Derecho a llorar
- Brian Bennington
- Foroadicto
- Mensajes: 2599
- Registrado: 29 Jun 2006 14:22
Derecho a llorar
María está llorando, derramando lágrimas sobre sus sábanas de satén. Cree que la vida es injusta. Siente que los hombres ya no la miran. Siente que ni su propio marido la mira. En vez de su estrecha cintura y sus provocativas caderas, solo tiene montones de carne fofa y blanda. No tiene el vientre plano de antaño: una considerable barriga asoma desde su estómago. Llora también porque el habitual viaje anual a las Islas Malvinas no puede realizarse. Su marido tiene importantes reuniones con grandes multinacionales en las que negociará por cuantiosos contratos y les coincide en esa semana. Para ella, la vida es muy injusta en este momento.
Nuwanda no llora. Después de estar casi diez horas cargando piedras para conseguir apenas una barra de pan duro, se siente dichosa. Puede llevar comida a casa. Llevar comida a sus siete hermanos, a sus padres, a su tía seropositiva. Después, jugará con los demás niños del poblado usando los vetustos juguetes traídos por los hombres blancos y su infinita imaginación. Después, se retirará a su manta, tendida sobre el suelo, para dormir apenas unas horas y dirigirse al colegio, que le queda a casi quince kilómetros de su poblado, y tiene que ir andando. Para Nuwanda, la vida no es injusta. De hecho, en su infinita inocencia, no se pregunta si hay otra vida mejor. Disfruta con lo que tiene, y es feliz mientras puede.
Mil kilómetros hacia el norte, María sigue llorando. Los hombres son unos cerdos. Solo miran a las delgadas.
Nuwanda no llora. Después de estar casi diez horas cargando piedras para conseguir apenas una barra de pan duro, se siente dichosa. Puede llevar comida a casa. Llevar comida a sus siete hermanos, a sus padres, a su tía seropositiva. Después, jugará con los demás niños del poblado usando los vetustos juguetes traídos por los hombres blancos y su infinita imaginación. Después, se retirará a su manta, tendida sobre el suelo, para dormir apenas unas horas y dirigirse al colegio, que le queda a casi quince kilómetros de su poblado, y tiene que ir andando. Para Nuwanda, la vida no es injusta. De hecho, en su infinita inocencia, no se pregunta si hay otra vida mejor. Disfruta con lo que tiene, y es feliz mientras puede.
Mil kilómetros hacia el norte, María sigue llorando. Los hombres son unos cerdos. Solo miran a las delgadas.
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Bueno el contraste que marcas entre las dos vidas.
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Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
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- Driada
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Ufff...ya no querré ser más delgada ni bonita.
Perfecto sentido de realidad social, me encanta, excelente contraste de miradas de vida.
Nuestros ojos sólo nos dejan ver lo que nuestra experiencia y cultura nos ha enseñado, sin ser capaces de mirar más allá. Y tuú has sido capaz.
Te envio mis saludos,
Perfecto sentido de realidad social, me encanta, excelente contraste de miradas de vida.
Nuestros ojos sólo nos dejan ver lo que nuestra experiencia y cultura nos ha enseñado, sin ser capaces de mirar más allá. Y tuú has sido capaz.
Te envio mis saludos,
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JANGEL escribió:Bueno, yo quiero seguir siendo delgado y guapo. Pero es verdad que el mundo es mucho más. Y que la globalidad nos ciega los ojos mucho más que la ignorancia que antes teníamos de lo que estaba tras nuestras fronteras. Me ha gustado mucho el contraste, Brian.
Por eso "Los viajes son necesarios para sentir la falta de casi todo". Gabriel Ramírez Lozano.
Me gusta tu manera de contar preocupaciones tan globales, Brian. En este texto, el contrate ha sido resuelto con brillantez.
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- Brian Bennington
- Foroadicto
- Mensajes: 2599
- Registrado: 29 Jun 2006 14:22
Fiorella escribió:Es genial Brian! nuestras preocupaciones son a veces ridículas, pero nuestras son. Sufrimiento en la realidad que nos ha tocado vivir.
Tú lo has dicho, Fiorella: lo que nos ha tocado vivir. ¿No os parece injusto y hasta cruel el hecho de que por vivir en un sitio, nacer en una determinada familia o tener unos determinados genes (tanto genes de belleza como de cáncer) marquen prácticamente nuestra vida? Pero no nos queda otra que encogernos de hombros, conformarnos con lo que tenemos e intentar mejorarlo. Es lo que toca, ¿no?
Gracias a todos por vuestros comentarios
P.D.: Protos, ¿apuntas las citas en algún sitio? Porque como te sepas de memoria todas las que pones, te nombro oficialmente crack superior
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Casualmente, leyendo Monteluz, una novela de Manuel Pimentel, he encontrado un breve relato contenido en su interior, supuestamente escrito por el protagonista que, hasta ahora, es lo mejor del libro. También realiza un contraste entre dos jóvenes de Tarifa que observan las escasas luces al otro lado del Estrecho y los ocupantes de una patera que se guían por la iluminación de la costa española para llegar a su destino. Me ha recordado mucho al tuyo, aunque tú has sabido transmitir lo mismo con muchas menos palabras.
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