato debía ser lírico, evocador, arrebatado en su trasfondo y, aun así, contenido en su primer plano, y había que recubrir el texto de velos y símbolos. El lenguaje no podía ser directo, era fundamental dotarle de una clave poética y ejecutarlo en un tiempo más bien lento. Y era importantísimo sugerir al decir, que por lo explícito asomara lo implícito.

Por eso, me ha agradado mucho en los comentarios elogiosos encontrar esas referencias al ritmo, a la transmisión emocional y al tono poético. Particularmente me gusta la definición de Berlín: oscuro, romántico y poético. Pues sí, creo que es una buena definición de mi propósito. En mi opinión – que es sólo una opinión más- lo que el relato viene a contar es una historia de amor oscura, romántica y poética. Y al hablar de historia de amor no me estoy refiriendo a la de Romeo y Julieta, claro está, sino a otra historia de la que posiblemente no son concientes ninguno de sus dos protagonistas.

La percepción sobre el resultado final no ha sido unánime, evidentemente. A unos gustará el tono, el ritmo y el lenguaje y otros les disgustará o lo encontrarán equivocado. O creerán que no he acertado en la ejecución y, pensarán que los párrafos se hacen en ocasiones demasiado largos y pesados, que se acusa un exceso de barroquismo como ha dicho ciro. En cuanto al barroquismo, es verdad hasta cierto punto. El relato es barroco en algunos momentos pero yo creo que más que por la forma lo es por algunos temas tratados. En cualquier caso, mi intención era no pasarme de la raya. Por lo menos, no demasiado.

Hay una cosa que también ha dicho Ciro que quisiera destacar y que además me da pie a retomar el hilo sobre el sentido del relato. Es eso de que el relato entra con calzador en la categoría de versionando clásicos. La verdad es que yo mismo encontraba lógico que alguien pudiera pensar así. Por supuesto, no estoy de acuerdo y creo que el relato contiene una versión completa de Blancanieves valiéndose para ello de una deformación de “Romeo y Julieta”. Lo que ocurre es que esa versión no se encuentra explícita, no está escrita.

Aunque el relato se subtitule prolegómenos -unos prolegómenos dilatados, ciertamente- porque se extienden a todos los “prolegómenos” al pistoletazo de salida de “Blancanieves”, no se detiene ni acaba ahí aunque la parte escrita se detenga y acabe ahí. Tanto en el cuento original como en el relato – más aún en el relato- siguen siendo fundamentales la pregunta de la reina y la respuesta del espejo. En el relato la reina formula “la pregunta exacta”, pero ¿qué hace el espejo? ¿No habría quizás que detenerse e interpretar el último párrafo del relato? El espejo del relato responde y obedece sin titubeos, pero ¿qué responde? No se dice expresamente ¿Da la “respuesta exacta” también, la tradicional, la misma que la del espejo del cuento? ¿O hace algo distinto? Y en ese caso, ¿qué es ese algo? ¿Y por qué? Y determinado esto, ¿cuáles serían o podrían ser sus consecuencias? Incluso se podría ir más allá: ¿en qué situación se encuentra el espejo cuando está narrando su historia?

Es que creo que hay una parte trascendental del relato, su desenlace, que se desarrolla justamente debajo del último párrafo del mismo, en unas líneas que no están escritas y que corresponde llenar al propio lector, si lo desea. He de confesar que, desde el principio y mientras escribía, yo tenía ese párrafo final en la cabeza. Pero al llegar al momento de ponerlo negro sobre blanco y de pasarlo al papel, el propio relato me lo impidió. De repente parece que una historia toma sus propias decisiones, que se niega a aceptar algo que le estaba planeado desde su inicio. No reconoce ese algo como suyo y lo rechaza como a un cuerpo extraño. Esto le puede pasar a cualquiera que escriba, creo yo, y pienso que lo que ocurre es que el proceso de escritura supone también un proceso de comprensión. Uno va escribiendo y al tiempo va comprendiendo. Por eso hay veces que una idea de origen o de partida, hasta la más firme y meditada, puede acabar rectificada como consecuencia del camino recorrido. En este sentido he de decir que, a estas alturas estoy ya casi convencido de que “el relato” obró con acierto cuando me obligó a desistir de ese final proyectado. A un relato como éste no le conviene un final cerrado ni explícito.

