Diablura

[Efimero]

Corazón de esparto que otea desde la excelsa ironía
el drama que va calando en el mundo de lo absurdo.
Las primaveras son endebles como el tallo de una flor
y en los cementerios, bajo tierra, se esconden los vivos.

Imaginé que todo y todos éramos parte de un libro febril,
que éramos leídos desde afuera por almas de pétalo
-dígase espléndidas y humanas (de verdad)- que compungidas,
surcaban nuestros invernales párrafos mordidos por la noche.

No radiaba en su faz el asombro; el enfoque esperpéntico
conferido por el rosario de páginas les permitía vislumbrar
la certidumbre de que la aleación de un cuerpo celeste
con la escarcha más punzante es meramente fraguada

para regocijarse luego con el lento y consciente proceso
de trizar, a modo dantesco y dilatando el tiempo que trae dolor,
esta órbita de temblorosos carámbanos que es la Tierra,
anhelante de fusión para dejar sólo aguas claras azul turquesa.

Aguas de mañanas cristalinas, de rocíos nacidos no por tristeza,
de noches de estrelladas sendas y rientes soles poco justicieros.
Porque la justícia se abraza y se pliega cuando no hay malícia.
¿Pues quién se ampara bajo el paraguas cuando no llueve?

Sin embargo la única luz que trasciende nuestra diafanidad
es tan oscura... Quedan tan lejanos los otoños de enamorados,
tan lejanas las risas de la hojarasca bajo los pies descalzos
de dos espíritus armoniosos que se conducen al perenne amor...

¿Hay acaso un mundo reversible, en el cual pisáramos la corteza
y con las cabezas miráramos al núcleo alumbrarnos y templarnos,
desnudo, pues ya no temería? ¿Y si en las tiendas vendieran instantes,
fragancias, sensaciones y paisajes? ¿Y si la moneda fuese la mirada?

Si los billetes fuesen pequeñas hojas con poesías anónimas
de valor no establecido, si los bancos invirtieran congojas para elaborar
un antídoto contra la apatía... Entonces las celosías se convertirían
en ventanales abiertos como heridas de bala de cañón. Y no sanarían.

Más nuestro hipotético autor nos devana en llanto y nos cercena
en jirones de lloro, retazos de lágrimas y esquirlas de sollozos,
bienes exiguos y explotados, en ojos de tundras desangeladas.
Ojos que, tras agotarse, son por el autor condenados a no ver
como en silencio, la noche, da a luz la siguiente madrugada.

[lucia]

El mundo utópico me gusta, aunque tengamos que andar para adentro
Y los billetes valen tanto como el valor que le demos a los poemas

[shirabonita]

Corazón de esparto que otea desde la excelsa ironía
el drama que va calando en el mundo de lo absurdo.
Las primaveras son endebles como el tallo de una flor
y en los cementerios, bajo tierra, se esconden los vivos.

Imaginé que todo y todos éramos parte de un libro febril,
que éramos leídos desde afuera por almas de pétalo
-dígase espléndidas y humanas (de verdad)- que compungidas,
surcaban nuestros invernales párrafos mordidos por la noche.

No radiaba en su faz el asombro; el enfoque esperpéntico
conferido por el rosario de páginas les permitía vislumbrar
la certidumbre de que la aleación de un cuerpo celeste
con la escarcha más punzante es meramente fraguada

para regocijarse luego con el lento y consciente proceso
de trizar, a modo dantesco y dilatando el tiempo que trae dolor,
esta órbita de temblorosos carámbanos que es la Tierra,
anhelante de fusión para dejar sólo aguas claras azul turquesa.

Aguas de mañanas cristalinas, de rocíos nacidos no por tristeza,
de noches de estrelladas sendas y rientes soles poco justicieros.
Porque la justícia se abraza y se pliega cuando no hay malícia.
¿Pues quién se ampara bajo el paraguas cuando no llueve?

Sin embargo la única luz que trasciende nuestra diafanidad
es tan oscura... Quedan tan lejanos los otoños de enamorados,
tan lejanas las risas de la hojarasca bajo los pies descalzos
de dos espíritus armoniosos que se conducen al perenne amor...

¿Hay acaso un mundo reversible, en el cual pisáramos la corteza
y con las cabezas miráramos al núcleo alumbrarnos y templarnos,
desnudo, pues ya no temería? ¿Y si en las tiendas vendieran instantes,
fragancias, sensaciones y paisajes? ¿Y si la moneda fuese la mirada?

Si los billetes fuesen pequeñas hojas con poesías anónimas
de valor no establecido, si los bancos invirtieran congojas para elaborar
un antídoto contra la apatía... Entonces las celosías se convertirían
en ventanales abiertos como heridas de bala de cañón. Y no sanarían.

Más nuestro hipotético autor nos devana en llanto y nos cercena
en jirones de lloro, retazos de lágrimas y esquirlas de sollozos,
bienes exiguos y explotados, en ojos de tundras desangeladas.
Ojos que, tras agotarse, son por el autor condenados a no ver
como en silencio, la noche, da a luz la siguiente madrugada.

Efímero tu poema está lleno de nostalgia y tristeza pero a la vez tiene una gran belleza, en la forma como lo expresas. He marcado los versos que más me han gustado. un abrazo!

[Efimero]

Los billetes tendrían un valor personal. Coleccionarlos tendría más sentido que nunca al albergar fragantes figuras literarias y no la cara desgastada de un anciano mirándote de forma sospechosa

Me alegra que te haya gustado, la parte utópica almenos.
PD: ¿No escribes, lucia? Nunca he leído nada tuyo por aquí, y eso que siempre posteas.
Un halo de misterio te rodea


Shiraaa siempre sales a iluminar con tu presencia mis escritos Me contenta que te haya gustado, pese a que casi todo lo que cuelgo es de temática triste. Otro abrazo muy fuerte para ti
PD: Tengo un perrito, desde hace algunos meses (tiene 5 meses de vida) y me pareció muy tierno lo que escribistes de tu perra (¿Shira verdad? Que perra suena un poco mal) y me supo muy tierno. A ver si paro más tiempo por el foro ahora que vienen vacaciones, pero sabed que os leo.

[shirabonita]

Emisario a ver si nos puedes adjuntar en un post una foto de tu perrito. Me encantará conocerlo.
Sí, mi perra se llama Shira, pero no pasa nada porque digas perra . A mí no me molesta, sólo es el femenino de perrro.

PD: Lucía es la administradora de este foro junto con Sora91.
No sé si escribe, pero tiene muchísimo trabajo y no creo que pueda colgar nada. Bastante hace con leer tooooodo lo que colgamos nosotros.

[lucia]

Por ahí verás un par de cositas, pero no mas. Tengo colgado un cuento para mi sobrino desde hace tres años.

[karen mendoza prada]

es precioso, pero muy triste y lleno de desesperanza