La tía Tula - Miguel de Unamuno
Moderador: LizzyDarcy
La tía Tula - Miguel de Unamuno
Esta es la historia de una mujer llamada Gertrudis y a quien todos conocen como Tula.Es una mujer de fuertes convicciones morales que impone su opinión a todos los que le rodean.La novela comienza con el noviazgo de su hermana Rosa con Ramiro,desde ese momento Tula toma las riendas de la casa y dedica su vida a cuidar de los descendientes de su hermana y su cuñado.Aunque Tula tiene unas ganas inmensas de tener sus propios hijos rechaza las oportunidades que tiene de casarse para cuidar de los demás.
Me ha gustado,si os gustán los dramas os la recomiendo.Unamuno creó un personaje muy profundo con Tula.Por un lado tenemos a una mujer fuerte que manda en su familia y en todos los que la rodean pero por otro están sus insatisfacciones,el haber perdido la oportunidad de ser madre,el no haber conocido hombre...
Y no os cuento más,así a ver si alguno se anima a leerla
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- Srta. Hepburn
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Esta es la segunda novela que leo de Unamuno y la segunda que me encanta, este escritor ha escalado puestos entre mis favoritos y volveré a sus obras. Este autor tiene un estilo especial que te introduce en la historia (encontré ese mismo estilo poético y tan fluido que vi en Niebla, aunque menos presente en esta novela). Este libro de apenas 130 páginas es una pequeña joya que se disfruta página a página. Como anuncia el título, la novela se centra en el personaje de la tía Tula, un personaje maravilloso, el alma del libro. Todo se mueve en torno a Tula. Una mujer fuerte, de gran convicción moral, firme en sus principios, siempre altruista y noble que a pesar de la increíble dureza saca adelante a toda su familia. Posiblemente este sea mi personaje favorito de las dos historias que he leído de este autor. El libro es un canto al amor, a las relaciones humanas, al amor altruista en la familia.
Muy recomendable.
Muy recomendable.
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" Llegó, por fin, una mañana en que se le desprendieron a Ramiro las escamas de la vista y, purificada ésta, vio claro con el corazón. Rosa no era una hermosura cual él se había creído y antojado, sino una figura vulgar, pero con todo el más dulce encanto de la vulgaridad recogida y mansa; era como el pan de cada día, como el pan casero y cotidiano, y no un raro manjar de turbadores jugos. Su mirada, que sembraba paz, su sonrisa, su aire de vida, eran encarnación de un ánimo sedante, sosegado y doméstico. Tenía su pobre mujer algo de planta en la silenciosa mansedumbre, en la callada tarea de beber y atesorar luz con los ojos y derramarla luego convertida en paz; tenía algo de planta en aquella fuerza velada y a la vez poderosa con que de continuo, momento tras momento, chupaba jugos de las entrañas de la vida común ordinaria y en la dulce naturalidad con que abría sus perfumadas corolas. ¡Qué de recuerdos! Aquellos juegos cuando la pobre se le escapaba y la perseguía él por la casa toda fingiendo un triunfo para cobrar como botín besos largos y apretados, boca a boca; aquel cogerle la cara con ambas manos y estarse en silencio mirándole al alma por los ojos y, sobre todo, cuando apoyaba el oído sobre el pecho de ella, ciñéndole con los brazos el talle, y escuchándole la marcha tranquila del corazón le decía: ¡Calla, déjale que hable!. "
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“Si veis que el que queréis se ha caído en una laguna de fango y aunque sea en un pozo negro, en un albañal, echaos a salvarle, aun a riesgo de ahogaros, que no se ahogue él ahí…o ahogaos juntos…en el albañal;servidle de remedio,¿Qué morís entre légamo y porquerías?, no importa. Y no podréis ir a salvar al compañero volando sobre el ras del albañal porque no tenemos alas, no , no tenemos alas… o son alas de gallina, de no volar, y hasta las alas se mancharían en el fango que salpica el que se ahoga en él. No tengáis miedo a la podredumbre.”
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