Microrrelato
Microrrelato
...y el marinero pudo, aunque en una mínima medida, saciar un poco su devoradora hambre, causada por días enteros de ayuna...
La sombría tormenta ya había amainado aunque a su paso incontenible había diluido en las aguas de la mar, las pobres almas de los tripulantes del Aegis, a la cual arrebató su espíritu guerrero dejando sólo su inerte casco, flotando a la deriva.
Sólo dos hombres, amarrados velozmente al mástil sobrevivieron el infierno en las aguas del océano, a aquel aluvión, tifón fantasmal que sepultó a todos los hombres, convirtiendo sus camarotes en sepulcros de madera y agua… o arrojándolos por la borda, depositándolos en las profundidades…
Ellos habían sobrevivido, soportando todas las penurias que abatieron sus cuerpos, desde la salida del sol, hasta el destello titilante de las estrellas.
…¿ Pero acaso los vivos no desearían estar sepultados en las frías profundidades, y los difuntos, estar vivos en cubierta?
Así las tumultuosas mareas y las Lunas pasaron, siguiendo el Aegis su destino desconocido. Lentamente el hambre y la sed de los navegantes se fueron convirtiendo en dolor y fiebre, y éste calor abrasante transformó los únicos pensamientos de éstos en delirios, alucinaciones y locuras, jugando en sus abatidas almas, con la delgada línea de realidad y fantasía.
Y el Aegis siguió su camino inexorable… -oh que clamor de sed emana de mis fauces, de mis partidos labios, de mi reseca lengua…- palabra alguna no se podían dirigir los compañeros, aunque una sola miraba ya bastaba para comprender.
Pero ahora el viejo comía, como una fiera bestial, devorando sin degustar una carne magra y cruda, hasta que allá, en la parte más densa de la niebla, aquella horrible niebla que los había seguido durante días, divisó una gran sombra, rondando, acechando…
¡Adelante maldito espíritu, fantasma o demonio, llévanos contigo si quieres, puesto que me es imposible imaginar algún Infierno ni castigo peor que este Limbo gris y eterno!
Luego de unos momentos en silencio, la fantasmal niebla, aquel artífice del sueño letárgico de muerte que los acosaba, como si se hubiese roto un conjuro evocado por un maligno hechicero, se disolvió.
¡Un barco…un barco! sólo pudo pronunciar, desde su ardida garganta, el viejo marinero con las últimas de sus fuerzas. Nada más fue escuchado…
Ya sin la perpetua neblina, pudo observar a su alrededor, y con el maleficio roto, anonadado, entró en pánico.
Arrastrándose como sus impulsos lo permitieron, tomó por los brazos a su compañero y lo llevó a popa.
¡No nos tienen que ver, no nos pueden ver! vociferó.
Sacando el puñal de Judas de la espalda de su compañero, el viejo arrojó el cuerpo moribundo a las profundidades del abismo, mientras éste gemía en una agonía de incomprensible sufrimiento, ahogándose en su propia sangre.
Así, mientras el viejo lo observaba bajo el resplandor de la Luna, se hundió el cuerpo desmembrado, perdiéndose en el mar lo que fue el resto de su último consumo de carne.
La sombría tormenta ya había amainado aunque a su paso incontenible había diluido en las aguas de la mar, las pobres almas de los tripulantes del Aegis, a la cual arrebató su espíritu guerrero dejando sólo su inerte casco, flotando a la deriva.
Sólo dos hombres, amarrados velozmente al mástil sobrevivieron el infierno en las aguas del océano, a aquel aluvión, tifón fantasmal que sepultó a todos los hombres, convirtiendo sus camarotes en sepulcros de madera y agua… o arrojándolos por la borda, depositándolos en las profundidades…
Ellos habían sobrevivido, soportando todas las penurias que abatieron sus cuerpos, desde la salida del sol, hasta el destello titilante de las estrellas.
…¿ Pero acaso los vivos no desearían estar sepultados en las frías profundidades, y los difuntos, estar vivos en cubierta?
Así las tumultuosas mareas y las Lunas pasaron, siguiendo el Aegis su destino desconocido. Lentamente el hambre y la sed de los navegantes se fueron convirtiendo en dolor y fiebre, y éste calor abrasante transformó los únicos pensamientos de éstos en delirios, alucinaciones y locuras, jugando en sus abatidas almas, con la delgada línea de realidad y fantasía.
Y el Aegis siguió su camino inexorable… -oh que clamor de sed emana de mis fauces, de mis partidos labios, de mi reseca lengua…- palabra alguna no se podían dirigir los compañeros, aunque una sola miraba ya bastaba para comprender.