Hay otra serie de cosas en el texto y en la historia que tienen alguna importancia y quizás algún interés. Aprovechando que Cronopio ha descendido a aspectos concretos, señalando errores y contradicciones, seguiré comentando al hilo de ellos.

- en el segundo párrafo afirma que apenas recuerda sus primeros años, después de detallar en el primero sus sentimientos en el momento de nacer

Bien, podría responder a esto subrayando ese “apenas”, pero no. Porque no se trata de eso. Es obvio que cuando el narrador acaba de rememorar su nacimiento, si a continuación dice que “apenas recuerda sus primeros años” está fiando al buen sentido y lógico entendimiento del lector/oyente la comprensión de que alude a los primeros años siguientes al hecho que acaba de relatar, con independencia de eso que acaba de describir. Es como si se advirtiera que hay otro error cuando más adelante dice que muy pronto fue amarrado. ¿Si no recuerda sus primeros años cómo puede ser que tan pronto fuera amarrado? ¿Qué significa entonces “tan pronto”? No sería “tan” pronto ese tan pronto, caramba.

Pues bien, todo eso está dicho y escrito consciente y deliberadamente. Me gustaría hacer notar la muy curiosa relación que establece el espejo con el Tiempo y la Memoria. En algún momento confiesa su incapacidad para medir el tiempo y, sin embargo, si se hace una lectura atenta del relato se comprobará que no para de utilizar medidas de tiempo y referencias temporales (días, meses, años; mañanas, tardes, noches). ¿Cómo se explica eso? ¿Hay quizás ahí una actitud irónica de espejo? Por otra parte, cabría hablar de su relación con la Memoria. Tal vez puede rastrearse un deje de amargura en su expresión “si es que concedéis a una criatura como yo la capacidad de tener recuerdos”. De hecho, apenas recuerda sus primeros años. Sin embargo más adelante observamos que su memoria es casi infinita. De su estancia en la habitación alberga recuerdos muy precisos, sin ninguna duda. Guarda memoria incluso de todos y cada uno de los rostros de Julieta. ¿Por qué esa memoria aparentemente tan selectiva? Pues por otro lado el espejo siente y es sensible a los recuerdos, lo que quiere decir que los hechos, lo que ve, causan efecto en él. Nótese que fueron necesarios siete brazos para transportarlo a la casa y se precisaron de quince para sacarlo de allí.

Por otra parte, y como un tercer lado de un triángulo, cabría hablar también de la relación que establece el espejo con su propio Destino. Es también una relación confusa. Cuando el espejo “nace” tiene una visión borrosa de una mujer rubia, coronada de fuego, que le hace una pregunta. No sabe cuál es esa pregunta y no conoce a esa mujer pero sí sabe que esa mujer y esa pregunta guardarán un fondo de perversidad y tendrán una importancia crucial en su futuro. Durante mucho tiempo cae en un error, que es el de confundir la negrura de los ojos de Julieta con el pálpito vacío y negro que vio en los ojos de aquella mujer de su primera visión (que es, obviamente, la madrastra). Y por tanto cree que Julieta se convertirá en la madrastra. Así, la espía esperando que los cabellos de Julieta se vuelvan en dorados y le extraña que en lugar de eso cada día sean más oscuros. Y le asombra que el negro de los ojos de Julieta en vez de empozarse y dirigirse hacia los ojos de la mujer de su visión, sean cada vez más claros y estén más llenos de luz (jamás había pensado que el negro pudiera ser el color más claro y brillante del mundo). Cuando Julieta enamorada, ensimismada, formula, casi accidentalmente, para sí misma, una pregunta que está próxima, que recuerda a “la pregunta”, algo se despierta en el espejo y como a un robot al que se le ha tocado la tecla adecuada, como un programa encriptado al que se le ha descubierto su contraseña, siente cómo pugna por salir de su interior una respuesta dormida, pero que ya estaba en él. “Acudió como accionada por un resorte, como un reflejo, tan inevitable como las ondas que se forman en la superficie de un lago al ser arrojada una piedra”. Pero se detiene, perplejo, porque siente que no es ésa la pregunta que debe desencadenar en él el don de la palabra. A partir de ahí empieza a descubrir el error en el que ha estado, que viene a confirmarse con la muerte de Julieta. Y poco después teniendo ya esa certeza cae sobre él una tela negra y empieza para él un largo peregrinaje, un largo y extraño viaje al final del cual le espera, esta vez sí, la madrastra. Poco a poco, y conforme se va acercando físicamente a ese momento crucial, le van llegando visiones de otros seres: Blancanieves, el cazador (bueno, hay un error en el texto; donde dice cazador debe decir “anciano, que es el padre de Blancanieves), los enanos, el príncipe… Entonces cae el telón rasgado (sustitúyase “La mortaja cayó al suelo, rasgada” por “El telón cayó al suelo, rasgado” que corresponde a una versión posterior y corregida del relato, cuando llegué a entender que el velo que cae no es una mortaja sino un telón) aparece ante él la mujer que “vio” en su nacimiento y formula la pregunta, esta vez sí, exacta. El espejo-robot, de acuerdo con lo previsto, debe dar la respuesta para la que está programado y, en efecto, da una respuesta que igualmente sale de él sin titubeos, sincera y obediente, y que es inevitable, “tan inexorable como las ondas que se extienden sobre las aguas de un lago si es arrojada una piedra”. ¿Pero cuál es esa respuesta? ¿Será la misma respuesta para la que el cuento lo ha programado o hay algo, ha sucedido algo que hará que inevitablemente deba cambiar la respuesta?

