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"Cóge uno", decía el cartel en la librería de Hipercor. Y allí estaban los ejemplares apilados de un cuaderno con el título de El viajero, con una atractiva encuadernación. Cogí uno y, mientras esperaba en la cola de la estafeta de Correos, comencé a leer para distraerme.
Se trataba de un fragmento de una nueva novela que Plaza y Janés publicará en octubre (ahora las grandes editoriales están adoptando de nuevo este procedimiento para atraer al público lector, engatusándole con las primeras páginas de un libro). El autor es John Twelve Hawks. La introducción de la directora literaria ya me pareció mala, no incitaba a leer la obra. Pero proseguí con tenacidad.
"Maya llegó al aeropuerto de Rusynê a última hora de la tarde y cogió el autobús a Praga. La elección del medio de transporte constituía un acto menor de rebelión: un Arlequín habría alquilado un coche o tomado un taxi. Siempre podía cortarle el cuello al taxista y hacerse con el volante. Aviones y autobuses eran opciones peligrosas, pequeñas trampas con pocas escapatorias.
Nadie va a matarme -se dijo-. A nadie le importo. Los Viajeros heredaban sus poderes y por ello la Tabula intentaba exterminar a todos los miembros de una misma familia. Los Arlequines defendían a los Viajeros y a sus maestros Exploradores; pero la suya se trataba de una decisión voluntaria. Un niño Arlequín podía renunciar al camino de la espada, aceptar un nombre de ciudadano corriente y hallar un lugar en la Gran Máquina. Si se mantenía alejado de los problemas, la Tabula lo dejaría en paz."
No pude soportarlo más y dejé de leer, aunque aún no era mi turno para que me atendiera el dependiente de Correos.
Taller de los escribas foreros - Las formas
Taller de los escribas foreros - Las formas
Última edición por JANGEL el 29 Sep 2005 20:28, editado 1 vez en total.
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Los principios de los relatos
Madison, es el principio de un libro, tal cual, copiado literalmente.
Después de la conversación que he mantenido hoy con Begoña y tras leer esto, se me ocurrió una idea. Ir más allá de lo que escriben los autores publicados y comentar entre todos las deficiencias o las virtudes de determinados textos, enfocándolo desde el punto de vista de la forma, no del contenido.
Indudablemente, el principio de un relato es importantísimo, pues supone que el lector quede enganchado desde el principio a la historia y no la abandone o la siga por mero compromiso.
Cuando terminé de leer el segundo párrafo de este primer capítulo de El Viajero, me pregunté: ¿Qué es un Arlequín? ¿Qué son los Viajeros? ¿Qué es la Tabula? ¿Y la Gran Máquina? Demasiados conceptos desconocidos y con mayúsculas en tan pocas palabras.
Tuve la sensación de que estaba leyendo a un/a adolescente escribiendo su primer cuento. Se hablaba de muertes y homicidios en las primeras líneas, seguramente para impresionar. El único acierto era identificar al personaje por su nombre nada más empezar.
No digo que el resto de la novela no merezca la pena, pero me sentía tan abrumado y confuso que me hubiera decepcionado tremendamente haber comprado el libro. Posiblemente haya lectores a los que les guste esta sensación de desconcierto al empezar una novela, pero creo que siempre es mejor desconcertarle a través de la sorpresa, situando bien la acción y los personajes.
Tras leer estos dos párrafos pensé que hacían falta unos cuantos capítulos antes para explicar todo lo que se estaba resumiendo en tan poco espacio.
¿Seguimos compartiendo opiniones, amigos con el gusto por escribir?
Después de la conversación que he mantenido hoy con Begoña y tras leer esto, se me ocurrió una idea. Ir más allá de lo que escriben los autores publicados y comentar entre todos las deficiencias o las virtudes de determinados textos, enfocándolo desde el punto de vista de la forma, no del contenido.
Indudablemente, el principio de un relato es importantísimo, pues supone que el lector quede enganchado desde el principio a la historia y no la abandone o la siga por mero compromiso.