Pero ahora el viejo comía, como una fiera bestial, devorando sin degustar una carne magra y cruda, hasta que allá, en la parte más densa de la niebla, aquella horrible niebla que los había seguido durante días, divisó una gran sombra, rondando, acechando…
¡Adelante maldito espíritu, fantasma o demonio, llévanos contigo si quieres, puesto que me es imposible imaginar algún Infierno ni castigo peor que este Limbo gris y eterno!
Luego de unos momentos en silencio, la fantasmal niebla, aquel artífice del sueño letárgico de muerte que los acosaba, como si se hubiese roto un conjuro evocado por un maligno hechicero, se disolvió.
¡Un barco…un barco! sólo pudo pronunciar, desde su ardida garganta, el viejo marinero con las últimas de sus fuerzas. Nada más fue escuchado…
Ya sin la perpetua neblina, pudo observar a su alrededor, y con el maleficio roto, anonadado, entró en pánico.
Arrastrándose como sus impulsos lo permitieron, tomó por los brazos a su compañero y lo llevó a popa.
¡No nos tienen que ver, no nos pueden ver! vociferó.
Sacando el puñal de Judas de la espalda de su compañero, el viejo arrojó el cuerpo moribundo a las profundidades del abismo, mientras éste gemía en una agonía de incomprensible sufrimiento, ahogándose en su propia sangre.
Así, mientras el viejo lo observaba bajo el resplandor de la Luna, se hundió el cuerpo desmembrado, perdiéndose en el mar lo que fue el resto de su último consumo de carne.
Última edición por kikke2 el 14 Jun 2011 22:57, editado 2 veces en total.
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Re: Microrrelato
La traición de Caín y una niebla fantasmal. Me ha gustado mucho tu relato, me recuerda a los relatos romántico sobre fantasmas, aunque en mar. Por cierto, ¿Has sacado eso de atarse al mastil de la Odisea, cuando Ulises-Odiseo se tiene que atar al mastil para que no le atrapen las sirenas con sus cantos?
Un saludo de Samuel.
Un saludo de Samuel.
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Re: Microrrelato
Samuel17993 escribió:La traición de Caín y una niebla fantasmal. Me ha gustado mucho tu relato, me recuerda a los relatos romántico sobre fantasmas, aunque en mar. Por cierto, ¿Has sacado eso de atarse al mastil de la Odisea, cuando Ulises-Odiseo se tiene que atar al mastil para que no le atrapen las sirenas con sus cantos?
Un saludo de Samuel.
Muchas gracias, me alegra que te haya gustado.
Realmente eso de atarse al mástil no lo saqué de la Odisea, sino que ya lo tenía como "incorporado" no lo sé...solo se me ocurrió una forma de sobrevivir a una tormenta que arrasa todo la cubierta...y me pareció la más adecuada. Si mal no recuerdo, en la novela Drácula creo que un capitán también hizo algo parecido.
Saludos
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Re: Microrrelato
La atmósfera esta muy buena, el ritmo también. Sin embargo algunas incongruencias me han llamado la atención.
Con el afán de ayudar, me permito mencionarlas. Siempre con humildad y desde mi punto de vista, que no tiene que ser considerado "JAMÁS" como la última palabra.
Saludos
Emisario
Con el afán de ayudar, me permito mencionarlas. Siempre con humildad y desde mi punto de vista, que no tiene que ser considerado "JAMÁS" como la última palabra.
Saludos, es primera vez que voy tan al grano, pero es que veo que tienes talento, te pido disculpas anticipadas si te sienta mal.kikke2 escribió:
saciar un poco su devoradora hambre, causa de días enteros de ayuna...
Quizás sería más a propiado:
saciar un poco su devoradora hambre, causada por días enteros de ayuna...
a su paso inamovible había diluido en las aguas de la mar, las pobres almas de los tripulantes del Aegis,
paso inamovible pareciera contradecirse, o pasa, o es inamovible. Quizás habría quedado mejor simplemente "a su paso había diluido"
inundando sus camarotes en sepulcros de madera
No hace mucho sentido. Quizás podría mejorar con:
transformando sus camarotes en sepulcros.
Y el Aegis siguió su camino inexorable… oh que clamor de sed emana de mis fauces, de mis
Aqui pasas bruscamente a primera persona, un ( guión) de inicio de diálogo habría hecho la diferencia.
aquella horrible niebla que los había acechó durante días, divisó una gran sombra, rondando, acechando…
se pierde sentido, sería mejor:
que los había acechado durante días
además;
repites acechando sin ser el sujeto principal de la oración ( acechó durante días) y luego en : (rondando, acechando) en un espacio muy reducido.
Saludos
Emisario
Última edición por Emisario el 14 Jun 2011 22:52, editado 1 vez en total.