-en otro párrafo dice que algo está hecho de cosas pequeñas y desconocidas, lo que induce a pensar: si son desconocidas, ¿cómo sabe que son pequeñas?;

Bueno, ese “algo” se refiere al sutil mundo de los olores, a cierto descubrimiento que hace el espejo, y en su descripción hay alguna licencia poética, sí. Podría hablarse de un oxímoron como cuando se dice “sonoro silencio”, “sabrosas penas” etc. En este plano, podrían también citarse los ojos negros de Julieta que para el espejo resultan, sin embargo, lo más claro del mundo.

Pero realmente no es el caso aquí. ¿No pueden ser pequeñas las cosas porque son desconocidas y si son desconocidas no pueden ser pequeñas? ¿Pequeño y desconocido son términos incompatible por contradictorios? No lo entiendo. ¿Cómo que no puede haber cosas pequeñas y desconocidas en el mundo? Frecuentemente se descubren especies desconocidas de insectos; insectos que son francamente pequeños. Los españoles descubrieron en América muchas plantas, flores y animales que eran grandes, pequeñas o medianas pero todas desconocidas. El Doctor Fleming se inclinó un día sobre su microscopio y vio algo desconocido y pequeñísimo.

- recurre a cursiladas como “roncas llamadas en aldabones alados” (¿son diferentes a las roncas llamadas en aldabones no alados?)

Bien, esa expresión está en un contexto determinado. El espejo está siendo transportado a la casa de los Capuleto. Marcha hacia lo desconocido, está aterrado, amarrado y vendado. Hasta él sólo llegan sonidos.

Ahí intenté reproducir las impresiones que, en ese estado, le sugerían los sonidos que iba percibiendo por la calle. Aluden a cosas cotidianas. Por ejemplo, “latigazos de agua derramada” intenta representar el restallar contra la piedra del agua arrojada en cubos desde las ventanas de las casas. Posteriormente, cuando dice que esos sonidos se apagan y que le pareció “atravesar una sombra ascendente y fría”, se está describiendo la subida por una escalera. Han llegado a la casa y lo están subiendo al piso superior, donde se encuentra la habitación de Julieta.

Y en fin, con “roncas llamadas en aldabones alados” la verdad es que estaba pensando en… campanas. Las campanas son aldabones alados y el sonido de su badajo le parecía bronco al espejo porque, reconozcámoslo, el sonido de las campanas de iglesia es ronco, grave.

De todos modos, admito que no es una expresión demasiado afortunada ni de la que me sienta particularmente satisfecho.

- cualquier esplendor es arena que lleva en sí la mitad de su ruina” (¿la arena lleva en sí la mitad de su ruina?, y eso ¿qué significa?).

