Entrevista a Juan Jacinto Muñoz Rengel (El sueño del otro)

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lucia
Cruela de vil
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Entrevista a Juan Jacinto Muñoz Rengel (El sueño del otro)

Mensaje por lucia »

Entrevista a Juan Jacinto Muñoz Rengel (El sueño del otro)

¿Cómo se consigue publicar dos grandes novelas en apenas dos años?Imagen
[Risas]. Este libro tiene tres años de trabajo, lo que pasa que yo estuve dos años trabajando en "El asesino hipocondriaco" y justo cuando acabé me puse a trabajar en "El sueño del otro" otros tres años, mientras iba buscando editorial para la primera. Una vez que conseguí publicar con Plaza y Janés, ya ha venido todo muy rápido porque estaba la segunda novela prácticamente lista, a la espera de la última corrección. Ha sido tan corto el espacio de tiempo entre las dos publicaciones que no me ha dado tiempo a recuperarme [risas].

¿Qué sensaciones le transmite la escritura?
Para mi es el puro gozo intelectual, te aporta imaginación pura. Yo me entrego a la escritura desde un punto de vista lúdico. Entrar en ese proceso, a veces de una forma obsesiva, sin pensar en otra cosa que lo que estás creando, hace que de alguna manera entres en otro plano. Eso para mí es un placer. Tiene partes el proceso de escritura que no son tan gratos, como el proceso de corrección. Eso es algo que se hace durante toda la novela, es decir, no esperas al final, tienes que estar corrigiendo siempre. Eso tiene mucho oficio y aunque hay autores que disfrutan de las correcciones y revisiones, yo sufro más. Yo disfruto de la parte en la que estás montando de la nada una historia, en la que estás creando, tienes las ideas y vas dándole forma.

¿Es difícil publicar hoy en día un libro?
Publicar un libro en España es más fácil ahora que hace un tiempo, no obstante, sigue siendo complicado. La gente ajena al mundo literario se cree que escribir una obra es equivalente a publicarla. Piensas que cuando tú lo tienes escrito, ¿cómo no te lo van a publicar? Nada más lejos de la realidad. Para mí, siempre ha sido una experiencia difícil ver dónde te van a publicar los cuentos, mis novelas o relatos. Encontrar la editorial idónea para que mis escritos viesen la luz no fue sencillo. Es verdad, que ahora es menos complicado porque han aparecido muchas editoriales independientes y algunas de ellas apuestan por nuevos valores de la literatura en español. Ahora hay editoriales pequeñas especializadas en sacar a nuevos talentos y jóvenes promesas españolas, con lo cual eso facilita las cosas a los escritores. No obstante, como en este país escribe todo el mundo, sigue haciendo la competición muy dura porque la cantidad de manuscritos que puede recibir una editorial sigue siendo terrible. A eso hay que añadir todo el panorama digital, es decir, muchas editoriales solo funcionan en digital, llegando al extremo en el que las editoriales desaparecen y la gente se autopublica en Amazon, Bubok... y ya no hay ningún filtro. Publicar es tan fácil como escribir porque en el momento que lo acabas, lo cuelgas. Claro, al no haber filtro, no hay maquetadores, correctores, garantías para el lector, etc. En fin, todas esas cosas que están detrás de las editoriales que no se ven.

En su libro aparecen dos protagonistas con dos historias paralelas, ¿cuál escribió primero?
En principio la idea de hacer eso es previa, esto es, todo lo tengo ya pensado en la mente, tengo esquemas ya que es una historia compleja y si no la tienes clara no puedes ir improvisando. Una vez que te pones a escribir en el papel, cuando empiezas a emborronar, ya hay mucho trabajo detrás. Yo sí que he ido alternando ambas historias y seguía el orden que aparece en la novela. Capítulo de uno, capítulo de otro, pero ya tenía previamente esquematizado que escribiría en cada parte. ¿Por qué hago esto? Porque los capítulos a veces se van solapando y existen cosas de un personajes que se explican en el anterior capítulo, por ejemplo. Hay cosas que se van comprendiendo de una forma distinta cuando lees dos capítulos más. Entonces, como las dos historias van en paralelo de una forma imbricada necesitaba no alejarme demasiado, por ejemplo, en la vida de Xavier; para no descompensar ni olvidar los detalles del otro personaje. Tienes que tenerlo en caliente.

A mí me pasó al principio de leer su libro que supe averiguar cuál era la historia real y cuál era la ficticia, ¿cuál es la que antes le llegó a la mente?Imagen
Pues sinceramente, me vino primero la idea fantástica y ficticia, es decir, la parte de dos hombres soñándose mutuamente. Pero claro, yo con eso podía decir muchas cosas distintas. No quería quedarme en el armazón de la historia fantástica de dos hombres que se sueñan, pretendía ir más allá. Empecé a dar un enfoque más realista a la novela introduciendo personajes que tuviesen sus propios conflictos, que tengan su entorno, que puedan hablar de otras cosas. Por eso, a pesar de ser una novela fantástica, eso me permitió hablar de la actualidad y los problemas de hoy en día.

