Colección: LETRAS HISPANICAS (CATEDRA), nº 435
Nº Edición:1ª
Año de edición:1998
Plaza edición: MADRID 10.80€
Para la sinopsis me ha parecido preferible reproducir aquí un artículo de Rafa Marí aparecido en "Las Provincias" en 2006, con ocasión del centenario de esta novela:
En este enlace puede verse el retrato que Sorolla le hizo a doña Elena de Ortúzar. No sou capaz de subirlo aquí.La maja desnuda escrita en la primavera de 1906 y publicada ese mismo año, es una confesión íntima de Blasco. Para el protagonista de la novela, el anhelo de un hombre que consigue el triunfo profesional no puede considerarse compleno si no lo obtiene también en la vida diaria. Y la mujer es el símbolo de esa ambición vital.
La novela, que cumple estos días su primer centenario, cuenta la historia de Mariano Romerales, un pintor de éxito. Casado con Josefinda, una mujer sencilla, celosa y a la que quiere, Mariano se enamora de una la condesa de Alberca, una dama de la alta sociedad que lo enloquece.
La pugna apasionante entre el arte y la vida son el tema de fondo del relato. Dedicar las principales energías a la relación amorosa puede ir en detrimento de la creatividad. Blasco Ibáñez era consciente de ese conflicto. La vida se opone a la voluntad artística y pretende imponerse a ella (“yo soy un hombre que vive, y además, cuando le queda tiempo para ello, escribe”, confiesa el novelista en carta dirigida al historiador literario Julio Cejador).
Elena Ortúzar, modelo real del imaginado personaje de la condesa de Alberca, fue primero amante de Blasco y luego su segunda esposa. Los elementos autobiográficos de La maja desnuda son evidentes.
En 1906, al poco de publicarse la novela, corrió un rumor: el hecho de que Mariano Romerales sea un pintor, hizo sospechar a Clotilde, la mujer de Joaquín Sorolla, que en realidad se trataba de una historia en clave sobre los amoríos de su esposo.
Se cuenta que el propio escritor se entrevistó con Clotilde para tranquilizarla. Mariano Romerales no tiene nada que ver con Joaquín, vino a decirle. Y muy probablemente, para aumentar la verosimilitud de su desmentido, debió añadir: “Clotilde, Mariano soy yo”.
Declaraciones privadas del escritor y estudios posteriores han dejado claro que Mariano es Blasco. Sobre todo es él. Pero también es, en cierta medida, un trasunto de Sorolla, con el que tenía una gran amistad y con el que compartía alguna pasiones no estrictamente artística. Blasco conoció a Elena Ortúzar de Elguín a través de un cuadro de Sorolla, cuando el pintor le hacía un retrato al novelista.
Blasco, con 39 años y lleno de empuje vital, se interesó de inmediato por ella. Sorolla preparó un encuentro en su estudio de Madrid. Y ahí empezó la locura amorosa del ardiente valenciano. El soberbio retrato del escritor, pintado por Sorolla en 1906, de 129x91 centímetros, pertenece a la colección de la Hispanic Society de Nueva York.
Elena Ortúzar, casada con un rico diplomático chileno que poseía minas de cobre, pagó a Sorolla por su retrato 10.000 pesetas, una fortuna para la época. De impresionante formato (231x126), la obra fue donada por los herederos de Ortúzar al Museo de Bellas Artes de Chile.
La maja desnuda es el segundo título de una trilogía cuya primera novela fue Entre naranjos (1900) y la tercera La voluntad de vivir (1907). Sobre la identidad real de Romerales, Libertad Blasco-Ibáñez, hija del escritor, escribía voluntariosamente en 1977, en el prólogo de una reedición de La voluntad de vivir: “Romerales es en realidad una mezcla de la vida de dos grandes y fraternales amigos de Blasco: el pintor Sorolla y el escultor Mariano Benlliure. Y, sin embargo, no es exactamente ninguno de los dos. Se inspiró en ellos, pero nada más lejos de sus verdaderas vidas; tanto es así que ninguno de los dos se sintió molesto ni se ofendió”.
Ediciones de la novela
Las cuatro ediciones de referencia de La maja desnuda, además de las Obras Completas de Aguilar, son la primera (1906, Sempere), la posterior de Prometeo con numerosas correcciones, la de 1977 (Plaza y Janés) y la edición crítica de Facundo Tomás en 1998 (Cátedra), con un amplio estudio, notas, fotos e interesantes documentos, como una carta de Blasco a Francisco Sempere sobre la primera edición de La maja desnuda.
Tomás áfirma que La maja desnuda, que considera una excelente obra de Blasco, es una novela psicológica y de amor, y también “una ‘novela de artista’, que expresa la ideología individualista en una sociedad que rechaza al creador o lo eleva por encima de ella”. El artista, con una psicología distinta, aislado y orgulloso, combate a la colectividad y su molicie, a las que vence o ante las que cae derrotado.
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Tiene buna pinta, con Mariano Renovales en el primer capítulo entrando tan pimpante en el Museo del Prado. ¿A nadie le hace leerla?