Bien, eso me permite entrar en la simbología que contiene el relato. Empezando por el propio espejo. Os habla alguien condenado a ver y observar que sólo ha visto y observado la fugacidad de las cosas, dice el espejo a continuación de eso. La imagen del espejo como símbolo de la fugacidad y brevedad de la vida, de la caducidad de la belleza, tiene una larga tradición en el arte. Por ejemplo en este cuadro de Hans Grien:

Imagen

Vemos a una joven desnuda mirándose en un espejo. Sin embargo la muerte destructora está detrás y es la muerte la que se refleja en el espejo aunque ella no lo perciba. El espejo se enfrenta a lo fugitivo, lo engañoso. Hay otro cuadro que ahora no localizo en el que otra mujer en el esplendor de su belleza se contempla extasiada en el espejo y éste le devuelve la imagen de la Muerte, aunque ella no la ve. En definitiva debajo de los hermosos cuerpos hay un esqueleto inanimado que acabará venciendo. Esa es la idea que subyace.

La frase yo no la veo difícil de interpretar. La arena es símbolo de lo que fácilmente se deshace, de lo que fácilmente se destruye. Y “que lleva en sí la mitad de su ruina” puede entenderse mejor enlazándolo con “esplendor”, sujeto de la oración, En suma, las glorias del mundo (Julieta enamorada, en la primavera de su vida y en el culmen de su belleza) están hechos de un material tan frágil como la arena (recuerdo ahora un poema de Quevedo que compara la vida del hombre con un reloj de arena: vidrio y polvo; no es raro que un espejo -cristal- venga a acordarse de la arena) y en un solo instante, con un soplo, con un simple golpe, pueden desvanecerse. El mayor esplendor es efímero. Todo lo mundano es perecedero. La vida es ya la mitad de la muerte. Por eso a continuación también se dice Cuando al filo del alba mi muchacha, anhelante y feliz, me miró por última vez antes de caer rendida por el sueño, era el ojo de la Muerte lo que contemplaba. Julieta, anhelante, dichosa, enamorada, mira al espejo y, naturalmente, se ve a sí misma, hermosa y radiante, en el cénit de su esplendor, pero tras esa belleza, en esa misma felicidad ya se abre sin que lo advierta el ojo de la Muerte, que la acecha. Y cae rendida por el sueño, hermano de la Muerte, prefigurando su inmediato destino.
A lo largo del texto hay otros símbolos; unos reconocibles otros muy difícilmente y otross realmente imposibles. Por citar un ejemplo de cada: la muñeca simboliza la niñez de Julieta (por eso en un determinado momento aparece arrinconada, abandonada, para evidenciar que la habitación ya no la ocupa una niña); el vestido de color blanco sobre la cama y el ramillete de azucenas sobre la mesa simbolizan la pureza de Julieta en contraposición al rojo cruel de la madrastra (la azucenas son las flores de la pureza y suelen asociarse con la Virgen María); incluso el pájaro es un jilguero por una determinada razón que, bueno, es una cosa mía, absolutamente indescifrable, pero en fin, ya que estoy confesando un crimen digámoslo todo… No sé si la escena en la que el espejo es clavado en la pared le ha recordado a alguien una crucifixión. Pues bien, el jilguero es un pájaro que, en la iconografía cristiana, se relaciona con la Crucifixión, por aquello de que suele posarse sobre cardos y abrojos (la corona de Jesús). Así, el jilguero encerrado en la jaula viene a ser una especie de símbolo del propio espejo encerrado en la habitación. Pero no de su parte física sino de su alma. El espejo debe permanecer silencioso y quieto, pero su alma, como el jilguero, si se mueve, aletea y tiene voz.

Bueno, son cosas mías y así dicho suena quizás un poco tonto… pero es lo que se me ocurrió.

si su exclusivo interés eran los prolegómenos, en explicarnos qué guiños íntimos de ¿Julieta? llevaron al narrador a inferir la estupidez de Romeo.