¿Cómo surgen estos dos personajes, en apariencia tan antagónicos?
Yo necesitaba, por un lado, que los dos personajes fueran distintos para que cuando empezarán a contaminarse en el sueño del otro, conservarán identidad propia. Cuando Xavier sueña con la vida de André se empieza a contagiar de sus manías o su forma de ver el mundo. Se superponen las personalidades de ambos. Sin embargo, necesitaba que fueran de carne y hueso porque si no, eso se hubiera quedado en un personaje esquemático y punto. Pero no, yo quería que el lector viese a Xavier con rasgos de André. Además, busqué que Xavier representará al ciudadano de a pié y sirviese de denuncia de cómo hoy la sociedad está adormecida. Mientras que con André y su papel como director de informativos, me permitió poder hablar de las situación de los medios de comunicación. Hasta qué punto los medios de información son interpretadores de la realidad o creadores de la realidad. Por último, para hacer a estos dos personajes más carnales tuve que inspeccionar en mí mismo, una introspección para escribir sobre aspectos que ya conocía. Los dos tienen bastante de mí.

André y Xavier son nombres muy poco comunes y en ningún momento dice en qué ciudad se desarrolla la acción, aunque se describen varios rasgos. ¿Juega con la ambigüedad?
Un poco sí [risas]. Yo tenía un problema y es que no podía definir las ciudades donde sucedía la acción porque se llegaría a la conclusión de cuál es el mundo verdadero. Las ciudades tienen un punto de ambigüedad, las dejo difusas. Y con los personajes, no quería que los nombres sonasen totalmente españoles, por eso elegí André y Xavier. Buscaba que no pudieses del todo concretizar.

Ha mencionado antes que usted se involucra y disfruta mucho en la tarea de crear una historia. ¿Tiene alguna obsesión al escribir?Imagen
Bueno, alguna que otra. Por ejemplo, en relación con los esquemas, yo forró las paredes de mi habitación antes de empezar a escribir. Sobre ese forro voy escribiendo los retratos de los personajes, sus conexiones... para dormirme viendo la novela de golpe y despertarme pensando ya en ella. Son momentos de intuición, te pueden venir ideas [risas]. También suelo escribir pasajes de la novela a mano. Por ejemplo, muchos capítulos están escritos en una buhardilla de Lavapiés porque me agobié con el ordenador y necesitaba luz, respirar. Luego lo tuve que pasar al ordenador, claro; pero o me quito del ordenador un rato, o reviento.

Hablando de soñar, ¿ha soñado alguna vez con los personajes?
Sí, sí. No sé si soñar, pero si en ese momento de duermevela he tenido muchas ensoñaciones dirigidas, algo así como el sueño lúcido pero no sé hasta qué punto de verdad yo estaba dormido. No obstante, es verdad que muchas veces con los ojos cerrados antes de dormirme muchísimas veces he tenido imágenes en mi cabeza. Por ejemplo, un monólogo de Xavier lo pensé en la cama en esa fase entre el dormirse y el estar despierto.

¿Le resulta difícil desprenderse de los personajes?
Los tengo muy presentes, me costará dejarlos abandonados. Y más ahora que estoy de presentaciones y que constantemente te lo están recordando. Creo que cuando empiece con la siguiente novela, romperé con mis antiguos personajes.

Hay una frase que dice: "si sueñas lo que no eres, convertirás en pesadilla lo que eres" ¿Nos empeñamos en vivir lo que no somos?
Si nos empeñamos en vivir lo que no somos, viviremos una impostura. Entonces, eso pasa bastante porque hoy nos paramos muy poco a pensar qué queremos ser, a reflexionar hacia dónde vamos. La gente hace lo que tiene que se supone que tiene que hacer y entra en rutinas que no son las que le hacen feliz. A veces somos nosotros los que buscamos proyectar esas imposturas, sobre todo, imágenes falsas a través de redes sociales. El problema con mis dos personajes es que ellos no han elegido qué vida vivir. Utilizo un trastorno del sueño imposible, fantástico para hacer una metáfora de lo que nos pasa a nosotros. De sumergirnos y obsesionarnos con la vida de otras personas, de tratar de imitar a otra gente.

¿Qué papel puede jugar la literatura fantástica para transformar la realidad?
La literatura puede señalar dónde están los problemas, apuntar dónde están las carencias a todos los niveles. Incluso se puede apuntar a los límites de la ciencia, qué cosas no explica la racionalidad. Yo con mi novela busco señalar los problemas sociales. La literatura de denuncia se convierte en eso, en una mano que señala. Quizás la literatura lanza más preguntas que respuestas. Yo creo que la literatura no tiene obligaciones de dar respuestas pero si de plantear las preguntas correctas, cosas que no es siempre fácil. Plantear esas preguntas en la mente del lector es complicado, hay que hilar fino y de manera sutil pero creo que es un objetivo que siempre ha estado en la literatura. También facilita una visión general del mundo ya que reconstruye el hecho humano, algo que no puede hacer un economista, un comunicador o sociólogo que tienen una visión de la realidad más fragmentada. He huido de hacer una novela teórica sobre los problemas sociales pero si he seleccionado una serie de ingredientes, imágenes, hechos para que el lector no tenga más remedio que hacerse preguntas sobre la identidad, recuerdos, memorias, realidad... Eso espero que surja de manera espontanea en la mente del lector.

Entrevista por Noel Corregidor
Nuestra editorial: www.osapolar.es

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