Cuando terminé de leer el segundo párrafo de este primer capítulo de El Viajero, me pregunté: ¿Qué es un Arlequín? ¿Qué son los Viajeros? ¿Qué es la Tabula? ¿Y la Gran Máquina? Demasiados conceptos desconocidos y con mayúsculas en tan pocas palabras.
Tuve la sensación de que estaba leyendo a un/a adolescente escribiendo su primer cuento. Se hablaba de muertes y homicidios en las primeras líneas, seguramente para impresionar. El único acierto era identificar al personaje por su nombre nada más empezar.
No digo que el resto de la novela no merezca la pena, pero me sentía tan abrumado y confuso que me hubiera decepcionado tremendamente haber comprado el libro. Posiblemente haya lectores a los que les guste esta sensación de desconcierto al empezar una novela, pero creo que siempre es mejor desconcertarle a través de la sorpresa, situando bien la acción y los personajes.
Tras leer estos dos párrafos pensé que hacían falta unos cuantos capítulos antes para explicar todo lo que se estaba resumiendo en tan poco espacio.
¿Seguimos compartiendo opiniones, amigos con el gusto por escribir?
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Esperaré la reacción de todos para enfocarlo de una manera u otra.madison escribió:te refieres a poner un párrafo de cualquier libro y depués analizarlo entre todos?
Eso es. Se trata, por ejemplo, de estudiar la forma que alguien utilizó para expresar algo difícil de explicar, no importa el contenido. Si además significa algo para ti y por eso lo seleccionaste seguramente será más fácil. O, por el contrario, la forma en que no deberían hacerse las cosas, tal como yo he hecho para empezar.
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Bueno pues lo hago. Es un texto que dijo Nazim Hikmet en su biografia.
"....He dormido en las cárceles y en los grandes hoteles.
He pasado hambre. Casi no existe plato que no haya probado
incluido el de la huelga de hambre.
a los treinta años han querido ahorcarme,
a los cuarenta y ocho quisieron concederme la medalla de la Paz
y me la concedieron.
A los treinta y seis, necesité seis meses para recorrer
cuatro metros cuadrados de sombrío hormigón.
A los cincuenta y nueve, en diez y ocho horas volé
desde Praga a La Habana...."
"....He dormido en las cárceles y en los grandes hoteles.
He pasado hambre. Casi no existe plato que no haya probado
incluido el de la huelga de hambre.
a los treinta años han querido ahorcarme,
a los cuarenta y ocho quisieron concederme la medalla de la Paz
y me la concedieron.
A los treinta y seis, necesité seis meses para recorrer
cuatro metros cuadrados de sombrío hormigón.
A los cincuenta y nueve, en diez y ocho horas volé
desde Praga a La Habana...."
Bien, lo primero que se distingue en este texto, dejando al margen lo que quiere transmitirnos, es el aparente desorden de los datos, en realidad un orden impuesto por el autor para forzarnos a pensar y entender el mensaje. Alterna distintas edades que no siguen un orden cronológico: 30, 48, 36, 59. Está claro que el autor tenía una intención al hacer esto, para llamar nuestra atención.
Otro aspecto que choca es la utilización de tantos números. Además de las edades habla de 6 meses y 18 horas. Casi llegas a plantearte si este juego de números no tendrá un significado especial. ¿Por qué lo hace? Probablemente porque los números se asimilan rápidamente en el cerebro y ayuda a entender con rapidez la magnitud de lo que se está contando.
Otro aspecto que choca es la utilización de tantos números. Además de las edades habla de 6 meses y 18 horas. Casi llegas a plantearte si este juego de números no tendrá un significado especial. ¿Por qué lo hace? Probablemente porque los números se asimilan rápidamente en el cerebro y ayuda a entender con rapidez la magnitud de lo que se está contando.
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De acuerdo, te gustó el contenido, pero normalmente el contenido gusta porque está contado de una manera particular o porque añade una idea nueva, una noción que desconocíamos.