Mi interés no eran exclusivamente los prolegómenos, como he intentado explicar. Sobre la utilización de la historia de Romeo y Julieta sólo diré un par de cosas. Cuidado con el espejo, cuidado con lo que ve y con lo que dice el espejo porque igual este espejo –en esos años que apenas recuerda :cunao: - fue a educarse con los espejos del Callejón del Gato de los que tanto aprendió Valle Inclán. He mencionado ya que posiblemente exista una deformación de la historia de Romeo y Julieta. Quizás no consciente. O sí. De la misma manera que nuestros sentimientos y nuestra condición pueden distorsionar la realidad poniendo entre nosotros y ella espejitos cóncavos y convexos, haciéndonos ver las cosas como no son exactamente en la realidad, también el espejo (que experimenta una progresiva humanización) podría tener sus propios espejitos cóncavos y convexos (cosas pequeñas y desconocidas :roll: ). Por ejemplo en el relato, cuando Julieta toma el veneno se encuentra atenazada por el miedo y no dice nada. “No hubo ni una palabra ni una mirada de despedida”. Compárese esa escena con la de la obra de Shakespeare. No es igual ni casi parecida ¿Por qué esa diferencia? ¿Nos miente el espejo? ¿Se miente a sí mismo? ¿O no se miente? ¿Y por qué, por poner otro ejemplo, el espejo se empeña en dibujar con rasgos desagradables –revelando su antipatía por el personaje- a la mujer de la nariz desfigurada que es, obviamente, la nodriza de Julieta? ¿Por qué no puede sentir tampoco especial simpatía por Romeo, quien, por cierto, aunque veladamente, sale en el relato?

En fin, son cuestiones a las que cada uno podría buscarle una explicación. Lo que sí puedo asegurar es que nada es casual
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ciro
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por ciro »

Muchas gracias por las explicaciones, que hacen, si cabe, mejor tu relato. A mi el relato me parece magnifico, ya lo dije, en todos sus extremos, lo cual no hace que me quite la idea de que entra con calzador en la temática del concurso, aunque tu capacidad de conviccion está al nivel de tu relato. :wink:
Lo que si me gustaría que me aclarases es ¿por qué elegir a Romeo y Julieta en ese "desmontando a Blancanieves" que ideaste?
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Arwen_77
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por Arwen_77 »

¡Pedazo de explicación Raoul! De lo más culta y pormenorizada. Me hace valorar aún más el relato al ver todo el intríngulis que lleva detrás.
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Cronopio77
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por Cronopio77 »

Raoul, lo primero es felicitarte por la detallada explicación que nos has proporcionado sobre tu relato. Esto confirma lo que, a pesar de mi dura crítica, dije sobre ti: que tienes talento y que manejas muy bien el lenguaje. Precisamente por eso, y aprovechando todos los detalles que has dado, voy a profundizar en lo que comenté en mi primer mensaje.

Cuando leo un relato o una novela, me dejo llevar y permito que el autor me atrape con lo que él, si ha tenido la habilidad suficiente, ha puesto en primer plano. Nada más empezar a leer tu relato, mi atención se alejó de la trama, de la composición de la historia, incluso de los símbolos para centrarse en el lenguaje. El estilo tan barroco y tan cargado de metáforas y otros recursos poéticos, algunos de ellos rebuscados y un tanto cursis, fueron como los árboles que no dejan ver el bosque: me atrapó entre todas sus sombras y me dejó totalmente perdido. Según mi concepción de la novela y el relato, el lenguaje debe ser funcional; su misión ha de ser transmitirle al lector todo lo que el autor desea, no constituirse en el elemento más "literario", ya sea por su belleza, por su ritmo o por su riqueza. Mi impresión al leer tu cuento es que el lenguaje cobraba un protagonismo que no debía tener y que, además, no lo hacía por su originalidad o su brillantez (como, por ejemplo, le ocurre a Caterva, de Juan Filloy, autor a quien he criticado por su excesivo virtuosismo lingüístico), sino por resultar recargado, un poco pedante y, como ya he dicho, también un poco cursi. Así pues, mantengo la crítica a el estilo que elegiste.

