Encuentros de uno mismo (Relato)

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JesusM80
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Encuentros de uno mismo (Relato)

Mensaje por JesusM80 »

*Saludos. Es el primer relato que cuelgo y, como dije en mi presentación, estaré encantado de recibir críticas o sugerencias. Gracias. Un abrazo.

Encuentros de uno mismo

El vagón se arrastraba cansinamente por la estación de Republique, con la cadencia soporífera de esa mañana de miércoles cualquiera. Camino de la Place de la Opéra, reinaba entre los pasajeros un invierno parisino. Metidos en sus gabardinas y bufandas iban grises y fríos, apretados los unos contra los otros con la mirada ausente, abandonados a la íntima evasión de los pensamientos, que parecían escapárseles cada vez que se abrían las puertas y tenían que interrumpir su ensimismamiento para juntarse un poco más.

Todos los pasajeros evitaban mirarse a los ojos; cada uno enfocaba su mirada hacia la lejanía infinita que le era posible hallar en el espacio reducido del convoy. Una lejanía a escala que unos encontraban en el diminuto agujero del botón de un abrigo ajeno y otros en los pelos que se escapaban de un moño apresurado y que danzaban hipnóticos en el traqueteo de la mañana. Nada interrumpía ese ronroneo tempranero y somnoliento; si acaso algún movimiento brusco que mecía a los pasajeros como si fuesen parte de un campo de trigo ondulado por una ráfaga de aire.

El tren frenó de improviso entre dos estaciones. Ocurría a menudo, como si el perímetro de chapa y cristal del vagón se topase contra un muro invisible que algún gracioso colocaba para coger desprevenidos al conductor y los pasajeros, que solían chocar los unos contra los otros sin hacerse mucho caso.

Mientras recomponía cada cual su lugar en el mundo, el joven de ademán afeminado de unos veinte años, que llevaba una cazadora marrón y un pañuelo blanco alrededor del cuello, encontró sus ojos posados sobre unas cejas enjutas que escondían tras de sí a un pasajero, unos años mayor que él, inhibido del día bajo unos auriculares de color rojo oscuro. Una extraña atracción entrelazó los meridianos imaginarios que cubrían la distancia de sus respectivas retinas, encontrándose ambos en ese desierto de muchedumbre cabizbaja. Pasó cómo pasan estas cosas. Dos miradas fijas que se bajan de inmediato para volver a encontrarse unas décimas de segundo después. Luego un breve escrutinio. Y finalmente un encuentro sostenido.

Al chico del pañuelo blanco le subía un visible calor a las mejillas y le temblaba el pulso de los párpados. El otro, sin embargo, sostenía ese encuentro casual con firmeza acerada. La marcha del tren arrullaba esa danza ocular cuando el joven de los auriculares comenzó a abrirse paso hacia el chico, que ya había bajado la mirada haciéndose el distraído, preparando para su llegada una cara de sorpresa fingida. Le latía muy fuerte el corazón.

Todavía no había llegado a su altura y él ya comenzaba a colocar su mejor cara de sorpresa, delatada por ese sonrojo creciente. Faltaban unos pocos pasos que él contaba con la respiración contenida, como si el aire quisiera esconderse también con timidez en los pulmones.

El primer guantazo no lo vio venir. El segundo hizo que le pitara el oído. Y el tercero, en el estómago, le dejó una sensación de alejamiento con el vagón, escuchando entre una neblina carente de oxígeno un eco vago que parecía sonar a un “¿Qué miras, maricón?”.

Entonces se abrieron las puertas del vagón. Y en esa estación parece que mucha gente comenzaba su día porque el tren se vació apresuradamente, con ese consenso improvisado que ordena la las masas hasta la puerta para después desaparecer uniformemente por los vomitorios de la estación. El chico del pañuelo blanco descendió con miedo de volver a encontrarse con esa furibunda bestia de los auriculares rojos. El resto de pasajeros bajaron aterrados de sí mismos.
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lucia
Cruela de vil
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Re: Encuentros de uno mismo (Relato)

Mensaje por lucia »

El resto de pasajeros no creo que se hubiese aterrado de sí mismo, como mucho alguno se hubiese avergonzado por no intervenir o no decir nada.
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

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sergiocossa
Me estoy empezando a viciar
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Re: Encuentros de uno mismo (Relato)

Mensaje por sergiocossa »

JesusM80, no está mal. Aunque me resultó bastante previsible la reacción del golpeador. Como dice Lucía, más que aterrados, se sentirían avergonzados por su indiferencia.

Respecto al texto, "pasajeros" abunda :D
Por ejemplo:
Todos los pasajeros evitaban mirarse a los ojos
Ya sabemos que ahí están "todos los pasajeros". Por lo que podés comenzar la frase con el verbo. Y así en otros pasajes.
También, y en este caso es algo personal, me suenan mal y excesivos los adverbios terminados en "mente".

Al final, me parece una buena presentación en sociedad, así que ¡bienvenido! :D

Saludos.
Sergio Cossa
De lo que escribimos hace años también se vive.
https://sergiocossa.blogspot.com/
JesusM80
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Re: Encuentros de uno mismo (Relato)

Mensaje por JesusM80 »

Saludos,

Muchas gracias, Lucia y Sergio, por vuestros comentarios. La verdad es que siempre me ha llamado la atención el comportamiento de la gente cuando presencia sucesos así, y sobre todo, me resulta intrigante imaginar lo que pensarán de sí mismos después.

Y, Sergio, sí, reflexionaré sobre esas cuestiones de estilo que me planteas (¡gracias!).

Un abrazo.
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