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Re: Microrrelato
Emisario escribió:La atmósfera esta muy buena, el ritmo también. Sin embargo algunas incongruencias me han llamado la atención.
Con el afán de ayudar, me permito mencionarlas. Siempre con humildad y desde mi punto de vista, que no tiene que ser considerado "JAMÁS" como la última palabra.
Saludos, es primera vez que voy tan al grano, pero es que veo que tienes talento, te pido disculpas anticipadas si te sienta mal.kikke2 escribió:
saciar un poco su devoradora hambre, causa de días enteros de ayuna...
Quizás sería más a propiado:
saciar un poco su devoradora hambre, causada por días enteros de ayuna...
a su paso inamovible había diluido en las aguas de la mar, las pobres almas de los tripulantes del Aegis,
paso inamovible pareciera contradecirse, o pasa, o es inamovible. Quizás habría quedado mejor simplemente "a su paso había diluido"
inundando sus camarotes en sepulcros de madera
No hace mucho sentido. Quizás podría mejorar con:
transformando sus camarotes en sepulcros.
Y el Aegis siguió su camino inexorable… oh que clamor de sed emana de mis fauces, de mis
Aqui pasas bruscamente a primera persona, un ( guión) de inicio de diálogo habría hecho la diferencia.
aquella horrible niebla que los había acechó durante días, divisó una gran sombra, rondando, acechando…
se pierde sentido por error tipografico
que los había acechado durante días
repites acechando sin ser el sujeto principal de la oración ( rondando, acechando) en un espacio muy reducido.
Saludos
Emisario
No hay problema, si para eso los publico aquí ya que saben mucho más que yo.
Si puedes que tengas razón, te agradezco, ahora mismo le voy a echar una ojeada para tratar de mejorarla lo que más pueda.
Espero que cuando lo mejore te haya satisfecho.
edit: ahí ya lo modifiqué. Espero que ahora si te guste aunque sea un poco más. Saludos
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- Emisario
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Re: Microrrelato
Pero... si me gustaba desde un principio , ahora; pues ahora se lee más de un tirón, sin tanta interferencia literaria distractiva...
Bien hecho.
Pd.- gracias por tomar a bien tan directos -pero honestos- consejos. No creas que se mucho, he ido aprendiendo paso a paso, de a poco.
Saludos
Bien hecho.
Pd.- gracias por tomar a bien tan directos -pero honestos- consejos. No creas que se mucho, he ido aprendiendo paso a paso, de a poco.
Saludos
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- Shimoda
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Re: Microrrelato
Kikke2
Me ha gustado tu relato, el final era previsible pero igual me atrapó
Hasta pronto
Me ha gustado tu relato, el final era previsible pero igual me atrapó
Hasta pronto
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Re: Microrrelato
Me gusta el ambiente que recreas, queda muy siglo XIX
Lo curioso es que yo pensé que entre las incoherencias ibas a mencionar la falta de agua antes y que el compañero al que se estaba comiendo ya estaba muerto y había muerto precisamente por la misma y este se había salvado bebiendo su sangre y no solo comiendo su carne.
Lo curioso es que yo pensé que entre las incoherencias ibas a mencionar la falta de agua antes y que el compañero al que se estaba comiendo ya estaba muerto y había muerto precisamente por la misma y este se había salvado bebiendo su sangre y no solo comiendo su carne.
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
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Re: Microrrelato
mmm no termino de entender...lucia escribió:Lo curioso es que yo pensé que entre las incoherencias ibas a mencionar la falta de agua antes y que el compañero al que se estaba comiendo ya estaba muerto y había muerto precisamente por la misma y este se había salvado bebiendo su sangre y no solo comiendo su carne.
Eso es lo bueno de escribir tus propios relatos, tu haces el que el movimiento de la acción y la trama se dirija a donde quieras. A lo que voy es que, ¿cómo se mantuvieron vivos hasta ese momento? No interesa, seguramente porque tenían una barrica con agua potable... ¿por qué asesinó a su compañero? Porque además de poder comer de él, todos sabemos (o casi todos) que en todas las clases de alimentos de cualquier tipo, todas tiene un porcentaje de agua.
Como he dicho antes, a donde y por donde se dirije el cuento es decisión propia, me gusta un poco más la sutilidad que el decir "y bebió su sangre", considerando también que para ello debería haber mencionado que se estaba comiendo a su compañero, cuestión que habría arruinado la especie de pseudosuspenso que le traté de dar en el final.
Gracias por leer!
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Re: Microrrelato
Ya, el caso es que la gente se muere antes por falta de agua que por falta de comida. Y que alguien recurra al canibalismo porque el mar se ha llevado la comida y no se mencione lo otro, choca.
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