Por otro lado, una de las cosas más difíciles a la hora de componer una obra de ficción es darse cuenta de que el lector no tiene en la cabeza lo mismo que el autor. Eso implica poner especial cuidado en la estructura, la composición y la selección de los elementos que componen la trama, con el objetivo de que el lector no tenga que partir de un determinado punto de vista, estado de ánimo o cualquier otra característica para disfrutar y comprender la obra. Esto, por supuesto, nunca puede cumplirse en modo absoluto; toda creación tiene sentido en un contexto cultural concreto y, por lo tanto, requiere un cierto "conocimiento previo" del lector. La cuestión es que este bagaje necesario no sea excesivo, tanto desde un punto de vista cultural, como, sobre todo, en lo que se refiere a cómo el lector ha de enfrentarse a la lectura. En ese sentido, tu relato peca de excesivo simbolismo, en muchas ocasiones también muy rebuscado, que, en mi opinión, dificulta la comprensión de lo que pretendes transmitir. Considero que el simbolismo es un recurso literario muy valioso, pues en muchas ocasiones es más importante lo que deja entrever una situación o un personaje, que las propias características de los mismos. El problema surge cuando ese recurso se explota en exceso, al igual que ocurre con cualquier otro; a modo de ejemplo, la elisión puede proporcionar extraordinarios resultados expresivos, pero su abuso suele conllevar que el texto resulte ininteligible. Por eso, creo que tu relato habría ganado si, en lugar de distribuir tanto símbolos, hubieras recurrido al contraste, a resaltar lo más importante mediante otros recursos literarios, a colocar hábilmente pequeños elementos que el lector sólo necesita percibir (en lugar de interpretar, como ocurre con los símbolos) para que su atención se vaya directamente a donde tú, como autor, la quieres conducir. Ello, en mi opinión, habría facilitado la percepción, no del argumento, sino de todo lo que éste lleva detrás (la destrucción del cuento de Blancanieves por la total alteración de su punto de partida, etc.).

En resumen, reitero lo que dije en mi primera crítica. Creo que tienes mucho talento y que tu punto de partida era muy bueno, pero que lo desaprovechaste por culpa de los dos "errores" que acabo de comentar. Por supuesto, esto es mi opinión, que se basa en mi concepción de la literatura, que, lo reconozco, es muy peculiar. En cualquier caso, confío en leerte en el próximo certamen.
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Ángel_caído
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por Ángel_caído »

Muchas gracias por la explicación Raoul :eusa_clap: ahora, si cabe, valoro mucho más el relato, que con el paso de los días me sigue pareciendo maravilloso.
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Ororo
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por Ororo »

Bueno, Raoul, con esta extensa explicación ha quedado clarísima tu intención. Estupendo planteamiento que deja ver que detrás de "tu habitación" y de cualquier otro escrito hay un gran esfuerzo y trabajo :wink:
A mí no tenías que convencerme de que es un relato muy bueno, pero me parece que muchos podrían cambiar su opinión después del gran poder de convicción de tus palabras. Está claro que si algo dominas es el lenguaje :P
Muchas gracias por tomarte la molestia de escribir todo eso, porque significa que te importa mucho que se te entienda, que se te valore y que se sepa cuáles fueron tus intenciones. Mucha pasión, vamos.

Particularmente, me encantó la situación trágica del espejo que se siente esclavo de su destino, incapaz de decidir por sí mismo :D
El título es lo único que no acabo de ver del todo acertado.
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RAOUL
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por RAOUL »

Muchas gracias a todos :D

Cronopio, entiendo lo que dices, lo respeto y me parece algo razonado :wink: . Pero conste que yo no esperaba que el lector captara los símbolos, ni siquiera la intención que había detrás. Sabía que eso era imposible (y además, mejor que no lo hiciera porque hay algunas cosas, como las del jilguero, efectivamente muy rebuscadas y muuuuy pedantes :cunao: Pero, bueno, como aquí hay confianza pues digo estos secretillos... :wink: ). Realmente los símbolos y determinados construcciones mentales que hice me servían más a mí a la hora de escribir, para no perderme; eran como puntales en el decorado. Los he revelado para intentar que se comprenda que el relato no es una sucesión de efectos artificiales o de juegos florales, que tras cada frase hay una intención, un pensamiento. El relato podrá parecer equivocado, podrá parecer que cae en lo cursi o en lo rimbombante, pero no es el producto de un ejercicio evanescente, de pura filigrana verbal. Por debajo de él hay un proceso de búsqueda, de investigación, de reflexión. Y, como ha dicho Ororo, una pasión.

Pero es que, además, lo simbólico en el relato no tiene tanta importancia. No es necesario que el lector no perciba la carga simbólica. Yo no pretendía entablar con el lector un contacto intelectual sino emocional. Tampoco quería que fuera consciente. Lo que querría era envolverlo con la música aunque la letra a veces no se terminara de entender. Que se dejara arrastrar por la melodía, por el tono, por el ritmo... Que percibiera un aire trágico, doliente. Que en algún momento se sintiera conmovido por la historia de ese dedichado espejo mudo, perdido y atrapado, y su Julieta (que nunca llegó a verlo como realmente era). :) Eso era ya más que suficiente.

Lo que pasa es que tú, Cronopio, eres muy duro. Te atas ahí al mástil y hala, no te seducen cantos de sirena :cunao:

Ciro, elegí Romeo y Julieta por razones muy sencillas. Era necesario que el espejo se relacionara con alguien muy conocido. Blancanieves es un mito universal; todo el mundo conoce la historia aunque no haya leído el cuento de los Hermanos Grimm. Yo requería una historia al menos a esa altura, una historia de la que cualquier persona tuviera ya mucha información previa. No es necesario haber leído la obra de Shakespeare, ni siquiera es necesario saber leer para saber quiénes son Romeo y Julieta y para conocer su historia. No podía hacer contactar el espejo con Pepito y Pepita, es decir, dos personajes de nueva creación. Ni con La Regenta o Madame Bovary, por poner el caso. Y además se adaptaba perfectamente a mis propósitos.
Además me permitía hacer algo que me atraía mucho y era introducirme en alguunos grandes momentos de la literatura universal, como es la del balcón. Esa parte me resultó muy divertida. El momento crítico del espejo se metía en el momento previo a una gran escena universalmente conocida. Hay un pequeño guiño personal y es cuando Julieta sale al balcón y se dice "atendiendo a la invocación de las cortinas". Con eso pretendía referirme vagamente a "la llamada a escena". Julieta sale de la habitación, entra en el balcón y al entrar en el balcón hace su aparición en el teatro. Me imaginaba a mí mismo en el patio de butacas, asistiendo a una representación de Romeo y Julieta y pensado que, detrás de Julieta, estaba el espejo mágico de Blancanieves escuchándolo todo :cunao: . Y me imaginaba a Julieta que, justamente antes de ir al encuentro de Romeo, había tenido una extraña experiencia con un espejo, como si hubiera oído algo. Barajé incluso la posibilidad de que espejo tuviera una intervención mucho más directa en la escena y se me ocurrieron algunas cosas. Pero las terminé desechando.

Por cierto, a lo largo del texto se pueden encontrar otros guiños, bromas, e incluso utilización de elementos, que son pequeños homenajes a cuentos clásicos. Por ejemplo, cuando entre los animales se destaca a un "perro (¿o era un lobo?)"... era el lobor de Caperucita Roja :cunao: . También está La Bella Durmiente (cuando Julieta está dormida por el narcótico y el espejo no puede despertarla con un beso). Y el mito de "La Bella y la Bestia" está sobre todo presente en el primer encuentro de Julieta y el espejo, que quizás pueda recordar a Frankenstein, a la famosa escena de la película cuando, en la orilla de un río, aquella niña que se encontró con el monstruo le sonrió, le dio la mano y jugó con él.

Ororo, creo que tienes razón. El título es en lo que menos he pensado. Fui sólo a lo evidente.
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Berlín
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por Berlín »

¡Dios! Raul, más que el relato me está dando envidia esa explicación maravillosa que has hecho de él.
Eres muy bueno, me ocurrió como con Ororo, tras leerte no tuve dudas, y creo que eso es bueno pues dice mucho de la calidad de tu narración. Un lujo compartir contigo este certamen y nos vemos en el siguiente.


berlín. :60:
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
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Chubbchubb
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por Chubbchubb »

RAOUL, querido, no conocía yo esta faceta tuya...:shock: Pero, oye, me ha parecido un relato fascinante. Has ido más allá del versionar un clásico. Y tu comentario ya, vamos, impresionante, me quito el cráneo :60: Se nota que está pensado, medido, que cada palabra usada tenía que ser esa y no otra,... Y el estilo es exquisito, la verdad. Me ha gustado mucho, en serio :60: ¡Menudos ganadores! :mrgreen:
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RAOUL
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por RAOUL »

Chubb, guapa, qué sorpresa verte por aquí :D Me alegra mucho que te haya gustado :60:
Tengo una versión más "moderna" donde el espejo es una bañera de metacrilato, Julieta tiene visiones oníricas en plan Lulú y el jilguero se convierte en Jack el Destripador :boese040:
Por si le interesa a tu director. Me das su nombre y dirección y se la envío :twisted: :cunao:

:60:
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Chubbchubb
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Re: VC - La habitación - Raoul (Ganador popular)

Mensaje por Chubbchubb »

:meparto: :meparto: Pues oye, seguro que tiene su punto...:silbando: :lol:
:60:
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